Lea la Introducción completa. Analice la forma en que Simon presentó la cuarta edición y los agradecimientos que formuló, tomando nota de las personalidades a las que alude.
Haga una lectura rápida del Índice para saber con qué se va a encontrar. Vuelva ahora al Prefacio y analice la estructura que tiene la obra.
Comience con la lectura del texto original de la obra. Le pido que lea primero el Prefacio a la primera edición escrito por Simon y, luego, el Prólogo que elaboró Chester Barnard.
Ahora comience con el texto original de cada capítulo. En la primera lectura, no se detenga ni en los Comentarios de Simon ni en las Observaciones, notas y referencias que he realizado.
Cuando finalice todos los capítulos originales, lea el Apéndice. Puede decir, ahora, que usted conoce el original de la obra.
Comience entonces a comprender la obra. Lea los Suplementos (especialmente el Suplemento I, para entender las diferentes variaciones de forma que tuvo la obra).
Es hora de disfrutar la obra. Lea nuevamente cada capítulo, con el Comentario de Simon (tenga en cuenta los Suplementos). Lea luego las Observaciones, notas y referencias que he formulado.
Indague todo lo posible en los originales de las obras de Simon. Para ello le sugiero recurrir a la base de datos habilitada totalmente en 2009 en la Carnegie Mellon University, que puede consultar de manera virtual: http://diva.library.cmu.edu/Simon/ access.html
Cuando termine, vuelva a leer detenidamente los capítulos IV y V, los Comentarios de Simon y las Observaciones, notas y referencias a esos capítulos.
Si en algún momento de su lectura completa considera usted que se encuentra frente a una de las personalidades más sobresalientes en las ciencias sociales del siglo pasado, estará en lo cierto. Si usted está estudiando Management o quiere enseñarlo, deje a mano esta obra: la consultará siempre.
15. Simon y Borges leyeron Don Quijote con una particular similitud cruzada: Borges lo leyó por primera vez en inglés; Simon, por primera vez, en español. Ambos fueron luego a sus respectivas lenguas maternas para convalidar la lectura. Ambos notaron la misma cosa: la absoluta pérdida del sentido de las sutilezas del humor de Don Quijote que ocurren en la traducción (Simon, 1991.a).
16. El nombre húngaro de John von Neumann es Margittai Neumann János Lajos.
17. Ernst Friedrich Ferdinand Zermelo, lógico y matemático alemán (1871-1953), fundador de la denominada teoría axiomática de conjuntos. Simon se refiere al axioma de elección que formuló en 1904 (Monsterín, 2004).
18. Se refiere a la obra publicada por von Neumann en 1928, en la que introduce el Teorema Minimax, que le dio su lugar como fundador de la teoría de los juegos. El principio minimax establece una solución racional para un conflicto definido con exactitud en el sentido de que ambas partes pueden convencerse a sí mismas de que no podrían hacer nada mejor, dada la propia naturaleza del conflicto. Hay que recordar que von Neumann era un consuetudinario jugador de póquer y de ajedrez. Demostró con su teoría que existe siempre una forma “correcta” u “óptima” de tomar parte en este tipo de juegos.
19. Se refiere a la obra escrita en 1926 y publicada en 1931 (Ramsey, 1926). Ramsey desarrolló la Teoría Bayesiana de la decisión, tratando dos de los tres aspectos intencionales de la racionalidad que parecen fundamentales: creencia y deseo. La elección de un curso de acción sobre otro, o la preferencia que se le otorgue a un estado de cosas mejor que otro, es el producto de dos consideraciones: el valor que se coloca en las distintas consecuencias posibles y cómo se juzga que serán esas consecuencias, suponiendo que la acción se realice o el estado de cosas llegue a darse (Ramsey, 1926).
20. Se refiere a las obras más notorias (Shannon, 1948; Shannon & Weaver, 1949; Wiener, 1948).
21. Simon sugirió la consulta adicional (Newell & Simon, 1972, páginas 874-888).
22. El paradigma de los sistemas de procesamiento de información (IPS) fue introducido como concepto por Newell y Simon, y trató de separar los hechos de los valores (Newell & Simon, 1956). Esto no es casual, porque los problemas derivados del tratamiento de los valores son obvios y por ello en los trabajos científicos se evita su consideración: esto es así porque la ciencia debe basarse en hechos. Si bien en su fuente principal (Barnard, 1938) el libro culmina con el tratamiento de los valores, la ética y la moral como una atención inherente a la función ejecutiva, Simon consideró a los valores como términos primitivos sobre los que debe discutirse, al menos racionalmente: “No podemos decir dónde vamos; a lo sumo podemos decir cómo llegar allí” (Simon, 1983.c).
22'. El paradigma de los sistemas de procesamiento de información (IPS) fue introducido como concepto por Newell y Simon, y trató de separar los hechos de los valores (Newell & Simon, 1956). Esto no es casual, porque los problemas derivados del tratamiento de los valores son obvios y por ello en los trabajos científicos se evita su consideración: esto es así porque la ciencia debe basarse en hechos. Si bien en su fuente principal (Barnard, 1938) el libro culmina con el tratamiento de los valores, la ética y la moral como una atención inherente a la función ejecutiva, Simon consideró a los valores como términos primitivos sobre los que debe discutirse, al menos racionalmente: “No podemos decir dónde vamos; a lo sumo podemos decir cómo llegar allí” (Simon, 1983.c).
23. Se recomienda remitirse al Prefacio de esta edición (Basualdo) y la bibliografía (Simon, 1991.a; Basualdo, 1999).
24. Para ampliar en detalle se recomienda leer las Observaciones, notas y referencias al Capítulo V.
25. Escapa al propósito de estas observaciones realizar una descripción de la teoría del profesor Weick, pero se recomienda muy enfáticamente la lectura de sus obras más renombradas (Weick, 1969; 1995; 2001; 2009).
26. Se sugiere consultar toda la obra de John Dewey que estaba en conocimiento de Simon al momento de escribir el original de El Comportamiento Administrativo (Dewey, 1920; 1927; 1930; 1931; 1938).
27. El vocablo “teleología” proviene de la conjunción de dos vocablos griegos: τέλεος (teleos: fin) y λογία (logia: estudio, ciencia). Se atribuye al filósofo alemán Christian von Wolff (1679-1754) haber introducido el término (Wolff, 1728).
28. Hay que tener presente que, al momento de la edición original, Simon conocía muy bien la obra Tractatus Logico Philosophicus, de Wittgenstein, publicada en 1921 (Wittgenstein, 1921), a la que accedió recién en 1933, en una traducción de la obra. En ella, Wittgenstein reflexionó acerca del giro dramático de la esperanza de encontrar la verdad como la esencia de un ideal, demostrando de manera rigurosa que lo que se puede decir con la lógica formal es verdad. En un trabajo posterior enfatizó la ineludible multiplicidad de significados de las situaciones y la importancia del lenguaje que es el juego que jugamos como una forma de vida (Wittgenstein, 1953). El original fue escrito en alemán, pero