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Entre los escritores devocionales puritanos, Richard Baxter fue reconocido desde el principio por la «celestialidad» tanto de su contenido como de su forma. La claridad y la energía, el orden y el fervor, la sabiduría y la calidez, la amplitud y la profundidad, la fidelidad ministerial y la autoridad magistral se unen en todas sus producciones «prácticas y afectuosas». De hecho, sus escritos tuvieron esa pasión impactante desde que escribió su primer libro, El reposo eterno de los santos (el cual comenzó a escribir con la intención de dirigir sus pensamientos hacia las cosas de arriba, cuando pensó que estaba en su lecho de muerte): no solo porque el libro se centra íntegramente en aquello que siempre fue esencial para la piedad que vivió y enseñó, es decir, la esperanza de gloria que fortalece el corazón, sino porque la sublime oleada de su retórica trascendió todo lo que los estilistas puritanos habían logrado hasta ese momento (1649). La prosa isabelina puritana, como la mayoría del resto de la prosa isabelina, era una prosa muy ordinaria; por su parte, los escritores de principios del siglo XVII, tales como Richard Sibbes, Robert Bolton y John Preston tenían más color y viveza; sin embargo, la elocuencia de los escritos de Baxter era tan alta que proyectaba una sombra que era capaz de cubrir a los demás escritores. Su libro «Acerca del reposo «, como él solía llamarlo, se convirtió en un éxito en ventas y, de la noche a la mañana, catapultó su prominencia como escritor de textos acerca de la vida espiritual.
James Usher, el eminente cronólogo bíblico, ex arzobispo de Armagh, tenía un mismo corazón con esta escuela de escritores «prácticos y afectuosos» y apreciaba mucho la calidad de Baxter como exponente de la verdad devocional. Al reunirse con Baxter en Londres en 1654, presentó ante él un proyecto para el avance de la religión en Inglaterra, pues consideraba que Baxter estaba totalmente capacitado para llevarlo a cabo.
En ese breve encuentro que tuve con el reverendo siervo de Cristo, el obispo Usher, todo el tiempo fue demasiado insistente para conmigo, pidiéndome que escribiera un directorio para las diversas clases de cristianos profesos, algo que pudiera servir para instruir de manera particular y precisa a cada una de estas clases; comenzando con los inconversos, luego con los bebés en Cristo, y finalmente con los cristianos sólidos; incluyendo diferentes tipos de ayudas especiales para combatir toda la gama de pecados en los cuales son propensos a caer. Por la insistencia que mostró en nuestra primer reunión, yo me di cuenta de que era algo que había estado en su mente desde antes; y le dije que, en primer lugar, muchas otras personas ya habían abundado en ese tema, y en segundo lugar, que debido a que no conocía mis debilidades, él podía tener expectativas de mí que sobrepasaban mis capacidades reales. Pero él no se quedó satisfecho con mi respuesta, y siguió insistiendo con su petición…87
Tres años después, tras la muerte de Usher, Baxter se dio a la tarea de atender esa petición. En 1657 él escribió:
…he resuelto, con la ayuda de Dios, proceder en el siguiente orden. Primero, hablaré de los pecadores inconversos e impenitentes, los cuales todavía no tienen ninguna intención de volverse a Dios (…) y para ellos, en mi opinión, es necesario utilizar un discurso persuasivo que los despierte (…) Mi siguiente objetivo es enfocarme en aquellos que ya tienen alguna intención de volverse a Dios, y en ese sentido, mi intención será dirigirlos hacia una conversión verdadera y concienzuda, evitando que se conviertan en abortivos de la fe. La tercera parte consistirá en las direcciones para los cristianos jóvenes y los más débiles, las cuales tendrán la intención de afirmarlos en la fe, edificarlos, y preservarlos. La cuarta parte, son direcciones para los cristianos distantes y propensos a apartarse, para buscar su restauración segura. Además de eso, incluyo algunas persuasiones y direcciones breves en contra de ciertos errores particulares de estos tiempos, y en contra de algunos de los pecados mortales más comunes. En cuanto a las direcciones para, las conciencias dudosas y problemáticas, ya he hablado de eso en otro lugar.88 Finalmente, la última parte está destinada más especialmente a las familias, con la intención de darles dirección en lo que respecta a las diversas relaciones de los deberes familiares.89
En esa misma línea de pensamiento, durante los siguientes años, Baxter publicó: A Treatise of Conversion [Un tratado acerca de la conversión] (1657): A Call to the Unconverted [Un llamado a los inconversos] (1658); Directions and Persuasions to a Sound Conversion [Direcciones y persuasiones para la conversión sana] (1658); Directions for Weak, Distempered Christians [Direcciones para los cristianos enfermos y débiles] (1669); Crucifying the World by the Cross of Christ [Crucificando al mundo por la cruz de Cristo] (1658); Catholic Unity[Unidad católica] (1659); Self–Denial [La autonegación] (1660); The Vain Religion of the Formal Hypocrite Detected [La religión vana del hipócrita formalista detectada] (1660); The Mischiefs of Self–ignorance[Las consecuencias dañinas de la auto ignorancia] (1662); The Divine Life[La vida divina] (1664); The Life of Faith[La vida de fe] (1670); y el vademécum familiar fue incorporado al Christian Directory [Directorio cristiano] (1673), «probablemente el mejor cuerpo de teología práctica que está disponible en nuestro idioma o en algún otro», junto con el corto Poor Man’s Family Book [Un libro para la familia del hombre humilde] (1674) y el The Catechizing of Families[La catequización de las familias] (1683). Todos estos libros son un punto culminante en la escritura devocional puritana, y puede ser un punto de partida muy útil para orientar a aquellos que buscan encontrar el camino para adentrarse en el amplio mundo de la enseñanza espiritual puritana.
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Hasta ahora, nuestro análisis histórico nos ha mostrado cuál era el objetivo general y el carácter de las publicaciones de estos «escritores ingleses prácticos y fervorosos». Lo que ahora nos compete hacer es presentar una guía introductoria para entender más de ellos y de sus libros. Y en ese sentido, hay dos puntos generales que nos ayudarán a abordarlos de manera correcta.
Primero, debemos tener en cuenta que la teología puritana práctica era la envidia de los protestantes continentales. Ya que, debido a que tenían que defender su vida teológica en contra de la Contrarreforma romana, y por causa de las incesantes guerras que los atormentaban y los herían, las mentes de las iglesias reformadas y luteranas tuvieron que estar completamente centradas en las controversias que ocurrían a su alrededor, y, por lo tanto, nunca tuvieron la libertad para profundizar en pensamientos acerca de su vida espiritual. En la «Advertencia» de su Christian Directory [Directorio cristiano], Baxter escribió:
Hace algún tiempo, muchos teólogos extranjeros presentaron una solicitud, que fue enviada por el Sr. [John] Dury, en la cual pedían que los ingleses enviáramos un resumen de nuestra teología práctica en latín, por lo cual, doce de nuestros grandes teólogos le escribieron al obispo Usher (…) para que les enviara una forma o un método. Sin embargo, ninguno de ellos se había podido tomar un tiempo para realizar ese encargo. Se dice que el único que había iniciado esa tarea era el obispo [George] Downame,