De neblina gimiendo
Y otra vez tu pañuelo
Y tus dos ojos zarcos
Y la rabia incansable
De mi cuerpo rugiendo
Al infame horizonte
Donde mueren los barcos
1998
Al norte la patria mía
Al norte la patria mía
Leyenda de una proeza
Es un gigante reseco
De tanto alumbrar riquezas
Se fue llenando de huecos
Al norte la patria mía
Cada dólar que llega
Como coneja
Tiene mil pariciones
Luego nos deja
Cada dólar que llega
Como coneja
Como coneja ay sí
De mal agüero
Va pariendo miserias
Por el trasero
Y ahora —¡Quién lo diría!—
Tierra baldía
1965
Allende
Presidente:
He marchado por las calles del mundo
Las plazas y los parques,
Los lagos, los volcanes
Los ríos memorables
Los páramos, las ruinas
Los trigales, los bosques llenos de voces verdes
En busca de tu nombre
Y allá encontré tu nombre
He pescado botellas en el mar con tu rostro
Dibujado en oscuros papeles navegantes,
Y poemas tallados a cuchillo en las mesas
De bares infinitos, cerca del fin del mundo,
Pero en Chile, tu patria,
No hay nada que te nombre.
Tú no estás en las calles de Chile, ni en sus muros
No estás en los mercados ni en las escuelas rotas
Pero sí en la memoria de los que defendiste
Con tu ideal, tus manos y tu muerte inmortal
Nada, nada, sólo el amor de tu pueblo, Allende
Presidente: está escrito tu nombre en una estrella
Y Salvador Allende se llaman los tranvías
Los barcos castigados que surcan el oleaje
Los trenes sudorosos de aceites y de lluvia
Pero en tu patria nada lleva tu nombre, Allende
No volverás jamás puesto que no te has ido
No partirás jamás puesto que te quedaste
No borrarán tu gesto ni esconderán tu sangre
Ni harán de tu legado un manuscrito muerto
Pues eres parte altiva de la historia de Chile
Tú no estás en las calles de Chile ni en sus muros
No estás en los mercados ni en las escuelas rotas
Pero sí en la memoria de los que defendiste
Con tu ideal, tus manos y tu muerte inmortal
Nada, nada, sólo el amor de tu pueblo, Allende
Hay que escribirte en las murallas
Hay que sacarte del silencio
Hay que romper la cordillera para que vuelvas a caballo
Hay que abrir huecos en el cielo para que bajes como un rayo
Hay que abrir tumbas y panteones para que subas de la muerte
Porque no hay nada que nos una como tú, Salvador Allende
Porque no hay nada que nos una como tú, Salvador Allende
Porque no hay nada que nos una como tu Salvador Allende
Porque no hay nada que nos una como tu Salvador Allende
Como tú, Salvador Allende
2001
Antes de amar de nuevo
Antes de amar de nuevo, lava tu corazón
Con agua y con ceniza que sean verdaderas:
Así el recién venido sabrá que has olvidado
Al otro que ocupaba tu vida aventurera.
Antes de amar de nuevo, desata las amarras
Que te retienen lejos, en horizonte extraño:
Ignoras lo que vale conquistar un minuto
Cuando orgullosamente te has dormido mil años.
Se ama de pie en un mundo confuso y desgarrado
Que apenas da reflejos de algo mucho más bello:
Para alcanzarlo basta con limpiar la mirada
Y sin duda sabrás lo que es aquello.
Antes de amar de nuevo, llora un poco en silencio,
Haz como hace la lluvia que lava tu ventana,
El sol no está tan lejos de tu alma vanidosa,
Solo que para verlo hay que abrir la mañana,
Se ama de pie en un mundo confuso y desgarrado
Que apenas da reflejos de algo mucho más bello:
Para alcanzarlo basta con limpiar la mirada
Y sin ninguna duda sabrás lo que es aquello.
Antes de amar de nuevo, llora un poco en silencio,
Haz como hace la lluvia que lava tu ventana,
El sol no está tan lejos de tu alma vanidosa,
Sólo que para verlo hay que abrir la mañana,
1998
Antigua
Más que el universo ella es antigua
Más que las galaxias ella es
Más que el sol labriego ella es antigua
Más que las murallas de los Andes y su fuero
Anterior al hombre, a su memoria y a su amor
A sus armaduras, su puñal, su asedio
Más que el aire alado ella es
Más que el vegetal, más que el carbón de piedra
Más que el mar amante y su convoy de escamas
Más que los metales y el reloj
Y no se ha extinguido en su cometa
En su calor, en su madera
En su epopeya,