Guerra del pueblo, Ejército del pueblo. Vo Nguyen Giap. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Vo Nguyen Giap
Издательство: Bookwire
Серия: Verde Olivo
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789874039231
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loca­les y estábamos en mejores condiciones para reagrupar nuestras fuerzas. A fines de 1948 y comienzos de 1949 nos lanzamos por primera vez a pequeñas campañas que causaron al enemigo pérdidas sensibles. Los franceses empezaron a inquietarse seriamente. La comisión investi­gadora presidida por el general Revers terminó sus traba­jos con un informe bastante pesimista, llegando a la conclusión de que era necesario solicitar una ayuda más amplia de los Estados Unidos.

      1949 fue el año del extraordinario triunfo de la Revolu­ción China y del nacimiento de la República Popular China. Este gran acontecimiento histórico, que modificó la fisonomía de Asia y del mundo, ejerció una influencia considerable sobre la guerra de liberación del pueblo vietnamita. Saliendo del aislamiento que le había impues­to el enemigo, Vietnam se encontraba desde ahora geográ­ficamente unido al campo socialista.

      A comienzos de 1950 la República Democrática de Vietnam fue reconocida oficialmente por la República Popular China, la Unión Soviética y los otros países hermanos. Al año siguiente, en el curso de su II Congreso, el Partido Comunista Indochino decidió cambiar de nom­bre y se convirtió en el Partido de los Trabajadores de Vietnam. El Frente Viet Minh y el Lien Viet (Frente de Unión Nacional de Vietnam) se fusionaron. En 1953 el Partido y el gobierno decidieron realizar la reforma agraria para liberar las fuerzas de producción y dar un impulso más vigoroso a la resistencia. El conjunto de todos estos hechos contribuyó a modificar a nuestro favor la fisono­mía de la guerra.

      En efecto, el año 1950 señaló un nuevo desarrollo de nuestra prolongada resistencia. Durante el invierno, en la campaña de la frontera, abrimos nuestra primera contra­ofensiva relativamente importante que logró la liberación de las provincias de Cao Bang, Lang Son y Lao Kay. Enseguida desatamos una serie de operaciones ofensivas en el frente del delta.

      El enemigo sufrió nuevas derrotas. El general De Lattre de Tassigny fue enviado a Indochina. La ayuda militar concedida por los Estados Unidos después de un convenio firmado en 1950, aumentaba sin cesar. La guerra de agresión, lanzada inicialmente por los colonialistas france­ses, se convertía cada vez más en una guerra hecha con los dólares norteamericanos y la sangre francesa. Era verdaderamente una guerra sucia.

      En 1952 nos lanzamos a una campaña en el noroeste y liberamos vastos territorios hasta Dien Bien Phu. A comien­zos de 1953 las unidades de voluntarios vietnamitas, coope­rando con el ejército de liberación del Pathet-Lao, desenca­denaron la campaña del Alto Laos que logró la liberación de la provincia de Sam Neua.

      En resumen, he aquí la situación de los diversos teatros de guerra:

      El frente principal era el del norte de Vietnam, donde se había desarrollado la mayor parte de las batallas importantes. A comienzos de 1953 la casi totalidad de la región montañosa, o sea más de dos tercios del territorio del norte de Vietnam, estaba liberada. El enemigo ocupaba todavía Hanói y el delta del Río Rojo, o más exactamen­te las grandes ciudades y las vías de comunicación más importantes; nuestras bases guerrilleras —nuestra zona libre— abarcaban ya a cerca de los dos tercios de las aldeas y localidades situadas en esa región. En el centro y en el sur de Vietnam manteníamos todavía muy sólida­mente grandes zonas libres mientras continuábamos desa­rrollando poderosamente nuestras bases guerrilleras en la zona ocupada.

      La fisonomía de los teatros de operaciones se había modificado seriamente: la zona ocupada por el enemigo se reducía gradualmente, mientras que la principal base de la resistencia, la zona libre del norte de Vietnam, se amplia­ba y consolidaba de día en día. Nuestras fuerzas conserva­ban constantemente la iniciativa de las operaciones. El enemigo se encontraba arrinconado en un peligrosísimo callejón sin salida.

      Los franceses se atascaban cada vez más en su guerra de agresión. La ayuda norteamericana, que cubría solamente el 15% de los gastos de esa guerra en 1950 y 1951, llegaba en 1952 al 35 % y al 45 % en 1953, para alcanzar el 80 % en 1954. Pero la situación del Cuerpo Expedicio­nario no tenía salida. En el otoño de 1953, aprovechando el armisticio de Corea, norteamericanos y franceses se dedicaron a aumentar sus fuerzas armadas en Indochina con el objetivo de continuar y extender las hostilidades.

      Aprobaron el plan Navarre, que se proponía aniquilar nuestras fuerzas regulares, ocupar todo el Vietnam y transformarlo en colonia y en base militar franco-americana; tenían la esperanza de terminar victoriosamente la guerra en dieciocho meses. Era de hecho el plan de los ultras Laniel-Dulles. Para realizar precisamente la primera parte de ese plan, el general Navarre concentró en el norte más de la mitad de las fuerzas móviles del teatro de guerra indochino, incluidos los refuerzos recientemente llegados de Francia, lanzó ataques contra nuestra zona libre y arrojó tropas paracaidistas en Dien Bien Phu para transformarlo en base de una ofensiva ulterior.

      El enemigo quería concentrar sus fuerzas. Nosotros le forzamos a dispersarlas. Al desatar una serie de fuertes ofensivas en los puntos que dejaba relativamente descu­biertos, le obligábamos a diseminar sus tropas por todas partes para contener nuestros ataques. Creamos así las condiciones favorables para el ataque a Dien Bien Phu, el campo atrincherado más poderoso de Indochina, conside­rado inexpugnable por el Estado Mayor franco-americano. Decidimos estrangular al enemigo en Dien Bien Phu. Fue­ron llevadas allí nuestras mejores unidades. Movilizamos los recursos humanos y materiales de la retaguardia para garantizar nuestras victorias en primera línea. Después de 55 días y 55 noches de combate, el Ejército Popular de Vietnam realizó el más alto hecho de armas de toda la guerra de liberación: la destrucción de la guarnición de Dien Bien Phu. Esta batalla, que modificó el curso de los acontecimientos, contribuyó de manera decisiva al éxito de la Conferencia de Ginebra.

      III. Los problemas fundamentales de nuestra guerra de liberación

      La guerra de liberación del pueblo vietnamita era una guerra justa, que tenía como objetivos reconquistar la independencia y la unidad de la patria, dar y asegurar a los campesinos el derecho a la tierra y defender las conquistas de la Revolución de Agosto. Por ello, fue ante todo una guerra del pueblo. Una cuestión decisiva fue educar, movilizar, organizar y armar a todo el pueblo para que participara en la resistencia.

      El enemigo de la nación vietnamita era el imperialismo, al que debíamos derrotar. Pero como desde hacía mucho tiempo se había ligado a los terratenientes feudales, la lucha antiimperialista no podía de ninguna manera separar­se de la lucha antifeudal. Por otra parte, en un país colonial atrasado como el nuestro, donde los campesinos representaban la inmensa mayoría de la población, la guerra del pueblo era esencialmente una guerra realizada por los campesinos bajo la dirección de la clase obrera. Por ello, movilizar