A nivel iberoamericano, Bernardo Kliksberg, el padre de la gerencia social, impulsa la fundación de la Red Iberoamericana de Universidades por la Responsabilidad Social Empresarial (REDUNIRSE) que pretende, entre otros objetivos, ser un nexo entre los distintos actores sociales involucrados en la RSE, fomentar el capital social, promover el desarrollo humano ético, difundir y sensibilizar sobre RSE y fomentar la formación, investigación y extensión en RSE en Iberoamérica.
A nivel mundial, se destaca la Agenda Global 2030 de Desarrollo Sustentable, un plan de acción conformado por 17 objetivos y 169 metas que deberán ser cumplidos en el 2030. Fue aprobada por los estados miembro de las Naciones Unidas (ONU) en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, el 27 de septiembre de 2015, en la sede de la ONU en Nueva York.
Los 17 objetivos emanan de concentrar los esfuerzos en cinco áreas principales de trabajo: personas, prosperidad, planeta, paz y partenariado (“las cinco P”). Engloban, entre otras cuestiones, el compromiso de los Estados para erradicar el hambre y lograr la seguridad alimentaria; garantizar una vida sana y una educación de calidad; lograr la igualdad de género; asegurar el acceso al agua y la energía sustentable; promover el crecimiento económico sostenido; adoptar medidas urgentes contra el cambio climático; promover la paz; facilitar el acceso a la justicia y fortalecer una alianza mundial para el desarrollo sostenible.
El vínculo de los ODS con las empresas lo realiza el Pacto Mundial de Naciones Unidas (Global Compact). El Global Compact es una iniciativa internacional que promueve implementar 10 principios universalmente aceptados para promover la RSE (Anexo 1). Es la mayor iniciativa voluntaria de responsabilidad social empresaria en el mundo, incluyendo más de 13.000 entidades firmantes en más de 145 países.
Resumiendo, la idea de RSE incluye una gama de actividades y conceptos que van desde actividades de beneficencia hasta la creación de valor compartido, a partir del corazón de la actividad de la empresa. Esta última tendencia se apoya en la idea de que la empresa contribuye a la sociedad no solo con sus aportes económicos, sino, principalmente, con sus competencias tecnológicas y capacidades gerenciales26, como políticas de personal de avanzada –que incorporan la inclusión de personas con capacidades disminuidas–, productos confiables y saludables, políticas proverde, integridad y compromiso con la comunidad, basado en la valoración de la dignidad humana.
A partir de la revisión histórica y actual de las ideas y prácticas relacionadas con la RSE, en la sección siguiente intentamos identificar criterios y paradigmas que permitan integrar los elementos esenciales de la RSE y preparar las bases para el desarrollo integral con foco en la inclusión.
8. RSE, ¿una visión integradora?
Todo intento de integración en fenómenos como la RSE, en los cuales no hay acuerdo unánime, tanto en las definiciones como en las acciones, recorre, como mínimo, dos caminos: el conceptual y el tipológico.
No seguiremos el camino conceptual que toma las dimensiones clave de cada una de las definiciones aportadas por las distintas visiones y trata de integrarlas en una definición más abarcativa, pues si bien la RSE es actualmente un concepto aceptado por académicos y empresarios, no está debidamente fundamentado y la palabra “social” tiene una connotación restringida, generalmente asociada a la lucha contra la pobreza o a la inserción social de la empresa. Por lo tanto, esta concepción invita a la creación de bipolaridades y situaciones de compromiso tales como rentabilidad económica vs. desarrollo social o desarrollo de funciones clave en la localidad donde opera la subsidiaria o en el país donde se encuentran las oficinas centrales.
Creemos que el criterio de redescubrir la misión o finalidad de la empresa es un camino superador al de redefinir la RSE.
El camino tipológico, por su parte, integra las distintas visiones conceptuales y prácticas vistas en la sección anterior dentro de un marco previamente definido27. Por ejemplo, en la RSE podemos citar dos ejemplos de integración aplicando tipologías.
El primero, siguiendo a Paladino y Milberg (2004), es el desarrollado por la Corporate Citizenship Company, el cual representa las distintas formas de RSE en un diagrama mediante una pirámide (figura 1.1), donde las iniciativas discrecionales de la empresa corresponden al vértice superior de la pirámide y en la base de la pirámide se ilustran las prácticas y estrategias para la gestión de las relaciones de los stakeholders, principalmente las relaciones primarias con accionistas, empleados, clientes, conexiones externas con las cadenas de abastecimiento y conexiones internas con la red de distribución, las comunidades y el medio ambiente.
7. El presente capítulo contiene material del libro Paladino y Rocha (2013).
8. http://www.fundaciondiscar.org.ar/ - http://www.fundacionapadim.org.ar/ - www.asdra.org.ar - www.cascosverdes.org - http://www.saraki.org/ - http://apadea.org.ar/
9. Ver, por ejemplo, Saether, K. T. y Aguilera, R. V. (2008). “Corporate Social Responsibility in a Comparative Perspective”. In Crane, A., et al. (PDF). The Oxford Handbook of Corporate Social Responsibility. Oxford: Oxford University Press.
10. Ver Carroll and Shabana (2010).
11. Bowen (1953).
12. Davis (1960).
13. Frederick (1960).
14. Davis y Blomstrom (1966).
15. Dalton y Cosier (1982).
16. Cfr. Ackerman (1975).
17. Sethi (1975).
18. Carroll (1979).
19. Drucker (1984).
20. Cfr. Freeman (1984).
21. Cfr. Freeman y Reed (1983).
22. Bucholz (1991).
23. Wood (1991).
24.