Lo cierto es que la reacción de la comunidad científica ante ellos no fue importante y tras 20 años dejó de escribir. En 1974, cuando ya pensó que no conseguiría difundir su terapia, la NHK, televisión pública de Japón, le entrevistó, lo que supuso una gran divulgación de su método por todo Japón y que mucha gente se interesara por el sotai. Después vinieron las conferencias en universidades y al final el reconocimiento de esta técnica como una gran aportación al alivio del dolor y muy diversas enfermedades.
Uno de los más fieles seguidores de las enseñanzas del doctor Hashimoto es mi profesor nacido en Ishikawa. Estudió en la universidad de Ciencias de Tokio, donde se licenció en física y química. Impartió clases de fisiología durante cinco años en la universidad de Estomatología de Tokio, puesto que abandonó para trabajar en el departamento de investigación de una compañía japonesa dedicada al control sanitario de los alimentos. La práctica habitual de sorinji kenpo, arte marcial basado en la utilización de la fuerza del contrario para vencerle mediante luxaciones, le aportó un conocimiento importante de la sincronización muscular y articular. Interesado por las ciencias de la salud, se graduó en la Escuela de Medicina Oriental Kinsei Gakuin de Tokio. Conoció a Keizo Hashimoto y a sus alumnos e inició el estudio del método sotai.
Mi profesor de sotai ha sido un gran innovador del sotai al crear nuevos ejercicios y divulgar esta terapia en Japón, para lo que estableció el Instituto de Investigación y Desarrollo de Sotai en 1980. Autor de varios libros y vídeos, es un colaborador de muchas publicaciones científicas en Japón y enseña sotai avanzado a profesionales sanitarios tanto de medicina occidental como oriental.
Actualmente soy el continuador en Europa de la filosofía y la técnica de este profesor, con quien tuve la gran suerte de perfeccionar mis conocimientos de sotai, adquiridos en mis frecuentes viajes a Japón y mediante el estudio de textos de distintos autores japoneses.
Tras aprender la técnica de mi profesor en Japón obtuve su autorización y refrendo para crear en España el Instituto de Investigación y Desarrollo de Sotai y fui nombrado director de esta sede para difundir la técnica del sotai en Europa.
Después de varios años de continua investigación, he creado nuevos ejercicios de sotai y nuevas terapias, antes impensables para esta técnica, como el tratamiento para aliviar los síntomas producidos por la ansiedad. Asimismo he desarrollado técnicas combinadas de sotai y shiatsu y he publicado diversos artículos sobre sotai, vídeos, etcétera.
5. Diferencias entre medicina occidental y medicina oriental
• En la medicina oriental la persona se considera una unidad delicadamente equilibrada compuesta de partes independientes, y el cuerpo es un circuito continuo por el cual circula la energía (ki). El médico trabaja con esta energía y se interesa por las características y el comportamiento de cada órgano.
• Depende totalmente del contacto persona a persona. El médico observa a la persona enferma, la palpa, la interroga minuciosamente y la escucha con atención.
• El médico no cura al enfermo, sino que es el enfermo quien se cura a sí mismo. Todo lo que hace el médico es orientarle para que se cure o se recupere él mismo.
• Se da mucha importancia a la prevención de la enfermedad, buscando mantener y mejorar la salud.
• En la medicina occidental la relación entre el médico y el paciente no es prioritaria; se tienen más en cuenta los informes de laboratorio, análisis de sangre, etcétera.
• Se emplean instrumentos muy técnicos para examinar, descubrir hechos, medir y formar un diagnóstico científico. Es muy concreta.
• Se define la enfermedad basándose en síntomas, el método de curación es sintomático y se recurre siempre a los medicamentos. Cuando el problema se hace demasiado grande para los fármacos, se procede a la cirugía. Posiblemente en la medicina oriental no se recetaría un fármaco, sino que se recomendaría un cambio en el estilo de vida.
• Se da importancia al control de la crisis y posiblemente trabaja mejor cuando hay una enfermedad aguda que cuando la enfermedad es crónica.
• El médico occidental tiende a dar más importancia a la calidad de vida y a la longevidad.
Ambas medicinas son necesarias. El médico oriental emplea el método suave: trata los problemas cuando son pequeños, administra asistencia sanitaria y adopta el criterio amplio subrayando la calidad de vida. Los antiguos médicos orientales sólo cobraban cuando el paciente estaba sano y si enfermaba dejaban de cobrar su paga. Por eso su intención era mantenerle en un estado óptimo de salud. El médico occidental es muy específico y tiene mayor poder en el control de la crisis; trata los problemas cuando son grandes y los suele resolver en un alto porcentaje.
La medicina busca mejorar la calidad de vida de los pacientes y, cada una, sea oriental u occidental, lo hace según sus criterios, pero teniendo todos, al fin y al cabo, un mismo objetivo.
Considero que la fusión de ambas será la medicina del siglo XXI y que unos y otros debemos dejar de mirarnos de reojo y colaborar e intercambiar conocimientos para beneficio de quienes acuden a nuestras consultas.
6. Principios de diagnosis
La diagnosis parte de tener en cuenta el concepto de la globalidad entendiendo a la persona como un todo orgánico que se relaciona (interactúa) con su entorno (trabajo, familiares, hábitat, estación del año, etcétera).
Cuando entra un paciente por primera vez en nuestra consulta seguimos un orden para poder averiguar la mayor cantidad de información posible con el fin de poder ayudarle a poner en marcha sus mecanismos de autocuración:
1. Observamos cómo se mueve desde el momento en el que entra en la consulta, cómo nos da la mano, el color de la piel, el brillo de los ojos, las posibles asimetrías, su postura, tanto en movimiento como en reposo, etcétera.
2. Escuchamos lo que tiene que contarnos y le hacemos unas pruebas (anamnesis) para poder tener conocimiento de cada zona del cuerpo. Preguntamos por el tipo de dolor que experimenta, si es punzante, difuso, impreciso, cuándo empieza en el día y si se acentúa o decrece con algo.
3. Le preguntamos también por la sudoración, si tiene estreñimiento, si duerme bien o padece insomnio, sobre los embarazos, partos e incluso si existen trastornos posparto y si sufre o no alteraciones menstruales sobre sus diferentes aparatos y sistemas (circulatorio, pulmonar, digestivo y urinario).
4. En último lugar, por medio del tacto comprobamos en el cuerpo del paciente si existen zonas más vacías o llenas (hipotonicidad o hipertonicidad muscular), la textura de la piel, si está reseca o si existen alteraciones cutáneas, etcétera.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.