Reflexiones y trascendencia de la formación filosófico-metodológica y epistemológica en el desempeño de los profesionales de la salud. Blanca Miriam Torres Mendoza. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Blanca Miriam Torres Mendoza
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Философия
Год издания: 0
isbn: 9786077428473
Скачать книгу
y los aspectos esenciales de la filosofía, metodología y epistemología en ciencias de la salud. Su entendimiento desarrollará, por parte de los estudiantes y egresados, un interés para cultivarse; en los docentes, una visión para planear una trayectoria; y en las autoridades, la capacidad de gestión y decisión para generar modelos y currícula dirigidos a desarrollar un pensamiento crítico, reflexivo, liberador, transformador, transdisciplinario, innovador, traslacional, con comprensión del multiverso/complejidad y con conciencia social.

       Trascendencia de la filosofía y la epistemología en las ciencias de la salud

      BLANCA MIRIAM TORRES MENDOZA

      LEOBARDO CUEVAS ÁLVAREZ

       Las coordenadas principales del saber y quehacer del médico son el saber científico-filosófico, el técnico y la realidad concreta de la vida humana.

      Pedro Laín Entralgo

      Resumen

      Se inicia este capítulo presentando un breve recorrido por los aspectos filosóficos, epistemológicos y metodológicos más importantes que han transcurrido en las ciencias de la salud, con el propósito de resaltar las transformaciones del quehacer científico en este campo. Primero aparece una reflexión de la importancia de integrar y fundamentar la metodología con la epistemología y la filosofía en ciencias de la salud, luego se ejemplifican cuestionamientos que favorecen una postura crítica y finalmente se hace un recorrido general a partir de la deducción en la antigüedad, la inducción y la transformación del cómo se hace la ciencia hasta llegar a los paradigmas vigentes, mostrando de manera general la diversidad de métodos que han permeado el conocimiento y los avances en las ciencias de la salud.

      En la última parte del texto se resalta la función de la educación, considerando la integración de la epistemología y la filosofía en la construcción del conocimiento científico desde un papel crítico, transformador, liberador y transdisciplinario, que pone en evidencia la trascendencia de la universidad en la formación de individuos capaces de cambiar y transformar su entorno en el campo de las ciencias de la salud.

      Introducción

      La educación en filosofía y epistemología en esta época de descubrimientos e innovaciones fundamentalmente tecnológicas, tiende a quedar fuera de los planes de estudio por la urgencia de realizar procesos útiles y necesarios para la realidad consumista. Su valor formativo para el estudiante o profesional se ve desdeñado por su aparente incapacidad de generar recursos económicos y prácticos directos.

      Además, las diferentes corrientes filosóficas y métodos confunden al alumno inexperto que desea respuestas concretas para resolver su realidad inmediata con el usuario de la salud.

      La metodología de la investigación es, pues, “usada” y desvinculada de un análisis crítico, epistemológico y filosófico, que le permita dar sustento a las preguntas científicas. Se transita entonces por un proceso técnico-metodológico donde el estudiante estructura mecánicamente proyectos, informes y manuscritos carentes de análisis y reflexión, dejando a un lado el proceso discursivo crítico que surge de la práctica de pensar.

      El desconocimiento del potencial que puede desarrollar cognitivamente el alumno para sí mismo y con la sociedad de obtener una conciencia reflexiva, poco estimulan al estudioso de las ciencias de la salud a transitar por la teoría de la ciencia y la filosofía.

      La filosofía y las ciencias de la salud

      La filosofía se ha colocado por muchos como la reina de las ciencias, al hacerla responsable de un análisis concienzudo de la totalidad, de la fundamentación de las grandes preguntas, pero ¿cuáles son? Esas grandes preguntas le interesan a la juventud actual.

      La filosofía entendida como una forma de vida, más que una simple definición, permite no sólo estar o transitar en el mundo como los animales inferiores, sino que el individuo se vuelve sujeto real cuando intenta entender el mundo que vive, eso lo enriquece junto con sus acciones para transformarlo y hacerlo cada vez mejor (Bunge, 1997).

      A continuación se presenta una reflexión de las evidencias esenciales de la frontera de la fundamentación epistémico-filosófica, que lleva a poner en primer término la trascendencia de la filosofía y la metodología en las ciencias de la salud.

      La epistemología y las ciencias de la salud

      El concepto de epistemología se diferencia de la concepción de la teoría general del conocimiento y de la gnoseología o estudio del pensamiento. El término, acuñado a finales del siglo XIX por Frederick Ferrier, tomo su actual concepción a inicios del siglo XX. En general, en la actualidad se entiende por epistemología a la forma o métodos útiles para obtener el conocimiento y sus fundamentos teóricos. Esta rama de la filosofía analiza cómo ha cambiado históricamente la construcción del conocimiento, así como el sentido, avance y aportaciones que se han generado.

      Para qué sirve la epistemología

      El cómo, el por qué y el para qué se hace la ciencia se han transformado radicalmente a través del tiempo. El entendimiento de lo que es la ciencia, su desarrollo y por ende su fundamentación tiene implicaciones tanto políticas como económicas, que dirigen y determinan la transformación social.

      El desarrollo de la ciencia debe estar contextualizado históricamente, para permitir la reflexión sobre las trayectorias del pensamiento y posicionarse en un entendimiento e integración propia, desde posturas dogmáticas hasta las que rechazan las denominadas pseudociencias, basadas en un realismo científico recalcitrante (Bunge, 2012). Tal reflexión también transita desde las posturas que definen o demarcan la verdad o lo que se considera científico, hasta las posturas modernas que llevan al camino de la transformación o “liberación”.

      El prestador de un servicio de salud —enfermera, médico, odontólogo, nutriólogo, licenciado en cultura física o técnico—, el investigador, el directivo, el político, el estudiante y el docente se conducen basados en un entendimiento, que puede estar limitado o ser reflexivo.

      Inducción-deducción

      Las ciencias de la salud como base de un conocimiento que requiere la experimentación para gran parte de sus demostraciones, quedó enterrada desde la antigüedad hasta finales de la Edad Media. En una síntesis injusta, la cultura griega consideraba a la razón como la base de todo conocimiento, para generar conocimiento se partía del pensamiento que va de lo general a casos particulares, llevando a la generalización o la abstracción. Por lo tanto, los avances de esta época sólo florecerán en las ciencias formales —geometría, filosofía, lógica— y no en las factuales, que requieren la experimentación —la biología o la química.

      Cuando la Grecia antigua es conquistada lega esa concepción de hacer ciencia. A partir del siglo IV, cuando la religión católica toma auge y poder total en toda Europa, se considera que la verdad sólo se obtiene a través de la fe y la teología, y la base de todo conocimiento se encuentra en el libro sagrado de la Biblia, que sólo puede ser leído e interpretado por algunos clérigos. Entonces la filosofía es rechazada, a excepción de algunos grupos aislados de filósofos-científicos que se concentran en sitios de estudios médicos y luego científicos en Persia y, más tarde, en Bagdad.

      Si bien en el siglo XIII santo Tomás de Aquino retoma a Aristóteles y vuelven a considerarse sus aportaciones, no es hasta con el humanismo, el Renacimiento y la Reforma de la Iglesia