«Lo que este país realmente necesita es un lugar donde las familias puedan ir con sus hijos a divertirse. Mi idea es construir un parque de diversiones tan limpio como ningún otro en todos los tiempos, y en donde cada persona sea tratada como si fuera un ciudadano de primera clase, es decir, como verdaderos invitados de honor».
Walt Disney
Pero no fue ahí donde terminó la visión de Walt Disney, pues siguió pensando, generando cada uno de los detalles del nuevo parque en su mente. Viajó por todo el territorio americano con el fin de visitar a los creadores e inventores más populares de la época, como Thomas Alva Edison o los hermanos Wright.
Las compañías que han generado más riqueza en los últimos años han sido las que han inventado nuevas formas y maneras de hacer las cosas, desarrollar con más rapidez las tareas y mejorar los procesos. Muchas no existían hace quince años; otras han tenido que transformar radicalmente su actividad para no quedar obsoletas. Su éxito no se basó exclusivamente en ser más eficientes que sus competidores, sino en ofrecer una solución diferente para las necesidades de un mercado cambiante. Fueron capaces de crear un nuevo modelo de negocio que cambió incluso la forma de competir en su sector. Supieron beneficiarse del nuevo campo de batalla que abrieron al rediseñar las reglas del juego.
En los años 80, Bill Gates tenía una visión clara y simple que supo transmitir a su equipo: «conseguir que haya un ordenador personal, que nosotros hayamos fabricado, en la mayoría de las mesas de trabajo».
La visión de Coca Cola fue «poner una Coca Cola al alcance de todo el mundo, en todo el mundo».
Simples, claras, precisas, concretas, ambiciosas y motivadoras. En ambos casos se crea una imagen que apunta en la dirección en la que la compañía quiere ir. Si seguimos pensando que la mayoría de los beneficios de nuestra empresa dentro de cinco años provendrán de los mercados en los que hoy nos encontramos compitiendo, y de los productos y servicios que hoy tenemos desarrollados… es probable que nos encontremos entre los perdedores de un mañana muy cercano.
En la sociedad actual, en la que la globalización y la interdependencia mundial crean un nuevo contexto para el trabajo, es evidente que el progreso hacia una mejor calidad de vida se sustenta en la suma de esfuerzos conjuntos debidamente coordinados. La responsabilidad por conseguir un mundo mejor nos obliga a asumir los desafíos y a aprovechar las oportunidades que hoy se nos ofrecen. De ahí la importancia de hacer fructificar los recursos de que disponemos de la forma más inteligente posible, organizando y planificando.
La mejor forma de conquistar ese futuro consiste en hacer previsiones correctas y concretas.
«Apártese de sus sueños. Obsérvelos. Escriba sobre ellos. Luche con ellos hasta que se convenza de que se basan en principios que brindan resultados. Luego recurra a su imaginación creativa para investigar nuevas aplicaciones, nuevas formas de hacer las cosas que cuenten con el poder basado en principios para hacer realidad esos sueños… La visión constituye la mejor manifestación creativa y la principal motivación de la actitud humana. Equivale a la aptitud para ver más allá de nuestra realidad del momento, y crear, inventar lo que todavía no existe, convertirnos en lo que aún no somos. Nos confiere la capacidad para vivir conforme a nuestra imaginación y no a nuestra memoria… Más que cualquier otro factor, la visión incide en nuestra elección y en la forma como empleamos nuestro tiempo24».
Es responsabilidad del líder comunicar la visión regularmente y crear situaciones que la ilustren. Los grandes sueños no pueden convertirse en realidad solo con brío, ilusión y entusiasmo. Sin trabajo duro y persistencia es imposible crear un nuevo futuro. Una declaración de visión inspira, pero debe concretarse en:
Un plazo temporal de aproximadamente tres años. Hasta hace muy poco las visiones se planteaban a diez, quince o veinte años vista, pero el cambio frenético que experimentamos nos obliga a realizar planes a corto y medio plazo, siendo el futuro cada vez menos predecible, y los elementos cambiantes que influyen en nuestro entorno son excesivos como para que podamos tenerlos todos en cuenta y controlarlos sin errores o con las menos desviaciones posibles.
Lo que somos capaces de hacer para lograrlo. La dedicación del tiempo de que se disponible realmente, conocimientos fiables que tenemos y podemos aportar sin dilación, recursos humanos y materiales con los que contamos con certeza... voluntad, esfuerzo y trabajo que estamos dispuestos a emplear, es decir, nuestro grado de cansancio y sacrificio al que somos capaces de llegar y asumir.
«A menudo, quienes vacilan en hacer planes es porque
dudan también en su capacidad de cumplirlos».
Michael Levine
En este sentido, la visión también sirve para evitar en el equipo el sentimiento de derrota y que se ceda la iniciativa a los acontecimientos; por eso su enunciado ha de ser fácil de recordar y con el que uno pueda comprometerse. Y, por supuesto, alineada con los valores y la cultura propios de la empresa.
El horizonte hacia el cual nos encaminamos. El límite medible que nos hemos impuesto a partir del cual podemos considerar logrado nuestro sueño. La cima que deseamos ardientemente coronar con éxito.
«Un hombre no pasará de trapero si solo tiene visión de trapero».
O.S. Marden
Cada uno de nosotros somos o podemos ser nuestro propio límite. La visión clara del futuro impulsa con fuerza hacia adelante. Todo ello comunicado con pasión mediante un lenguaje vivo y un estilo expresivo.
Misión
Lo que hace grandes a los hombres es su habilidad para decidir lo que es importante y entonces concentrar su atención en ello. En nuestra partida de ajedrez nos habíamos planteado conseguir el jaque mate en veintitrés movimientos, y realizarlo con una torre y un alfil. Así pues, toda nuestra tarea estará enfocada a preservar estas figuras, sacrificando las demás si fuese necesario y estar enfocados constantemente en el jaque mate: establecer la misión de la organización, la razón de su existencia y que la diferencie de las demás por el modo concreto en que se manifiesta.
«Solo triunfa en el mundo quien se levanta y busca las circunstancias, y las crea si no las encuentra».
Bernard Shaw
Es el trabajo cotidiano que debemos realizar para estar enfocados continuamente hacia la visión y alcanzarla. Detalla qué tipo de programas e iniciativas impulsará la empresa para aproximarse a la visión que ha definido.
La frase que utilizó Ford para definir su misión es breve, pero deja muy claro el modo con el que quiere llegar a alcanzar su sueño: «La calidad es el trabajo nº 1». Sin embargo, la mayoría de las declaraciones de misión están más detalladas, a menudo describiendo lo que se hará por quién, para quién, para qué y por qué.
En consecuencia, la misión no puede ser una mera declaración que se cuelga enmarcada de la pared, sino que debe llevarse a la práctica con acciones concretas a lo largo de un espacio de tiempo determinado, y sobre todo, jalonada de objetivos factibles pero con un cierto grado de utopía, que causen alegría, emoción y aumenten la motivación cuando los vayamos alcanzando. La misión describe la razón de ser de nuestra empresa, identifica a los clientes y las principales necesidades que la organización les está cubriendo. Los diferentes departamentos dentro de la empresa también pueden apoyarse en sus propias misiones particulares, pero todas ellas alineadas con la misión de la compañía. Cuando las personas sabemos por qué estamos haciendo lo que hacemos y de qué forma apoyamos con ello a la organización como un todo completo, nos motivamos y somos capaces de actuar independientemente y al mismo tiempo