Curso de Derecho Constitucional. Tomo I. Ángela Vivanco Martínez. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Ángela Vivanco Martínez
Издательство: Bookwire
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Год издания: 0
isbn: 9789561426498
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a explicar el conjunto de la realidad política en función de un ideal político, con el objetivo de implantar un valor en la sociedad, dando una explicación valórica a lo acontecido. Por otro lado, la ideología política es el conjunto de ideas que abarca toda la realidad y que pretende reducirla a un esquema simple de conceptos, globalizando las diversas situaciones que en un grupo humano se producen12, procurando ofrecer soluciones traducidas en un necesario plan de acción, de allí que se llame a las ideologías –también– “ideas-fuerza”, como lo fueron el nacionalsocialismo, el marxismo y el fascismo.

      Naturalmente la política se relaciona con el derecho político, ya que éste analiza, proyecta y explica la política desde un punto de vista jurídico, pero también se amplía su influencia a otras ciencias, como las siguientes:

      La idea de poder, al interior de todo sistema, entendido como la capacidad de asignación vinculante, se relaciona con la idea de orden, es decir, con la adecuación de sus componentes respecto de un fin.

      Quien detenta un poder es capaz de adecuar a los integrantes del grupo humano respecto de un fin determinado, lo que se obtiene fundamental y básicamente a través de normas.

      De allí que muchos autores concluyen que la esencia del poder es la capacidad de “dictar el derecho” y de “hacerlo cumplir”.

      Además de enfocar el Poder desde el punto de vista del orden, se puede hacer lo mismo desde el punto de vista de la autoridad, lo que pone el acento en la figura del mando y de la obediencia.

      Así, ejercer el poder significa la capacidad de imponer su voluntad en el sistema, la que debe ser obedecida, no sólo en cuanto a la aceptación formal sino también al cumplimiento de lo mandado.

      El concepto de autoridad es valórico, no responde tan sólo a la investidura o al nombramiento en un cargo, sino a la aceptación que se tiene de él. A la autoridad no se la obedece fundamentalmente por la fuerza, sino por convencimiento de que corresponde obedecerla.

      De allí nace la afirmación de que la autoridad es la capacidad de modificar la conducta humana por el respeto y aceptación que tienen los demás en la persona que gobierna.

      A.1) Autoridad Moral: Es el reconocimiento por parte de los ciudadanos respecto que un individuo posee mandato legítimo, el cual subsiste por la conciencia de la obligación que existe de obedecer.

      A.2) Autoridad Coercitiva o de Coacción: Es aquella que se ejerce por la fuerza habiendo una obligatoriedad de por medio. Su naturaleza la hace tener una efectividad a corto y no a largo plazo, ya que genera malestar en quienes deben obedecer.

      Puede gobernarse en virtud de la fuerza asociada con el temor o en virtud del convencimiento de los gobernados, pero sólo en este último caso estamos en presencia de real autoridad. A la autoridad se le obedece porque se cree que su imposición de voluntad es válida.

      Esta idea alude al tema de la “legitimidad”, es decir, a la creencia de los gobernados de que quien los gobierna lo hace válidamente.

      Es el atributo esencial y la cualidad distintiva del poder y lo podemos definir como la facultad que tiene un Estado de organizarse políticamente y de ejercer jurisdicción sobre su territorio. Condiciones esenciales de la soberanía son ser una, indivisible, imprescriptible e inviolable, ya que le pertenece a cada Estado en forma única e independiente, para siempre y prohibiéndose todo atentado contra ella, lo que no impide que de suyo reconozca limitaciones, particularmente respecto de los Derechos Humanos.

      Alude al consenso con el que debe contar el mando por parte de quienes deben obedecerlo, para que cuente con efectiva obediencia de la comunidad.

      A.1) Legitimidad de Origen: Convencimiento social de que el individuo que manda accedió válidamente al poder.

      A.2) Legitimidad de Ejercicio: Convencimiento de que el individuo que manda está ejerciendo el poder válidamente.

      El ideal político es que en el gobernante confluyan ambos aspectos de la legitimidad, es decir, de origen y de ejercicio, pero puede que no cuente con ambas calidades. El gobernante será autoridad siempre que sea legítimo o mientras alcance y mantenga la legitimidad, para la cual es indispensable el consenso de quienes lo obedecen.

      B.1) Legitimidad Sustancial o Material: Es aquélla considerada desde el punto de vista del derecho natural, que corresponde al conjunto de valores que tiene la naturaleza humana en sí misma. De acuerdo a lo anterior la legitimidad consiste en la relación entre el gobernante y la aplicación del derecho natural en esa sociedad completa. De esta manera, sólo lo ejecutado buscando el bien de acuerdo al derecho natural sería legítimo, pudiendo coincidir con la legitimidad formal, para determinar lo cual es necesario realizar un examen ético de valor.

      B.2) Legitimidad Formal: Es aquella que exige al gobierno cumplir única y exclusivamente con mecanismos de generación y ejercicio del poder. Max Weber trata el tema en Economía y Sociedad, obra en la que explica la razón de por qué el pueblo sigue a sus gobernantes. Este autor considera a la legitimidad en la política, desde la óptica de la sociología del poder, como la aceptación que tiene el hecho de que la autoridad gobierne en un Estado determinado.

      C.1) La Tradición: Los gobernados aceptan el mando de una persona, porque ella ha llegado al poder en cumplimiento de la costumbre arraigada en la sociedad con la base o fundamento “en la creencia cotidiana en la santidad de las tradiciones que rigieron desde lejanos tiempos y en la legitimidad de los señalados por esa tradición para ejercer la autoridad”15.

      C.2) Sistema racional-legal: Es el sistema más moderno y corresponde a la aceptación de un mando, porque la autoridad está investida de acuerdo a lo