81 Se refiere a JOAN LLUÍS VIVES [1492-1540], humanista, filósofo y pedagogo español de origen judío nacido en Valencia. Acosada su familia por la Inquisición su padre lo mando a estudiar a los Países Bajos, a Brujas, donde recibió la triste noticia de la detención y ejecución de su familia por el Santo Tribunal, y donde permaneció hasta su muerte. Escribió numerosas obras de filosofía y pedagogía y es considerado uno de los españoles más ilustres del siglo XVI. Hoy en día una estatua suya adorna el pórtico de la Biblioteca Nacional en Madrid.
82 Se refiere a DIÓGENES LAERCIO [180-240] historiador griego especializado en la vida y teorías de los grandes filósofos, así como en anécdotas, tradiciones y costumbres.
83 Se refiere a CAYO SUETONIO [70-126] un historiador y biógrafo romano amigo del también historiador PLINIO EN JOVEN [61-112] y protegido del emperador ADRIANO [180-240]. Es bien conocido por sus obras De vita Caesarum y De viris illustribus que narra la vida de todos los césares y personajes ilustres de Roma desde Julio Cesar hasta Domiciano.
84 ERASMO DE ROTTERDAM [1466-1536] comentando Mateo 23:5.
85 Se refiere al SACKBUT, SAGBUT o SACABUCHE, instrumento de viento de metal muy conocido y usado en época del Reacimiento y el Barroco, conocido también como trompeta harmónica, y que derivó en el actual trombón. Algunos opinan que su nombre inglés deriva del nombre original español Sacabuche, de sacar y buche, en relación a su mecanismo de barra movible que avanza hacia adelante y hacia atrás según la nota. Tiene un tono bajo, suave y melodioso.
86 Traducción literal de la versión inglesa KJV: “thou hast known my soul in adversities”.
87 Salmo 34:19.
88 Isaías 53:4; Filipenses 2:7; Hebreos 4:15.
89 Salmo 139:13.
90 En el original: “Man’s plea to man, is, that he never more / Will beg, and that he never begged before: / Man’s plea to God, is, that he did obtain / A former suit, and, therefore sues again. / How good a God we serve, that when we sue, / Makes his old gifts the examples of his new!”
91 Se refiere al propio CHRISTIAN SCRIVER [1629-1693], que utilizaba el seudónimo de Gotthold para identificarse a sí mismo. Archidiácono en Stendal, pastor en Magdeburg y posteriormente capellán Quedlinburg, amigo personal de PHILIPP JAKOB SPENER [1635-1705], fundador del movimiento pietista, Scriver fue uno de los teólogos luteranos de finales del siglo xvii que se opusieron al formalismo eclesial. Su obra escrita es extensa, y en muchos de sus libros utilizaba el seudónimo Gotthold, como en “Gottholds vierhundert zufällige Andachten”, 1667, una colección de cuatrocientas anécdotas traducidas al inglés como “Gotthold’s Emblems: or, Invisible Things understood by Things that are made”, 1671.
92 Salmo 113:5-6.
93 Salmo 6:7.
94 Salmo 39:11.
95 Salmo 69:7.
96 Hebreos 2:11.
97 Oseas 13:4; 1 Corintios 15:55.
98 Lucas 10:19; Colosenses 1:12-13; 2:15; Hebreos 2:14; Santiago 4:7.
99 Hechos 4:19; 5:29.
100 Hechos 12;6-12; 16:16-40.
101 Se refiere a EDMUND BONNER [1500-1569], obispo de Londres, que fue destituido y encarcelado por oponerse a la reforma religiosa de Enrique VIII. Tras el triunfo de los Estuardo, en 1555 fue restituido a su diócesis y puso en marcha una persecución feroz contra los protestantes, por lo que es conocido como “Bloody Bonner”, “Bonner El Sanguinario”.
102 Dice al respecto EVAGRIO DEL PONTO [345-399]: «Cuando el Señor nos concede la gracia de entender los motivos de nuestras tentaciones, pruebas y tribulaciones, nuestra alma se fortalece y ensancha, de tal modo, que aun en las mayores estrecheces nos sentimos “en lugar espacioso”».
103 Apocalipsis 3:7. Ver también Isaías 22:22.
104 Nota de Spurgeon en el texto original: «Consultamos con el Royal London Ophthalmic Hospital, sobre los efectos de la pena en el ojo humano, y recibimos de parte del Dr. George Critchett, director del departamento de oftalmología la respuesta que hemos transcrito, con una importante información que consideramos valiosa. La extraordinaria amabilidad y cortesía tanto de este caballero como del secretario de la institución, creemos que merecen una mención especial». Afortunadamente hoy en día sabemos, muchísimo más sobre el glaucoma. Pero es importante recordar que aún en el siglo XXI no ha dejado de ser una enfermedad muy grave y causa de ceguera en algunos casos.
105 La traducción de este versículo difiere bastante entre la versión inglesa KJV, que traduce: “Have mercy upon me, O Lord, for I am in trouble: mine eye is consumed with grief, yea, my soul and my belly”, “Ten misericordia de mí, oh Señor, porque estoy angustiado; mis ojos se han consumido de la pena, sí, mi alma y mis entrañas”. Hemos utilizado una traducción literal para encajarlo con el comentario incluido por Spurgeon.
106 La “Feria de Vanidades”, en inglés “Vanity Fair”, es un mercado ficticio de la famosa alegoría de JOHN BUNYAN [1628-1688] “The Pilgrim’s Progress”, “El Progreso del Peregrino”. En el capítulo XIII, el protagonista Cristiano y su amigo, Fiel, tienen que entrar en la ciudad llamada Vanidad y cruzar por la “Feria de Vanidades”, donde la gente se burla de sus vestidos, de su lenguaje, de su conducta, y finalmente Fiel es apresado y ejecutado. Como tantos otros lugares de la misma obra, como la “Ciudad de Destrucción” (“City of Destruction”), la Ciudad Celestial (“Celestial City”), o el Pantano del Desaliento (“Slough of Despond”), la Feria de Vanidades ha pasado a formar parte del imaginario colectivo y es parte de la cultura literaria en general. “The Pilgrim’s Progress” fue publicada originalmente el año 1678, y Editorial CLIE ha publicado tanto la primera como la segunda parte de la obra bajo los títulos “El Peregrino” y “La Peregrina”.
107 Eclesiastés 7:2.
108 2 Samuel 12:7-12; Salmo 51:1-19.
109 Génesis 3:17-19.
110 Lucas 22:34-31, 54-62.
111 Mateo 26:14-16.
112 Mateo 26:40; Juan 19:25.
113 AGUSTÍN DE HIPONA [354-430] hace de este texto una peculiar interpretación: «“los que me ven en la calle huyen de mí”. ¿Habéis pensado, hermanos, en cuántos que desearían ser cristianos, huyen escandalizados ante la conducta impropia y execrable de aquellos que presumen de serlo? ¿Cuántos que se acercaban a la Iglesia dispuestos a creer se han espantado ante el espectáculo deplorable de la vida corrupta de muchos que se dicen cristianos? ¿Quiénes son los peores enemigos de la Iglesia? ¿Los judíos? ¿Los paganos? No, ¡los propios cristianos! Aquellos que con sus obras desmienten lo que dicen con sus labios y avergüenzan la fe que dicen profesar. Aquellos que diciéndose cristianos y participando asiduamente en las cosas de la Iglesia, son la vergüenza de sus vecinos y el horror de sus conocidos. Gente que, como advierte el apóstol Pedro, “habiendo escapado de la maldad