Una manera fácil de recordar estos criterios de valoración es entender que los objetivos y sus metas deben ser SMART (Specific, Measurable, Attainable, Relevant, Time-trackable), conforme a sus siglas en inglés. Este método de establecimiento de objetivos, que hizo popular Hilary Hinton y es más conocido como Zig Ziglar, a menudo ha sido utilizado para llevar a cabo objetivos individuales y colectivos, tanto personales como profesionales.
Independientemente del tipo de organización, ya sea lucrativa o no, del sector privado o público, unos objetivos y sus respectivas metas bien planteados marcan la diferencia entre el éxito y el fracaso. Dan la dirección al esfuerzo colectivo de todas las partes que forman la organización y proporcionan una responsabilidad auténticamente motivadora a todos sus componentes. Es difícil que las personas estén motivadas cuando no saben cómo contribuye su trabajo al éxito de la organización en su conjunto. Sin embargo, cuando saben que los demás cuentan con ellos para hacer la parte que les corresponde y saben por qué su contribución es importante, es más probable que lleven a cabo su trabajo con excelencia haciendo que las metas aumenten el rendimiento colectivo e individual. A medida que las personas van consiguiendo metas parciales tienden a poner mayor esfuerzo en ellas. Están considerando ir más allá para asegurar que la meta se logra. Asimismo, las metas de cada departamento pueden convertirse en parte de la revisión anual de cada persona.
Estrategias
Son el conjunto de reglas que aseguran una decisión óptima en cada momento. Según la RAE, «la rama del arte de la guerra que abarca todo lo referente a la concepción, preparación y dirección de las batallas, que se plantean y desarrollan con la finalidad de lograr determinados objetivos».
La estrategia está a su vez formada por una suma de tácticas (formas de hacer y comportarse ante situaciones establecidas y analizadas previamente): son los programas o planes de acción.
La estrategia es el arte de emplear los recursos disponibles apoyándose en las fortalezas existentes y siguiendo las políticas definidas por la organización hasta alcanzar los objetivos establecidos. Es un plan general, seriamente organizado y de gran amplitud, para obtener una meta determinada dentro del esquema delimitado por la misión y la visión.
Según Clausewitz, la estrategia puede ser un arte, pero desde luego no es una ciencia ni una disciplina. Una estrategia es la hoja de ruta que se lleva a cabo para lograr un determinado fin a largo plazo. Proviene del griego stratos (Ejército, estructura) y agein (conductor, guía, comandar, dirigir, marcar el rumbo). Esta definición nos recuerda que su concepto está profunda e íntimamente ligado al de liderazgo.
Ya Sócrates, en la Grecia antigua, comparó las actividades de un empresario con las de un general al señalar que en toda tarea quienes la ejecutan debidamente tienen que hacer planes y mover recursos para alcanzar los objetivos. Pero la estrategia como concepto no se formuló hasta el s. XIII, siendo un principio consustancial a la acción bélica.
Tal como ya hemos indicado, toda estrategia exige unos principios para obtener la máxima eficacia y, entre otros: mando unificado, economía de fuerzas y situación de constante alerta. El pensamiento estratégico se entiende como una habilidad de los individuos que se ubican comúnmente en el estrato superior de las sociedades, capaces de inspirar una visión y plantearse un curso de acción para hacerla realidad a partir de un proceso mental que implica el manejo de una gran cantidad de variables que influyen en la acción de la organización, estableciendo opciones y resultados posibles en virtud de la construcción de escenarios mentales.
Programas de acción
«Un hombre es aquello en lo que piensa durante
todo el día».
Emerson
Son proyectos ordenados de actividades que producen resultados; dicho de otro modo, son una serie ordenada de operaciones necesarias para llevar a cabo un proyecto. Son las tácticas, los métodos, los sistemas para ejecutar o conseguir llevar a buen puerto la estrategia.
La táctica es el arte que enseña a poner en orden las cosas. Buscando siempre que lo primero sea lo primero, una priorización de acciones para conseguir la máxima efectividad. De ahí la importancia de no tener la cabeza llena de pájaros y centrar toda nuestra atención en lo que más nos importa.
También es un conjunto de reglas a las que hay que ajustarse para ejecutar correctamente las acciones. Las cosas no pueden hacerse de cualquier modo; según como actuemos los resultados son diferentes.
Radica en la aplicación de los recursos humanos y materiales disponibles en el tiempo y orden adecuados para ser lo más eficientes posible en el desarrollo de la tarea y conseguir, en el más alto grado posible, el objetivo asignado.
El legendario general chino Sun Tzu dijo que la estrategia sin táctica es el camino más lento hacia la victoria y la táctica sin estrategia es un camino hacia la derrota. Una forma más coloquial de decirlo es que la planificación sin acciones es inútil; la acción sin planificación tiene resultados fatales.
La obsesión por coordinar acciones en el tiempo viene de muy antiguo. Parece ser que la idea de fraccionar el día en 24 horas y cada hora en sesenta minutos fue tomada por los antiguos egipcios, que se servían del sistema sexagesimal desarrollado por los babilonios30.
El plan de acción que emprendamos, tanto en lo personal como en lo profesional, debería estar sujeto a la pregunta: ¿cómo nos ayuda lo que voy a hacer para alcanzar cada meta? Esta pregunta produce un replanteamiento de cómo estamos realizando nuestro trabajo. Revela acciones que no son importantes y que pueden ser dejadas a un lado, tareas clave que necesitan llevarse a cabo de manera más productiva y procedimientos que necesitan ser revisados para asegurar que las cosas más importantes han de hacerse primero. Las metas por sí mismas determinan qué es importante y qué no. Proporcionan el enfoque para el trabajo personal y de la organización.
Cuando se planifican las metas, ha de considerarse cuánto tiempo y esfuerzo se necesita para alcanzar cada una de ellas. Son una manera de medir el éxito y corregir los fallos. La difusión del movimiento de una organización hacia sus metas puede incitar a las personas incluso hacia objetivos más altos.
Una estrategia es la dirección que se toma para alcanzar el resultado deseado teniendo en cuenta la situación presente y los recursos disponibles para aplicarlos al problema se diferencia del plan de acción en que este es simplemente una lista de control priorizada que se utiliza para no perder el rumbo mientras se alcanzan cada una de las metas que conforman el objetivo.
El plan de acción resume tres aspectos que facilitan la obtención de resultados:
Da una orientación, un enfoque al esfuerzo de cada persona y al esfuerzo de todo departamento
Es una manera de alinear recursos de forma lógica, reduciendo así el desperdicio y la redundancia
Da la oportunidad de medir el éxito. Si se alcanza la meta esto lleva a establecer metas más altas; sino, lleva a examinar qué fue mal. Sea como fuere, un departamento mejora continuamente cuando se establecen unos planes de acción adecuados
«El principal obstáculo que tiene que superar un bote de motor es la resistencia del agua a la revolución de la hélice, pero si no fuera por esa resistencia, el bote no se movería. Esa misma ley también tiene aplicación en la vida humana: los obstáculos son indispensables para el éxito. Una vida libre de todos los obstáculos y dificultades reduciría todas las posibilidades y potencias a cero. Los obstáculos nos despiertan y nos llevan a mejorar nuestras habilidades. El esfuerzo nos comunica nuevo poder, de suerte que de las dificultades nace una nueva fuerza. De un obstáculo derivamos fortaleza; de la desilusión crecimiento; de la privación, deseo».
Zig Ziglar
Aplicar las técnicas específicas del management
El líder aplica técnicas de management en su labor y lo hace en cada área concreta o en un departamento específico de la organización: delegación