Inmigración internacional en Chile. Baldomero Estrada Turra. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Baldomero Estrada Turra
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9789561708969
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que se involucraron en causas políticas y/o religiosas, o transgresores de la ley.

      Considerando estudios anteriores, sabemos que no todos los inmigrantes lograron formar fortunas, obtener estabilidad laboral e insertarse dentro de las redes socio-económicas por medio de mecanismos que no infringieran la ley. Por tanto, un grupo minoritario de inmigrantes logró la tan ansiada movilidad social; sin embargo, los que sí la consiguieron, marcaron una presencia e influencia muy fuerte en la sociedad magallánica, siendo estos los que quisieron marcar distinciones significantes, que expresan las diferencias de condición y de posición147 con sus compatriotas más desvalidos, quienes podrían resultar ser un peligro potencial de alteración social y de la fama pública que se colocaba en juego.

      Como respuesta a tales problemáticas y repitiendo modelos de siglos anteriores de instituciones caritativas de beneficencia, se establecieron las primeras organizaciones conformadas por nacionales y/o inmigrantes exitosos y con acceso a distintos puestos de poder, buscando cubrir necesidades de salubridad que carecían de apoyo estatal como el acceso a la salud y cobertura económica en la atención médica148. Una de las primeras instituciones creadas en Punta Arenas para combatir tales problemáticas fue la Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos, en donde se señalaba que:

      “El socorro que la Sociedad acuerda a sus socios consiste en médico, medicinas y un subsidio diario en caso de enfermedad comprobada. Todo socio para tener derecho al subsidio y a la asistencia médica, deberá dirigirse a la secretaria y recibirá de ella la orden para el médico149”.

      Si bien esta Sociedad permitía el acceso de socios nacionales como extranjeros, lo cierto es que mayoritariamente la integraron personas de origen nacional. La demostración de poseer buena salud como requisito de ingreso a las instituciones de socorros mutuos o la solicitud de auxilio monetario de los socios en caso de enfermedad, fue apoyada por el requerimiento de certificados médicos por parte de la directiva. Así lo señala una carta de 1917:

      “Señor Nicolás Mladin: Estimado Socio, refiriéndome a su atta., de fecha 11 del pt. Me es grato poner en su conocimiento, que, en la reunión de Directorio, celebrada anoche, se acordó pedir a Ud. un certificado de Doctor, explicando la enfermedad que Ud. padece, por sernos imposible poder auxiliarlo económicamente sin dicho requisito”150.

      Durante el año de 1906 en Punta Arenas, el médico J. Paris atendió al socio Juan Ostoich. La Sociedad Austriaca de Socorros Mutuos, tal como indicaban sus estatutos y objetivos, se hizo cargo del pago de la cuenta médica por los servicios prestados al enfermo. Al respecto, el escritor Lucas Bonacic señalaba que los honorarios de los médicos iban desde los 3 pesos por examen que debían realizar durante la incorporación de un socio, un peso cincuenta centavos por consulta médica de los socios tres pesos por visita domiciliaria151.

      En cuanto a las colonias de inmigrantes presentes en la región austral, los portugueses fueron los primeros en fundar una asociación de esta índole en el año de 1893, la Sociedad de Beneficencia Portuguesa, seguidos por los españoles con la Sociedad Española de Socorros Mutuos en el año de 1895 y la Fratellanza italiana di Mutuo Socorso en el mismo año152. En el caso de los inmigrantes británicos, en el año de 1899, fundaron The British Association of Magallanes (posteriormente British Club) y la Mutual Benefit Society. Ya en el siglo XX, prácticamente todas las colonias de inmigrantes repitieron estas iniciativas, pues desde 1893 a 1920, se conformaron veinte asociaciones de carácter benéfico promovidas por las distintas colonias de inmigrantes en Punta Arenas153. A continuación, una tabla resumen de las principales asociaciones benéficas creadas en la ciudad de Punta Arenas:

      Tabla Nº1

      Asociaciones benéficas y societarias creadas por inmigrantes en Punta Arenas, 1893–1920

Nombre InstituciónAño
Sociedad de Beneficencia Portuguesa1893
Sociedad Española de Socorros Mutuos1895
Fratellanza Italiana di Mutuo Socorso1895
Sociedad Austríaca de Socorros Mutuos1896
Societé Francaise des Secours Mutuels1897
Deutscher Kranke und Sterbe Kasse1897
Deutsches Verein1898
British Association of Magallanes1899
Mutual Benefit Society1899
Hrvatsko Dobrotvorno Drustvo1900
Sociedad Suiza de Socorros Mutuos Helvetia1902
Deutschnationaler Handlungsgehilfen1909
Centre Cátala1911
Club Austríaco1912
Centro Español1912
Hrvatski Dom1914
Deutschnationaler Handlungsgehilfen1914
Circolo Italiano1917
Círculo Francés1919
Círculo Suizo1920

      Fuente: Revista Male Novine, Nº. 81, año 2008, Punta Arenas.

