Historia de la teología cristiana (750-2000). Josep-Ignasi Saranyana Closa. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Josep-Ignasi Saranyana Closa
Издательство: Bookwire
Серия: Biblioteca de Teología
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9788431356477
Скачать книгу
estuve muerto, pero ahora estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del hades» (Apoc., 1:8-18). Esto implica afirmar que Cristo es el medio, porque todo medio reclama los extremos, y los extremos presuponen el medio.

      Pocos, como san Buenaventura, han expresado tan bellamente que Cristo es el medio. Cristo, en efecto, ocupa el medio en la Trinidad (genitus, non factus); es medio de la creación (per quem omnia facta sunt); es medio en la creación, entre lo inmóvil y lo móvil (qui descendit de cælis); y es medio de todas las ciencias (por cuanto hace entender a la inteligencia creada cuanto entiende con certeza): «ipse Christus est medium omnium scientiarum»13. En definitiva, sólo si hay una relación bicondicional14 entre la teología y Cristo, la historia conjuga la continuidad con la discontinuidad. Y si se va al fondo de la cuestión, el presupuesto fundamental de la continuidad es la identidad esencial (identidad sustancial y radical) entre el Jesús de la historia y el Cristo de la fe.

      A pesar de la continuidad postulada y de hecho mantenida, el quehacer teológico ha padecido dos flexiones importantes, desde la era patrística hasta hoy. Una ha sido muy beneficiosa y, de facto, no sólo no ha supuesto quiebra alguna, sino ventaja y progreso: ha sido una verdadera discontinuidad en la continuidad; la otra ha tenido un alcance muy negativo y ha significado una verdadera fractura, es decir, una discontinuidad sin continuidad. Dos sacudidas históricas, en mi opinión, provocadas no tanto por la teología misma, sino por la filosofía. En concreto, y en el primer caso, el descubrimiento de la trascendentalidad del esse¸ por Tomás de Aquino, tan mal comprendido en este punto, hasta tiempos recientes; y, en el segundo caso, la duda instituida por David Hume, acerca de la correlación entre nuestras representaciones de la mente y la realidad extramental15. La famosa ley de Hume («del ser al deber ser no vale consecuencia») es como un corolario de la duda humeana. Hume, que era consciente de su revolución16, despertó a Immanuel Kant de su «sueño dogmático» y provocó el «giro copernicano». Y la sombra de Kant es muy alargada… Con todo, incluso estas dos discontinuidades tienen remotos precedentes: el De Hebdomadibus de Boecio, para Aquino; y el derrumbe de la metafísica, en el supuesto de Hume (por el deslizamiento del plano ontológico al psicológico, que se había iniciado con Descartes)17.

      Las dos flexiones citadas muestran hasta qué punto la filosofía es un momento interior de la teología y descalifican, a mi entender, las propuestas que han querido reducir la teología a mero kérigma, es decir, a un escueto anuncio del Evangelio. Aludo, en el campo católico, a la «teología kerigmática» austriaca, de los años de entreguerras; y en el ámbito protestante y por los mismos años, a la «teología dialéctica». Registrando la generosidad y la rectitud de ambos movimientos, es preciso reconocer que supusieron un empobrecimiento especulativo considerable.

      Algún lector quizá objete que ha habido otros acontecimientos que se ofrecen como verdaderas revoluciones. Sin embargo, si las cosas se analizan con mayor detalle, se observa que sólo en apariencia fueron auténticas innovaciones. Juan Duns Escoto fue un inteligente continuador de la tradición agustiniana y de la venerable corriente franciscana. Guillermo de Ockham, tan influyente en la posteridad renacentista, se reconduce a su maestro Duns y a las ideas políticas que emergían en esos años. La reforma teológica luterana, presentada por Wilhelm Dilthey como un cambio radical en la intelección de la verdad cristiana, maduraba de tiempo atrás, de modo que el Reformador sólo puso acentos; y lo mismo cabría decir de Juan Calvino en teología, o de René Descartes en filosofía y teología.

      El libro se inicia en el 750, con la entronización en Francia de la dinastía carolingia, y alcanza a los umbrales del siglo XXI (a veces traspasándolos, aunque por muy poco). Acoge, pues, en los últimos capítulos, las consecuencias inmediatas el Concilio Vaticano II. Más allá no se puede ir, si se pretende hacer historia y no una simple crónica.

