Para la cultura hindú, en la transversal central del cuerpo humano se ubican los 7 principales chakras, primordiales vórtices de energía de cada ser humano que intervienen dentro de su equilibrio físico y mental. Para El gran libro de los chakras, de Shar&Dom y Baginski, estos se ubican en regiones u órganos corporales (chakra raíz, sacro, plexo solar, corazón garganta, tercer ojo y corona), que sirven como válvulas de comunicación energética para que esta pueda fluir de afuera hacia dentro y viceversa. El correcto accionar de estos vórtices permiten al humano un equilibrio o armonía interna saludable
Dentro de la línea histórica de los judíos y cristianos, milenios atrás se representó, un símbolo compuesto de 2 triángulos entrelazados que componían la estrella de 6 puntas denominada “Sello de Salomón”, la estrella de David o Hexagrama. Cada triángulo se encuentra colocado en una forma simétrica, opuesta, pero que entrelazados representan unión y fusión de fuerzas dinámicas dentro de un equilibrio vital. Este símbolo es uno de los más sagrados por el judaísmo, y de gran importancia para el cristianismo.
El concepto de EQUILIBRIO se trasmitió de distintas formas o símbolos, con el fin de hacer llegar este importante mensaje a las personas, y que al adoptarlo en las distintas facetas de sus vidas puedan tener una mejor y más plácida existencia. Si lo llevamos a la naturaleza, el concepto de equilibrio se refleja de forma innata en la tierra y los ecosistemas, en ellos esta armonía es inherente, se autorregula y preserva cíclicamente para continuar con sus propias existencias. Pero en el caso de nosotros, ¿cómo entender y cuál es la importancia del equilibrio en nuestras vidas?
Para responder a esta pregunta, debemos entender el significado de la misma. De acuerdo al diccionario, el equilibrio es: “Estado de un cuerpo cuando fuerzas encontradas que obran en él se compensan, y cuya suma da igual a cero”. Esta definición puede aproximarnos al concepto que buscamos. Podemos presumir que dichas enseñanzas daban a entender que estas “fuerzas” a las que refiere el diccionario, aluden a las distintas facetas que afronta el humano a través de los años. Todos cumplimos o hacemos frente a distintos roles o situaciones a la vez: Somos padres, hijos, hermanos, amigos, profesionales, aprendices, emprendedores, etc., al mismo tiempo. Que estas “fuerzas” sumen igual a cero, implica que sin importar la faceta que estemos encarando, no puede ser significativamente más importante que todas las otras juntas como para mover nuestro centro, o en otras palabras, no deberíamos permitirnos enfocarnos en un único aspecto que implique descuidar ciertos “otros” de nuestra existencia, de tal modo, que signifique perder la estabilidad propia.
Iniciando un camino
En un famoso y acertado discurso de despedida, Brian Dyson ex-CEO de Coca-Cola en su mensaje de cierre dijo: “[…] Imagina la vida como un juego de malabares con cinco pelotas. Las llamas trabajo, familia, salud, amigos y espíritu. Mantienes las cinco pelotas en el aire. Pronto te darás cuenta de que la pelota «trabajo» está hecha de goma. Si la dejas caer, rebotará. Pero las otras cuatro pelotas -familia, salud, amigos y espíritu-, están hechas de cristal. Si dejas caer cualquiera de ellas, se rasparán, marcarán, tendrán rasguños, se dañarán o incluso se destruirán de manera irreversible. Nunca volverán a ser las mismas. Tienes que entender esto y luchar para un equilibrio en tu vida.[…]”. En ese sentido (tomando como una buena referencia las palabras de Dyson), este libro haciendo una adaptación a dicha declaración pretende proponer 6 capítulos. Cada capítulo estará enfocado en un punto distinto que encuentro vital para el equilibrio personal. Integraremos el concepto de amigos y familia permanentemente en todos los capítulos, dado que uno de los objetivos principales es estar en armonía con el entorno.
Por consiguiente, estos serán los capítulos a desarrollar:
Energía
Mente
Dirección, objetivos, metas
Cuerpo / Salud
Desarrollo financiero
Desarrollo espiritual
Si bien nuestro ritmo de vida actual suele orientarnos fuertemente al aspecto laboral - financiero, considero que para encontrar un correcto equilibrio en nuestros días debemos velar del mismo modo por las otras áreas. Unas parecen más abstractas, otras más tangibles o materiales, pero cada una de ellas tiene una importancia significativa en nosotros, descuidar alguna de ellas es poco sostenible a largo plazo.
Hemos aprendido desde jóvenes la frase: “El que mucho abarca, poco aprieta” y si bien este concepto es aplicable en ciertos aspectos (básicamente empresariales), considero que emplearlo en nuestra propia existencia menospreciando alguna de las áreas mencionadas, sería errado.
Sin embargo, no deja de ser cierto que existen momentos muy puntuales o personas con un estilo de vida muy singular para quienes, dichos aspectos no tienen la misma prioridad como:
1 Una persona que se encuentra con una salud deteriorada, podría no estar enfocado en la dirección que toma su vida, su prioridad es su propia sanación.
2 Un individuo que se encuentre completamente consagrado a la espiritualidad, el aspecto económico podría serle realmente secundario.
Habiendo hecho la salvedad para estas particularidades, iniciaremos con el primer capítulo: Energía.
“Para conservar el equilibrio, debemos mantener unido lo interior y lo exterior, lo visible y lo invisible, lo conocido y lo desconocido, lo temporal y lo eterno, lo antiguo y lo nuevo”.
John O´Donohue, Poeta, filósofo irlandés
Uno
Energía
LA ENERGÍA FLUYE HACIA DONDE LA INTENCIÓN SE DIRIGE
“Si quieres encontrar los secretos del Universo, piensa en términos de energía, frecuencia y vibración”.
Nicola Tesla
¿Cuál sería tu sentir si en un sueño revelador se te manifestase que toda la solidez de tu mundo físico (tu cuerpo de piel y huesos, tu cerebro y la vida misma que te rodea) es prácticamente una fantasía? Solo mera ilusión, un espejismo, y que debido a nuestra poca capacidad visual lo asumimos como material y real, ¿lo aceptarías?
La materia, nuestro organismo y el mundo a nuestro alrededor son muy convincentes, ya que en apariencia son totalmente densos y compactos, se pueden ver, tocar, sentir. Sin embargo, ya muchos años atrás, desde Einstein, la física moderna asegura que esta solidez es solo una utopía.
Es una verdad científica que toda la materia está compuesta de átomos, los cuales se componen de partículas más pequeñas (electrones) que giran a velocidades inimaginables en enormes espacios vacíos alrededor de un núcleo (muy similar a la estructura de nuestro sistema