Ética en las profesiones. Fabio Orlando Neira Sánchez. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Fabio Orlando Neira Sánchez
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789588572710
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sectores, como la biotecnología, que concluyeron en los noventa con el mapeo del genoma humano, hicieron más palpable este fenómeno. En consecuencia, comenzó una alta producción discursiva en torno a la necesidad de puesta a tono de las organizaciones con las nuevas demandas emergentes.

      En los últimos años, hemos presenciado la emergencia de un sujeto que ama la información y porta permanentemente los dispositivos que le permiten su acceso en tiempo real a las redes que la contienen. Un sujeto que ha multiplicado su capacidad para establecer comunicaciones con otros sujetos también puestos en redes que facilitan su interrelación e interacción. Un sujeto que se ve compelido a estar permanentemente informado e informatizado so pena de autoexcluirse del mundo.

      La sociedad del conocimiento también ha demandado un nuevo sujeto. Tal demanda incluye no sólo las peticiones de la sociedad de la información, sino que además exige la formación de un hombre capaz de transformar la información en conocimiento y de utilizar éste de forma innovadora en diversos ámbitos del mundo social. Por tanto, las habilidades para accesar y seleccionar la información son complementadas con otras para clasificarla, homogenizarla, jerarquizarla, reorganizarla y transferirla a nuevos escenarios productivos. Este nuevo sujeto está dotado de procesos cognitivos altamente especializados a partir de los cuales puede realizar tareas tan complejas. Es capaz de comprender y manipular símbolos, signos y sentimientos rápidamente y de una forma creativa para la generación de innovaciones (Carretero, 1994).

      La actitud y las habilidades investigativas se han puesto en un primerísimo lugar de las demandas de formación. Se exige que el nuevo individuo posea conocimientos y habilidades investigativas, que le permitan acceder por sí mismo al inmenso volumen de conocimiento e información que surgen constantemente. Asimismo, la investigación ha sido puesta en función de la creatividad y la innovación, elementos que permiten el incremento de la productividad. En consecuencia, investigación, creatividad e innovación constituyen una triada enviada con mensaje de urgencia a las instituciones educativas. A este nuevo individuo se le ha dado en llamar el hombre cognitivo y al grupo social que compone el cognitariado. Este nuevo grupo social es una forma distinta del antiguo proletario que, a diferencia de su antecesor, no vende ya su fuerza de trabajo física, sino sobre todo su trabajo intelectual, creativo y emocional.

      La aparición de esta nueva forma de sociedad, de un nuevo sujeto y de nuevos grupos sociales en relación con el mundo laboral nos pone ante un contexto nuevo y diferente, desde el cual enfocar la reflexión ética sobre la vida profesional.

      El hecho de que en el llamado capitalismo cognitivo el acumulado más valioso de las empresas esté contenido en las mentes de sus profesionales (Corsani, 2004), la posibilidad de que esos conocimientos sean disputados entre el empleado y el empleador, la difícil diferenciación entre lo que es de éste y del otro es apenas un breve ejemplo de las múltiples cuestiones ante las cuales nos pone este vector de cambio y que deben ser tenidos en cuenta a la hora de pensar en cómo entendemos lo que es ético y no lo es en la vida profesional.

      DEL MUNDO DE LOS ESTADOS NACIONALES A LA ALDEA GLOBAL

      Una de las transformaciones más notorias que ocurren en este tránsito hacia la nueva sociedad, es el proceso de globalización. Si bien existe una discusión sobre su inicio, pues algunos lo hacen coincidir con la conformación de un sistema mundo evidente, ya desde el surgimiento mismo del capitalismo, hay consenso en entenderlo como un fenómeno totalmente nuevo, posibilitado por la emergencia de los organismos supranacionales en la segunda posguerra y sobre todo por los avances obtenidos en la conectividad a partir del desarrollo de los dispositivos infocomunicacionales.

      La globalización que en primera instancia se expresó en factores de tipo económico, como el aumento vertiginoso de las transacciones entre distintos puntos del globo, la rápida circulación de los capitales financieros y la nueva distribución internacional del trabajo también ha modificado muchos de los ámbitos de la vida social y personal de los individuos, al punto de generar nuevas construcciones culturales y subjetivas (Bauman, 1999).

