Una historia sepultada. Felipe I. Echenique March. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Felipe I. Echenique March
Издательство: Bookwire
Серия: Pùblicahistórica
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9786078636815
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de la nueva españa: llamado fernando cor / tes. En la qual hace relación de las tierras y provincias sin cuento que ha descubierto / nuevamente en el yucatan del año de XIX a esta parte: y ha sometido a la corona / real de sacra Majestad. En especial hace relacion de una grandisima provincia muy / rica, llamada Culua: en la que hay muy grandes ciudades y de maravillosos edi / ficios: y de grandes tratos y riquezas. Entre las cuales hay una mas maravillosa / y rica que todas llamada Timixtitan: que esta, por maravilloso arte edificada so / bre una grande laguna, de la cual ciudad y provincia es rey un grandisimo señor / llamado Muteeçuma: donde le acaecieron al capitán y a los españoles espanto / sas cosas de oír. Cuenta largamente del grandisimo señorio del dicho Mu /teeçuma, y de sus ritos y ceremonias y de como se sirven.

      Transcripción: Carta Tercera de relación: enviada por Fernan / do cortes capitan y justicia mayor del yucatan llamado la nueva españa / del mar oceano: al muy alto y potentisimo cesar e invictisimo señor don / Carlos emperador semper augusto y rey de españa nuestro señor: de las / cosas sucedidas y muy dignas de admiracion en la conquista y recupe / racion de la muy grande y maravillosa ciudad de Temixtitan: y de las / otras provincias a ellas sujetas que se rebelaron. En la cual ciudad y di / chas provincias el dicho capitan y españoles consiguieron grandes y se / ñaladas victorias dignas de perpetua memoria. Asimismo hace rela / cion como han descubierto el mar del Sur: y otras muchas y grandes pro / vincias muy ricas de minas de oro: y perlas: y piedras preciosas: y aun / tiene noticia que hay especeria.

      La Cuarta Carta de Relación, signada en Temixtitan de la Nueva España, el 15 de octubre de 1524, debió arribar a la corte a mediados del año siguiente y Gaspar de Ávila la imprimió en Toledo en 1525, Jorge Costilla hizo lo propio en Zaragoza con fecha 8 de julio de 1526, y luego siguieron otras impresiones.

      Transcripción: La cuarta relacion que Fernando cortes gover / nador y capitan general por su majestad en la / nueva España de la mar oceano envio al muy / alto y muy potentisimo invictisimo señor/ don Carlos emperador Semper augusto y / rey de España nuestro señor: en la cual estan / otras cartas relaciones que los capitanes / Pedro de Alvarado y Diego Godoy envi /aron al dicho capitan Fernando cortes.

      Corto futuro de aquel primer soporte impreso

      Los hechos que llevaron a fijar esa decisión han construido una historia intrincada, y un tanto silenciada, en cuanto a la valía de los distintos soportes en los que se encuentran las Cartas cortesianas y de lo que en ellas se consignó, sobre todo en tratándose de los sustantivos con que se designaron o reconocieron ciudades, villas, pueblos, provincias y aún el nombre de los denominados señores.

      Extremos que se juntan necesariamente en el olvido en que quedaron sepultadas en el siglo XIX las impresas en caracteres góticos, y aun las reeditadas en el siglo XVIII que referiremos más adelante.

      Así la ausencia de las Cartas autógrafas, el hallazgo de unas copias manuscritas y el olvido de las impresas, considero que fueron creadas soterradamente entre los académicos de la Historia –sobre todo a partir del siglo XIX y que aún llega a nuestros días– un básico acuerdo de “sano y equilibrado tratamiento” para las Cartas ya fuesen en los soportes impresos o manuscritos, consistente en dejar a salvo a las Cartas en cualquiera de sus formatos, de crítica interna y aun externa; toda vez que ni la autoría y contenidos fueron impugnados en los tiempos de su publicación por el remitente o el destinatario o, todavía más, porque las descalificaciones que recibieron las Cartas impresas en caracteres góticos, de quienes de una u otra manera convivieron o fueron enemigos del capitán general: Pánfilo de Narváez o Bernal Díaz de Castillo, no desestimaron la autoría sino la parcialidad en la presentación de los hechos de descubrimiento y conquista del capitán general y su desafortunado regateo y mezquindad con que trató los esfuerzos de otros conquistadores.

      Así quedaron a salvo de las necesarias operaciones de crítica documental a lo que se sumó la exclusión de los materiales impresos en caracteres góticos, que fueron sustituidos por las copias manuscritas que se localizan en Viena sobre todo para el establecimiento de las postreras ediciones que alcanzan a las de nuestros días.

      A lo antes expuesto no es fácil encontrarle una explicación, pues en los trabajos historiográficos del siglo XIX no se percibe una angustia y dedicación mayor por encontrar las Cartas autógrafas de Cortés ni por la recuperación de las reediciones del siglo XVIII, sino un ánimo muy febril por desenterrar materiales de los archivos autógrafos y en ese sentido nuevas ediciones sustentadas en las copias de Viena y de España, quizás por el puro hecho de presumir que lo manuscrito tiene más valor sobre lo tipografiado, dejando de lado cualquier otra circunstancia y análisis como veremos más adelante.

      Devoción por lo manuscrito