[33] R. Menéndez Pidal, Historia y epopeya, vol. 2, p. 113. Opinión que compartieron otros autores, véase A. Deyermond, La literatura perdida de la Edad Media castellana. Catálogo y estudio, I. Épica y romances, Salamanca, Universidad de Salamanca, 1995, pp. 62-63.
[34] V. Infantes, «Las Historias caballerescas», p. 312.
[35] G. Cirot, «Une chronique léonaise inédite», Bulletin Hispanique 11 (1909), pp. 259-282, y «La chronique léonaise», Bulletin Hispanique 13 (1911), pp. 133-156 y pp. 381-439. Para un análisis de la leyenda entre los siglos XII y XV, véase M. Vaquero, Tradiciones orales en la historiografía de fines de la Edad Media, Madison, The Hispanic Seminary of Medieval Studies, 1990, pp. 1-64.
[36] R. Menéndez Pidal, «Relatos poéticos en las crónicas medievales», Revista de Filología Hispánica 10 (1923), pp. 331-334.
[37] L. A. García Moreno, El fin del reino visigodo, pp. 22-29.
[38] R. Jiménez de Rada, Historia, V, 3.
[39] Ibid., V, 18.
[40] Alfonso X, Primera Crónica, p. 427. Esta leyenda ocupa los capítulos 730-732 y 763-764 del segundo volumen y las pp. 427-429 y 453-454.
[41] Ibid., p. 428.
[42] S. Martínez, «Tres leyendas heroicas de la Najerense y sus relaciones con la épica castellana», Anuario de Letras 9 (1971), p. 130.
[43] Alfonso X, Primera Crónica, p. 428.
[44] Ibid., p. 453.
[45] Los Anales Castellanos Segundos, compuestos en la primera mitad del siglo XII, sitúan la muerte de García Fernández en el año 995: «In era MXXXIII preserunt mauri conde Garcia Fernandiz, et fuit obitus eius die II feria III kalendas augusti», M. Gómez-Moreno, Discursos leídos ante la Real Academia de la Historia, Madrid, Imprenta de San Francisco de Sales, 1917, p. 26. El Tudense recuerda que García Fernández murió en una batalla y que Sancho, a pesar de haberse rebelado contra su padre, fue a Córdoba a reclamar el cadáver: «Poco menos en esse tiempo, como Sancho reuelase contra su padre Garci Fernandez, el noble conde Burgos, murió esse conde Garci Fernandez y subçediole [en] el condado su fijo, que llamauan Sancho, varon noble en armas, prudente en las cosas que auia de fazer, justo en sentencia, e no sabiendo dar lugar al trabajo, dio muchas pestilencias a los moros (…) Y ouo el muchos vencimientos noblemente de los moros, asi que fasta Cordoua fue batallosamente y dio muchas muertes en los moros», L. de Tuy, Crónica de España, IV, 42.
[46] Alfonso X, Primera Crónica, p. 453.
[47] Lucas de Tuy afirma que desde el día en que Almanzor fue vencido en Calatañazor «nunca quiso comer nin beuer, y veniendo en la çibdad que se dize Medinaceli morio…», Crónica de España, IV, XXXIX.
[48] Alfonso X, Primera Crónica, p. 454.
[49] Surgiría a partir de este momento la institución de los monteros de Espinosa, aquellos guardianes seculares del palacio de los reyes de Castilla.
[50] Alfonso X, Primera Crónica, p. 454.
[51] P. Gracia, «La leyenda de la condesa traidora: observaciones sobre su estructura y significación», en J. M. Megías (ed.), Actas del VI Congreso Internacional de la Asociación Hispánica de Literatura Medieval, vol. 1, Alcalá de Henares, Universidad de Alcalá, 1997, p. 727.
[52] F. Bautista, «Pseudo-historia y leyenda en la historiografía medieval: la Condesa Traidora», en F. Bautista (ed.), El relato historiográfico: textos y tradiciones en la España medieval, Londres, Queen Mary, 2006, pp. 88-91.
[53] Alfonso X, Primera Crónica, p. 429.
[54] M. Ratcliffe, Mujeres épicas españolas. Silencios, olvidos e ideologías, Woodbridge Suffolk, Tamesis, 2011, p. 114.
[55] L. F. Lindley Cintra (ed.), Crónica geral de Espanha de 1344, Lisboa, Academia Portuguesa de Histórica, 1954, p. 198.
[56] J. de Mariana, Historia, vol. 1, p. 390.
[57] Ibid., p. 390.
[58] J. de Mariana, Del rey y de la institución de la dignidad real, Madrid, Imprenta de la Sociedad Literaria y Tipográfica, 1845, p. 85.
[59] Ibid., p. 86. Sobre la cuestión del tiranicido en el pensamiento del jesuita véase M. Herrero Sánchez, «El padre Mariana y el tiranicidio», Torre de los Lujanes 65 (2009), pp. 103-121.
[60] M. Lafuente, Historia, vol. 4, p. 315, n. 2.
[61] Ibid., p. 315, n. 2.
[62] A. Deyermond, La literatura, p. 67.
[63] Gonzalo Martínez Díez se negó a edificar la historia sobre «la base de los cantares de gesta, aunque no resulte enteramente imposible que la leyenda o Cantar de la Condesa Traidora, que narra cómo la condesa, esposa de García Fernández, conspira contra su marido, pudiera ser un eco tardío y deformado de esta discordia familiar entre el conde y su hijo, pero no tenemos ni la más mínima prueba histórica de esa supuesta traición de la condesa doña Ava, de la que por otra parte perdemos toda noticia de su existencia a partir del año 988», El condado de Castilla (711-1038): la historia frente a la leyenda, vol. 2, Madrid, Marcial Pons, 2005, p. 529. Véase también D. Catalán, La épica española. Nueva documentación y nueva evaluación, Madrid, Fundación Ramón Menéndez Pidal, 2001, pp. 134-137, y M. Ratcliffe, Mujeres épicas, pp. 112-113.