La intervención es un proceso global en el que interactúan distintos componentes: residentes, profesionales, ambiente físico y social, familia.
Ejercicios de repaso y autoevaluación
1. Se considera período de adaptación...
a. ... al tiempo que transcurre desde que el usuario ingresa en la institución hasta que se integra en ella.
b. ... al tiempo que transcurre desde que el usuario sabe que va a ingresar en una residencia o institución hasta que se integra plenamente en ella.
c. ... al tiempo que transcurre desde que el usuario sabe que va a ingresar en una institución hasta que ingresa realmente en ella.
2. Cuando una persona deja su hogar para ingresar en una institución, se ve sometida a una serie de cambios, como son:
3. Entre las variables que influyen en el proceso de adaptación, nos encontramos con.
a. ... preparación previa al ingreso del usuario y grado de apoyo familiar.
b. . tipo de acogida y características del centro.
c. Las opciones a. y b. son correctas.
4. Entre los factores que favorecen la adaptación, nos encontramos con.
a. ... relaciones con la familia.
b. ... prejuicios.
c. ... falta de intimidad.
5. En una institución, la familia...(Señalar la opción incorrecta)
a. . puede y debe colaborar en la atención y cuidado de su familiar.
b. . deja de tener responsabilidad sobre la persona en cuanto ésta ha ingresado.
c. ... se aconseja que asista a la preparación y organización de diferentes actividades.
Capítulo 2
Fomento de la relación social de las personas dependientes
1. Introducción
En el presente tema nos centraremos en la relación social de las personas dependientes, explicando para ello las habilidades sociales fundamentales, cuáles son y cómo utilizarlas.
Estas personas, una vez que llegan a la institución, necesitan compañía, que se les dedique tiempo, dándoles conversación y procurando que realicen actividades que les gusten, como puede ser pasear, hacer manualida-des, oír música, ver cine, etc. La realización de actividades dependerá del grado de dependencia.
Uno de los principales retos es lograr que la persona dependiente se sienta totalmente integrada en la institución y, según sus posibilidades, en la sociedad. Vivir la dependencia con la mayor naturalidad posible ayuda enormemente a estas personas.
2. Características
Las relaciones sociales son el conjunto de interacciones que mantenemos con las personas que nos rodean, y que son necesarias para nuestro día a día.
Las relaciones sociales son totalmente imprescindibles para la buena salud de las personas, tanto en su dimensión social como afectiva. Ejercen un rol importante sobre el bienestar de las personas, ya que relacionándose con los demás, se puede encontrar alivio a muchas situaciones y se va a encontrar a alguien que sepa escucharles y les quiera. Pero para ello, las personas que llegan a la institución han de procurar contribuir a que las relaciones sean favorables mediante una actitud optimista.
Las personas que están inmersas en las relaciones familiares y las amistades son las que más satisfacción proporcionan a las personas dependientes, inspirándoles confianza, haciéndoles compañía en su soledad, orientándoles en sus decisiones, proporcionándoles ayuda emocional en la enfermedad y en la discapacidad.
Cuando estas personas llegan a la institución, necesitan mantener el contacto con la familia, pues éste es el factor más positivo para ellos. Aun así, debemos procurar que se creen nuevas relaciones sociales con las personas que están dentro de la institución, favoreciendo así actitudes comunicativas y de actividad. Esto ayuda a alejar a estas personas del aislamiento y de la posible tendencia a la depresión debido al cambio.
Recuerde
Las relaciones sociales son importantes a lo largo de toda la vida, fortalecen física y mentalmente, se relacionan directamente con la sensación de bienestar y la calidad de vida, por eso mantenerlas y hacer nuevas amistades es importante para transitar un proceso de envejecimiento activo.
3. Habilidades sociales fundamentales
Los seres humanos, durante la mayor parte de nuestro tiempo, estamos interactuando con los demás, por lo que poseer buenas habilidades sociales está determinando la calidad de nuestra vida. Pero conseguir que nuestras relaciones interpersonales, nuestra comunicación, nuestro diálogo con los demás, sea natural, espontáneo, fluido, sin malos entendidos, sin conflictos, es más difícil de lo que parece.
Podríamos definir las habilidades sociales como el conjunto de conductas emitidas por un individuo en un contexto interpersonal que expresa los sentimientos, actitudes, opiniones o derechos de ese individuo de un modo adecuado a la situación, respetando esa conducta en los demás, y que normalmente resuelve los problemas inmediatos de la situación mientras minimiza la probabilidad de futuros problemas.
Por lo tanto, las habilidades sociales son las conductas necesarias para inte-ractuar y relacionarse con los demás de forma efectiva y mutuamente satisfactoria, pedir lo que se quiere y negarse a lo que no se quiere de un modo adecuado, conseguir metas sin dañar a otros, expresar sentimientos y pensamientos, realizar elecciones personales y sentirse bien con uno mismo.
Recuerde
Poseer buenas habilidades sociales determina la calidad de nuestra vida.
A la hora de emitir una conducta, nos encontramos con dos polos opuestos:
Conductas que favorecen la resolución de conflictos de forma pacífica: saber escuchar, saber defender la posición de cada uno respetando los sentimientos de la otra persona, saber pedir perdón cuando se comete una falta.
Conductas que entorpecen la resolución de conflictos, como los insultos, las amenazas y generalizaciones.
Sabía que...
Las personas con buenas habilidades sociales tienen más alta probabilidad tanto de conseguir sus objetivos como de mantener una buena relación con los demás, hechos que aumentan el sentimiento de autoeficacia.
El aprendizaje de las habilidades sociales es fundamental para resolver los conflictos de forma pacífica. En este sentido, es importante destacar que:
Se trata de conductas. Esto quiere decir que son aspectos observables, medibles y modificables. No es un rasgo innato de un sujeto, determinado por su código genético o por su condición de discapacidad.
Entra en juego el otro. No se refieren a habilidades de autonomía personal, como lavarse los dientes o manejar el cajero automático, sino a aquellas situaciones en las que participan, por lo menos, dos personas.
Esta relación con el otro es efectiva y mutuamente satisfactoria. La persona con habilidades sociales defiende lo que quiere y expresa su acuerdo o desacuerdo sin generar malestar en la otra persona.