Las organizaciones públicas, desde el punto de vista sociológico son, formaciones sociales diferenciadas por fines específicos preestablecidos en las leyes, decretos y normas que les dan origen.
Se caracterizan además por tener una estructura diferenciada de roles, horizontal y verticalmente (estructura organizacional) y que van más allá de las personas que circunstancialmente los desempeñan.
El comportamiento organizacional público es el campo de estudio de la sociología de las organizaciones que investiga el efecto recíproco entre personas, grupos y equipos y la organización pública toda, en su forma de actuar internamente y en relación a un contexto político, económico, social y de otras organizaciones, determinado, con el fin de comprender y mejorar su desempeño.
Se ocupa también de lo que las personas hacen en las organizaciones públicas y cómo repercute su conducta en la dinámica y forma de equilibrar el trabajo, en su crecimiento y en la búsqueda de objetivos y metas personales y profesionales. Busca comprender la interacción entre las personas y las organizaciones y la forma que se puede influir en su comportamiento en aras de alcanzar resultados en términos de rendimiento, satisfacción, y crecimiento y desarrollo de las personas.
El estudio del comportamiento organizacional de organizaciones que conforman la administración pública, al igual que esta última, abarca un campo multidisciplinar que integra, entre otras, las disciplinas de la ciencia política, la administración, la economía, la sociología, la estadística, la psicología y la psicología institucional, los sistemas de información, la antropología, la ética, el derecho, las matemáticas, el medio ambiente y otras que hacen a sectores particulares del Estado y la administración pública donde caben las ingenierías, la arquitectura, el urbanismo, la salud, la defensa, la seguridad, las relaciones internacionales, etc.
Las organizaciones se estructuran bajo pautas de racionalidad orientadas a fines u objetivos y metas como guía u orientación a seguir, sin postular aquí que todos los fines sean racionales, ni todas las acciones de las organizaciones determinadas por los miembros que las componen en un momento determinado también lo sea.
Las personas que integran las organizaciones, interactúan en ellas, desempeñando diferentes roles. En la interacción generan cultura, establecen normas, usos, costumbres, creencias, valores, generan grupos, trabajan en equipo. Se comunican e informan, deciden, ordenan, mandan, obedecen, persuaden, son convencidos, influencian, son influidos, lideran, son liderados, establecen contratos psicológicos, se socializan, se organizan y permanecen o se retiran de la organización.
El que una organización pública esté orientada hacia un objetivo, se debe a que hay en ella grupos de personas que tienen una representación consciente de dicho objetivo y que dirigen las acciones a alcanzarlo con un nivel de integración y diferenciación entre sus partes, y en interacción con su entorno.
Organización de la obra
La presente obra se encuentra dividida en tres partes.
En la primera parte, se pasa revista a las relaciones entre Estado, sociedad y administración pública. Se examina el proceso de formulación de políticas públicas y se estudian los procesos de modernización del Estado a nivel global y en América Latina y Argentina en particular.
En el capítulo primero, Juan Carlos Herrera examina las múltiples relaciones que se establecen entre Estado, sociedad y administración pública con sus tensiones y contradicciones en una relación compleja las luchas por ampliar los espacios de libertad y; con la voluntad de ejercer el poder en términos de dominación política.
Luego explora la evolución del Estado Moderno, del Estado liberal al Estado social.
Posteriormente aborda el tema de la Representación Política y observa, que en las últimas décadas, asistimos a una creciente expansión y diferenciación del fenómeno de la representación política en los regímenes democráticos. Su análisis explora la aparición de nuevas y más complejas demandas sociales, sostenidas por actores que plantean formas de participación y protagonismo que se renuevan incesantemente. Estudia la experiencia del “desencanto” y la “decepción” que las sociedades democráticas están experimentando por las distorsiones y deficiencias en el funcionamiento de las instituciones representativas. Llama la atención acerca de la ignorancia sobre las posibilidades y potencialidades de la representación. Esta crisis de representación, afirma, es ante todo una crisis de las instituciones representativas asociadas a la producción de legitimidad de los regímenes democráticos; en especial, los partidos políticos que, en principio, determinan el modo de gobierno representativo en dichos regímenes, tanto parlamentarios como presidencialistas. Continúa, entonces abordando las problemáticas del poder, el gobierno y la legitimidad. Finaliza, examinando las nociones de gobernabilidad y gobernanza en la democracia del siglo XXI.
En el capítulo segundo, analizo el tema de la modernización y reforma del Estado y la administración pública a nivel global y en América Latina. Comienzo viendo el paso del modelo patrimonialista al burocrático. Observo la importancia de este en los inicios del siglo XX. Luego paso a analizar la crisis de la administración burocrática y la introducción de lo que se dio en llamar reforma gerencial en los países desarrollados. Paso luego a examinar el consenso de Washington y la búsqueda de transferir estos principios gerencialistas a América Latina y al resto del mundo en desarrollo. Analizo las críticas y los fracasos y observo como se llega al post-consenso de Washington. También abordo el discurso neo-gerencialista en América Latina. Luego paso a observar el fenómeno reciente de la reconstrucción del Estado en América Latina. Finalmente, examino la agenda pendiente y presento una propuesta de una estrategia en materia de modernización del Estado.
En el capítulo tercero abordo las problemáticas de las reformas administrativas y los intentos de modernización del Estado en Argentina, particularizándolas por cada una de las etapas y períodos presidenciales.
En el capítulo cuarto, José Alberto Bonifacio examina el contexto de las innovaciones orientadas a mejorar el desempeño de la gestión pública, en el entendimiento de que la posibilidad de implantar exitosamente determinadas reformas es una variable dependiente de otras, que operan como condiciones previas. Sostiene que el comportamiento de estas variables independientes incide en la creación de condiciones favorables, si no necesarias, para la implantación de innovaciones en la gestión pública. Destaca que algunas de ellas son, en sí mismas, objeto de las reformas de los modelos de gestión sobre los que pueden influir, señalando especialmente el caso de la profesionalización de la función pública. Las variables que identifica para explorar su influencia en la incorporación de innovaciones orientadas a mejorar la gestión pública son: el liderazgo, la cultura, la burocracia, las normas, las estrategias, la formación de funcionarios, la profesionalización, los incentivos, las instituciones, la gobernanza y la política. El autor advierte que las hipótesis que plantea no obedecen a un modelo explicativo, sino que invitan a la discusión constructiva de las experiencias obtenidas en los procesos de reforma para trasladar a la acción, en clave democrática, iniciativas que aseguren la obtención de mayor valor público.
En el capítulo quinto, examino las políticas públicas como motoras y referentes del accionar de la administración pública. Ellas, junto con las demandas de la ciudadanía son las variables más causales y explicativas del accionar de la administración pública. Luego de caracterizarlas, paso revista al ciclo de las políticas públicas como criterio analítico de las mismas. Estudio los distintos modelos de formulación de políticas. También paso revista a los modelos organizacionales