Cuatro acciones para la ambidestreza
Para desarrollar la ambidestreza, proponemos cuatro acciones que pueden ayudar a desarrollar y dominarla en el equipo directivo: a) desarrollar un nuevo mindset digital, b) aprendizaje continuo, c) desarrollo y consolidación de equipos y d) desarrollar nuevas habilidades.
Desarrollar un nuevo mindset digital
El mundo se ha digitalizado enormemente. No entender esto será una barrera enorme para afrontar crisis en la empresa. En este sentido, es importante desarrollar un mindset digital e impregnarlo en la organización, para poder relacionarse con el mundo, es decir, los stakeholders. Para hacer esto, sugerimos lanzarse al agua, conocer, probar y experimentar con estas herramientas en los procesos de la empresa, y vislumbrar nuevos proyectos.
Recordemos que muchas de las empresas actuales se configuran según los lineamientos de le economía industrial, en la que, entre otras cosas, el trabajo se desarrollaba en un espacio físico concreto. En la economía digital, el espacio ya no es físico sino virtual, y las interacciones entre personas se llevan a cabo en esa realidad. En este orden de ideas, algunas recomendaciones para explorar con las nuevas tecnologías son abrirse a alternar la presencialidad por la virtualidad. Por ejemplo, los puntos de venta se pueden migrar a la web o a aplicaciones móviles. En el caso de prestación de servicios, se puede llevar el lugar de prestación a plataformas como Zoom, Teams o Hangouts.
A la economía digital se la ha llamado también la gran revolución del valor. Una consecuencia de la economía digital es la disminución de los costos en la elaboración de productos o en la prestación de servicios, gracias a la eficiencia de las nuevas tecnologías. Por tanto, es posible la baja de los precios de esos bienes y servicios. En este sentido, es necesario superar el debate sobre la transformación digital y acogerla de forma decidida y valerosa, y apostar a ganar. Muchos otros lo han hecho, por lo que se podría quedar atrás.
Un gran ejemplo de esto es Reed Hastings (Netflix), quien cambió radicalmente su negocio de alquiler de películas, cuyo modelo había destronado a Blockbuster como líder en la categoría, para iniciar el nuevo negocio de películas y videos online por streaming. Toda estrategia necesita que se le invierta tiempo y dedicación, pero hay momentos para la destrucción creativa de la que hablaba Joseph Alois Schumpeter, pues los recursos no son infinitos y hay que seguir avanzando.
La figura 2.1 resume lo tratado en los puntos anteriores.
Figura 2.1. Economía industrial y digital
Fuente: Gómez (2020c).
Aprendizaje continuo
Relacionado con la acción anterior, hay que ser consciente de que ni el título profesional ni las millas de experiencia directiva bastan. Es necesario incorporar al quehacer cotidiano hábitos de estudio para desarrollar nuevas capacidades que nos ayuden a comprender con claridad el presente y que nos permitan emprender nuevas iniciativas. La lectura y la reflexión son unas cualidades de Bill Gates, quien lee más de cincuenta libros al año, un libro por semana en promedio. Si Bill Gates, dueño y directivo de una de las empresas más importantes del mundo actualmente puede hacer esto, nosotros nos podemos proponer estudiar con la misma intensidad y así enriquecer nuestras vidas y dirigir con inteligencia y creatividad.
Desarrollo y consolidación de equipos
Debes trabajar en el desarrollo de tus equipos. Esto implica apostar por las personas en tu organización más apta y mejor dispuesta. Andrew Carnegie señalaba cómo la clave de su éxito como empresario era contratar y trabajar con personas que fueran mejores que él. Si los momentos de crisis sacan lo mejor de cada uno, como directivos debemos procurar que nuestros equipos saquen lo mejor de sí a su vez. En últimas, la empresa está compuesta de personas, y son ellos también, con sus habilidades, las que la sacan adelante.
Podemos decir que cada crisis, al generar un nuevo entorno con nuevos desafíos, exige personas, organizaciones y empresas ambidiestras. Pero, sobre todo, exige personas, organizaciones y empresas optimistas, confiadas y esperanzadas. Los retos que trae cada crisis deben lo mejor que cada quien tenga dentro para ofrecer.
Hay que prepararse para un nuevo evento y procurar que la empresa esté en buenas condiciones para un nuevo ciclo negativo con buenas reservas, fondos de maniobra y capacidad de respuesta para iniciar nuevos emprendimientos. La sabiduría de Esopo con la historia de la hormiga y la cigarra nos muestra que debemos dirigir la empresa con estaciones: invierno, lluvia, sequías, nieve y, por supuesto, algunos días de sol.
Desarrollar nuevas habilidades
En este orden de ideas, en la economía digital, el conocimiento es un activo importante, por lo que hay que preguntarse constantemente qué nuevo hay por aprender y qué habilidades ayudarían a llevar a la organización adelante para desarrollarlas. A mayor capacidad como directivo, mejor será la respuesta al nuevo entorno (Gómez, 2020a). El problema durante una crisis es la cantidad o falta de habilidades que se tengan para afrontarla.
Ajustar el plan de navegación: repensar modelos de negocios
En este capítulo, se ha mencionado la oferta de valor de la empresa y su modelo de negocios. Pensar sobre estos aspectos puede ser un primer paso para afrontar la crisis y una manera sencilla de hacer esto es dibujar el Canvas basado en la nueva realidad digital de la empresa. De esta forma, tendremos un esquema sencillo y visual de estos aspectos, lo cual facilitará hacer los ajustes necesarios para acomodarse al nuevo entorno que trae la crisis.
El modelo Canvas nos muestra nueve preguntas que orientan la definición de un modelo de negocio (Gómez, 2020c):
1. ¿Qué valor ofreces a un cliente? ¿Cuáles son los problemas que le solucionas a un cliente o de qué manera satisfaces sus necesidades de manera presencial o digital?
2. ¿A qué segmento o segmentos de mercado atiendes? ¿De dónde provienen tus clientes?
3. ¿Cuáles canales de comunicación, distribución y ventas utilizarás? ¿Estás considerando canales digitales o aplicaciones móviles?
4. ¿Cómo te relacionas con tus clientes? ¿Cómo estás utilizando las tecnologías y la web para un relacionamiento más eficaz?
5. ¿Cuáles son tus fuentes de ingresos, derivadas del valor que proporcionas? ¿Cómo monetizas tu nueva propuesta de valor?
6. ¿Qué recursos claves y capacidades nuevas necesitarás para crear, capturar y entregar el valor a tu cliente?
7. ¿Cuáles son las actividades críticas en la creación, captura y entrega de valor?
8. ¿Qué actores o aliados son clave para entregar valor?
9. ¿Cuáles son tus costos?
Conclusiones
En este capítulo, se discutió cómo la estrategia está relacionada con el entorno, y se la definió precisamente con la adaptación de la empresa al entorno. Se vio que las crisis o los Cisnes Negros, como la pandemia de la covid-19, exigen tener un pensamiento estratégico más fino y nuevas habilidades directivas,