      ESTATUTOS, NORMAS Y REGLAMENTOS DE ORGANIZACIONES SOCIALES: PAUTAS DE COMPORTAMIENTO Y CONFLICTOS IDENTITARIOS

      Los estatutos de las sociedades benéficas y de socorros mutuos estuvieron marcados por rasgos morales y aspectos de fama pública e identitarios de nación. Inicialmente aparecieron como organizaciones étnicas o de carácter nacional, pues la identidad de paisanaje se impone a otras identidades posibles, como las de clase, por las propias motivaciones y necesidades socio-culturales de los inmigrantes154. Posteriormente, los rasgos de clase en algunas de estas, se harían notar a lo largo del siglo XX. En el caso de La Sociedad Austriaca de Socorros Mutuos, fundada en el año de 1900 con el objetivo de crear un fondo común destinado a socorrer a los socios de origen croata inscritos en Punta Arenas y que atravesaron circunstancias de dificultad económica y agravios de salud, entre los principales puntos a considerar para la incorporación como socio, cabe destacar el requisito de ser súbdito o hijo de súbdito austro-húngaro, gozar de buena reputación y ejercer alguna honesta profesión, arte u oficio155.

      La buena reputación se comprobaba por medio de la representación de dos socios, quienes, exponían los antecedentes de los candidatos a ingreso frente a un Directorio. Estos antecedentes no solo se encontraban marcados por la acumulación del capital económico de los aspirantes, sino que también tomaba relevancia el capital cultural de estos156. Veremos cómo por ejemplo el dominio del idioma nativo de los inmigrantes consistió en uno de los requisitos para ingresar a algunas instituciones sociales.

      En el año de 1911, con motivos del fallecimiento de un socio de la Sociedad Croata de Beneficencia, en el funeral sus compañeros le dedicaron las siguientes palabras de agradecimiento por haber fomentado el idioma y la cultura croata:

      “Pero antes de entregarte a la madre tierra, Agustín, quiero despedirme de ti, en nombre de la Sociedad Croata de Beneficencia, de quien has sido fundador. Todos poseemos frescos recuerdos del gran día, sí, digo grande, porque para nosotros los croatas, en verdad lo era grande, cuando algunos de nuestros entusiastas patriotas se reunieron en tu casa para proclamar los estatutos de unión, de rescate de nuestras tradiciones, viendo la gran necesidad de despertar a nuestro pueblo lejos de la madre patria i volverlo al verdadero camino, del cual se había desviado,,, tu ardiente palabra i tú patriotismo [sic] ha ayudado por la primera vez en Chile, desplegar el tricolor croata lejanos de la madre patria”157.

      El British Club, fundado el 3 de mayo de 1899 tuvo como objetivo crear un hogar social para sus miembros, promoviendo la cultura, el esparcimiento y los lazos y redes de amistad y solidaridad entre estos. Dentro de los estatutos, quedaba estrictamente prohíbo toda clase de juegos de azar y diversiones que atentaran contra la moral pública158.

      Si bien, analizando los reglamentos internos de esta institución y otras de similares características, no se dejaba explícito que sus integrantes debían ser solo hombres, hasta por lo menos 1920, ni en las actas de sesiones ni en los distintos listados de integrantes aparecieron nombres de mujeres. Es más, recién en 1918 se crea la primera institución de Socorros Mutuos a cargo de mujeres, la Sociedad Femenina de Socorros Mutuos. Anterior a esta, las mujeres, tanto nacionales como inmigrantes, se encontraban formando parte de organizaciones fundadas en contextos religiosos y con objetivos de caridad con estatutos de buena conducta y fama pública similares a los de los hombres: la Archicofradía de María Auxiliadora en 1888, la Asociación de las Hijas de María en 1890,