[12] “Como […] los fenómenos sociales escapan sin duda a la acción del operador, el método comparativo es el único que conviene a la sociología” (Émile Durkheim, Les règles de la méthode sociologique [1895], París, Flammarion, col. “Champs”, 1988, p. 217 [ed. cast.: Las reglas del método sociológico, trad. de Antonio Ferrer y Robert, Madrid, Akal, 1991, entre otras]).
[13] Referencia al “método de las variaciones concomitantes” que Durkheim considera como “el instrumento por antonomasia de las investigaciones sociológicas” (ibíd., cap. 6, pp. 217-232), y del que propone un empleo ejemplar en Le suicide. Étude de sociologie [1897], París, PUF, col. “Quadrige”, 1981 [ed. cast.: El suicidio. Estudio de sociología, trad. de Manuel Arranz, Madrid, Losada, 2004].
[14] Indudablemente, Bourdieu alude a Ludwig von Bertalanffy, autor de una Théorie générale des systèmes. Physique, biologie, psychologie, sociologie, philosophie [1968], trad. de Jean-Benoist Chabrol, París, Bordas, 1973 [ed. cast.: Teoría general de los sistemas. Fundamentos, desarrollo, aplicaciones, trad. de Juan Almela, México, FCE, 2014].
[15] Véase, en el vol. 1 de este Curso, la clase del 30 de noviembre de 1982.
[16] La palabra griega historía (ἱστορία) significa, en su acepción más simple, “búsqueda, información, exploración” (y por extensión el resultado de una búsqueda y el relato o la relación de lo que se ha aprendido gracias a ella).
[17] P. Bourdieu desarrollará más esta noción de loci incerti en Manet, une révolution symbolique…, ob. cit., p. 237.
[18] Enrico Castelnuovo y Carlo Ginzburg, “Domination symbolique et géographie artistique dans l’histoire de l’art italien”, Actes de la Recherche en Sciences Sociales, 40, Sociologie de l’œil, noviembre de 1981, pp. 51-72.
[19] Sobre el numerus clausus, véanse, en el vol. 1 de este Curso, las clases del 2 de junio y el 30 de noviembre de 1982.
[20] Sin duda, Bourdieu tiene en mente las referencias que hace un poco más adelante en esta misma clase a Weber y su análisis del proceso de “racionalización”, sobre todo en el caso del derecho y la economía.
[21] É. Durkheim, De la division du travail social [1893], París, PUF, col. “Quadrige”, 2007 [ed. cast.: La división del trabajo social, trad. de Carlos G. Posada, Madrid, Akal, 1982].
[22] Gaston Bachelard, La formation de l’esprit scientifique. Contribution à une psychanalyse de la connaissance objective, París, Vrin, 1938 [ed. cast.: La formación del espíritu científico. Contribución a un psicoanálisis del conocimiento objetivo, trad. de José Babini, México, Siglo XXI, 1987].
[23] É. Durkheim, Les règles de la méthode sociologique, ob. cit., cap. 2, “Règles relatives à l’observation des faits sociaux”, pp. 108-139 [ed. cast.: “Reglas relativas a la observación de los hechos sociales”, en Las reglas del método sociológico, ob. cit., pp. 45-69].
[24] G. Bachelard, La formation de l’esprit scientifique…, ob. cit., en especial p. 13.
[25] Bourdieu tal vez hace referencia a los móviles que el escultor estadounidense Alexander Calder (1898-1976) comenzó a construir a comienzos de la década de 1930, y que estaban compuestos de formas geométricas accionadas por el aire o por motores eléctricos. En 1992, Bourdieu explicaba que, contra una tendencia común que consiste en representar el mundo social en forma de pirámide, “[él, cada vez más,] ve el mundo social como un móvil de Calder, donde hay una suerte de pequeños universos que se balancean unos con otros en un espacio de varias dimensiones” (P. Bourdieu, “Questions à Pierre Bourdieu”, en Gérard Mauger y Louis Pinto [comps.], Lire les Sciences Sociales, vol. 1, 1989-1992, París, Belin, 1994, p. 23).
[26] Alusión al enfoque marxista que plantea en forma sistemática la causalidad del modo de producción económica “en última instancia”.
[27] Probablemente sea una leyenda, pero se dice que esta frase (Ἀγεωμέτρητος μηδείς εἰσίτω) estaba grabada en la entrada de la Academia, fundada por Platón.
[28] Alusión al teorema que debe su nombre al matemático alemán Hermann Amandus Schwarz (1843-1921) y que se refiere a las derivadas cruzadas parciales de una función.
[29] Alusión a la investigación sobre los profesores de la Universidad de París: P. Bourdieu, Homo academicus, París, Minuit, 1984 [ed. cast.: Homo academicus, trad. de Ariel Dilon, Buenos Aires, Siglo XXI, 2008].
[30] Alusión a la investigación sobre el episcopado: P. Bourdieu y Monique de Saint Martin, “La sainte famille. L’épiscopat français dans le champ du pouvoir”, Actes de la Recherche en Sciences Sociales, 44-45, Éternelle Église?, noviembre de 1982, pp. 2-53 [ed. cast.: “La Sagrada Familia. El episcopado francés en el campo del poder”, trad. de Ana Teresa Martínez, en La eficacia simbólica. Religión y política, Buenos Aires, Biblos, 2009, pp. 91-197].
[31] Sobre esta imagen del juego de cartas, véase P. Bourdieu, “Quelques propriétés générales des champs”, en Questions de sociologie, París, Minuit, 1980, pp. 113-120 [ed. cast.: “Algunas propiedades de los campos”, en Cuestiones de sociología, trad. de Enrique Martín Criado, Madrid, Istmo, 2000, pp. 112-119].
[32] Bourdieu ya había analizado el problema de la réplica en sus textos sobre el sentido del honor (P. Bourdieu, “Le sens de l’honneur”, en Esquisse d’une théorie de la pratique, précédé de Trois études d’ethnologie kabyle [1972], París, Seuil, col. “Points Essais”, 2000, pp. 19-60 [ed. cast.: “El sentido del honor”, en Bosquejo de una teoría de la práctica, trad. de Mónica Cristina Padró, Buenos Aires, Prometeo, 2012]). Es muy posible que aquí piense sobre todo en el caso de los ingresantes que, a fines de los años setenta, eran los “nuevos filósofos”, a quienes un “gran poseedor de capital simbólico” como Gilles Deleuze había respondido en 1977: “À propos des nouveaux philosophes et d’un problème plus général”, suplemento gratuito de Minuit, 24, mayo de 1977, s.f., reed. en Deux régimes de fous. Textes et entretiens, 1975-1995, París, Minuit, 2003, pp. 126-134 [ed. cast.: “Sobre los nuevos filósofos y sobre un problema más general”, en Dos regímenes de locos. Textos y entrevistas (1975-1995),