      Los procesos globalizatorios han traído consigo la emergencia de un ciudadano mundial, capaz de moverse por las diferentes esquinas del mundo, interactuando de forma emocional y comunicativa con otras gentes y culturas, a partir de poderosas competencias de carácter comunicativo y emocional que le facilitan los intercambios productivos de todo tipo. Tal individuo ha mutado su otrora identidad nacional por una identidad global que, aunque no pierde la relación con lo nacional, la relativiza para poder ganar en potencialidad comunicativa, dando como resultado una identidad hibridada y flexible (Labastida, 2001).

      En las demandas de formación del sujeto de la globalización también se ha incluido la capacidad de desciframiento de nuevos códigos culturales en la producción de intercambios. A esta capacidad de lectura simbólica se le ha agregado la demanda por el aprendizaje de los idiomas del mundo global, de allí la exigencia básica en los sistemas educativos nacionales por la utilización del inglés como segunda lengua y la demanda por el conocimiento de las lenguas de las economías emergentes, como las del sudeste asiático.

      Las nuevas capas de mediano y alto rango del proletariado del trabajo inmaterial, responden muy bien a estas exigencias. Insertos en organizaciones de carácter multinacional, transitan día a día la geografía global y se insertan cada día en una cultura diferente, pero con la obligación de obtener resultados precisos. Su manejo de las relaciones interpersonales como sustrato de una adecuada comunicación y la comprensión y control de la emocionalidad propia y ajena suponen una diferencia sustancial con el individuo localizado. Sus remuneraciones salariales y la promesa de una vida deslocalizada llena de excitantes desafíos los pone como el modelo laboral por alcanzar y, por tanto, como el perfil por conseguir desde el proceso de formación.

      Los discursos globofóbicos han venido denunciando la forma como la globalización genera beneficios para un sector muy limitado de la población mundial, mientras que el otro mayoritario muere de hambre. De allí que frente a este fenómeno también se esté constituyendo en los sujetos una postura crítica que interroga la globalización y busca llevar sus beneficios al grueso de la población mundial (George, 2003). Por consiguiente, el nuevo sujeto, ciudadano del mundo abre sus perspectivas de comprensión de lo local a lo global y, a la vez, se incluye como agente de los procesos transformativos y como parte importante en la solución de sus problemáticas.

      Los sistemas educativos se han visto cada vez más presionados para reconfigurar la formación que ofrecían y que había estado centrada en la construcción del hombre nacional, defensor de la patria, sus valores y recursos. La nueva formación está enfocada a construir el hombre del pensamiento global, lo que implica no solamente enterarse de qué sucede en el mundo, sino también construir un pensamiento de carácter sistémico que le permita entender la aldea global e incluir en él diferentes variables que, de forma integrada, construyan la imagen mental de un sistema mundial del que él y su país de origen hacen parte importante.

      Entonces, el ciudadano global emerge como un nuevo sujeto por formar, su imagen vaga está bocetada y utiliza como modelos tanto las capas media y altas que constituyen la fuerza de trabajo de las multinacionales, como el conjunto multitudinario de seres humanos que se desplazan en medio de corrientes migratorias en el globo en busca de nuevas oportunidades. A este respecto, Virno (2003) y luego Negri (2004) han puesto de presente la emergencia de un nuevo grupo social, compuesto por las grandes masas de trabajadores pobres que buscan mejores oportunidades laborales y que no necesariamente se identifican como parte de un estado nación, sino como trabajadores globales que se desplazan siguiendo la oferta de trabajo.

      La Multitud es el nuevo sujeto social que reconfigura rápidamente las relaciones que el trabajador establecía con su país de origen, con su empresa y con la identidad que le proporcionaba su trabajo. Es así como las relaciones laborales en el globo comienzan a reconfigurarse ante el aumento creciente de la multitud migrante, la formación de un ejército mercenario desarraiga y busca nuevas oportunidades en un mundo globalizado; éste es un contexto que no puede sernos ajenos a la hora de asumir la reflexión sobre la ética profesional en este mundo que debemos asumir.

      DEL ESTADO DE BIENESTAR AL ESTADO NEOLIBERAL

      El Estado de bienestar, propuesto por el keynesianismo, que había venido