      Cada capítulo lleva, al final, una selección bibliográfica. En el período medieval y renacentista (también al tratar el barroco americano), la bibliografía aducida es menor, porque el autor de estas líneas se remite a lo que ya tiene publicado en dos manuales anteriores, que abarcan esos siglos18.

      En cuanto al contenido, si bien este Handbuch depara una panorámica bastante completa de la teología cristiana desde Pipino el Breve y el papa Zacarías hasta nuestros días, sólo da cuenta puntualmente de la teología ortodoxa. Aunque muy rica, en alguna de sus épocas, la Ortodoxia ha tenido una influencia menor en el ámbito geográfico latino u occidental, al que va dirigido principalmente el manual.

      Da [Domine] omnibus, qui veritatem investigant, ut eam quærendo inveniant, et inveniendo semper requirant19.

      Barcelona, 23 de abril de 2020

      Solemnidad de san Jorge

      Una observación final: el apartado de los agradecimientos es tan amplio, que se ha transformado en una sección propia, que viene a continuación.

      1. Cfr. Sapientia christiana, art. 7.

      2. Ibid., art. 38, § 1.

      3. Ibid., art. 41. § 1: «Se determinen las disciplinas que se requieren necesariamente para lograr el fin de la Facultad, como también aquellas que, de diverso modo, ayudan a conseguir tal finalidad, y se indique consiguientemente cómo se distingan entre sí».

      4. Con posterioridad, el papa Francisco ha publicado una nueva constitución apostólica, sobre las Universidades y Facultades eclesiásticas, titulada Veritatis gaudium, con fecha 8 de diciembre de 2017, que se sale de los límites temporales de esta Historia de la teología cristiana.

      5. Martin GRABMANN, Historia de la teología católica desde fines de la era patrística hasta nuestros días, basada en el compendio de M. J. Scheeben, versión española de David Gutiérrez, Espasa Calpe, Madrid 1940.

      6. Evangelista M. VILANOVA, Història de la teología cristiana, Ed. Herder - Facultat de Teologia Sant Pacià, Barcelona 1984-1989, 3 vols. (I. «Des dels orígens al segle XV», II. «Pre-reforma, reformes, contrareforma» [amb la col·laboració de Lluís Duch], III. «Segles XVIII, XIX, XX» [amb la col·laboració de Josep Hereu i Bohigas]). Posteriormente se tradujo al castellano y al italiano. La segunda edición, revisada y ampliada, se publicó entre 1999-2001.

      7. José Luis ILLANES - Josep-Ignasi SARANYANA, Historia de la Teología, BAC, Madrid 1995 (2ª ed., revisada, 1996; 3ª ed., revisada y aumentada, 2002; reimpresión, 2012).

      8. Heinrich LENNERZ, «Gedanken zu einer Geschichte der katholischen Theologie», en Gregorianum, 16 (1935) 458.

      9. Étienne GILSON, El filósofo y la teología, trad. cast. de Gonzalo Torrente Ballester, Ediciones Guadarrama, Madrid 1962, p. 47.

      10. Publiqué un amplio extracto: Tiempo y eternidad (Estudio sobre la Teología de la Historia en san Buenaventura), Gráficas Egúzquiza, Pamplona 1976, 96 pp.; reeditado en Excerpta e dissertationibus in Sacra Theologia, Universidad de Navarra, s/f, vol. II, n. 3.

      11. Cito ahora por la versión italiana: Joseph RATZINGER, San Buenaventura. La teología della storia, Nardini, Firenze 1991, pp. 11-12. El original alemán fue publicado por Verlag Schnell und Steiner, München - Zürich 1959. Ratzinger ha añadido prólogos a cada una de las ediciones: inglesa, española e italiana.

      12. Sobre las reflexiones de Ratzinger al respecto, cfr. Pablo BLANCO, Benedicto XVI. La biografía, Ed. San Pablo, Madrid 2019, p. 145.

      13. SAN BUENAVENTURA, Collationes in Hexaëmeron, I, 11 (Q. V, 331a).

      14. Relación bicondicional: la primera expresión será verdadera cuando y exclusivamente la segunda expresión también lo sea, así como también la primera expresión será falsa cuando la segunda lo sea. La continuidad en la verdad de la Iglesia in Patria (en la historia) depende de la verdad de Cristo. San Pablo aludió a este tema en I Cor. 15:12-18.