«Otro aposento mas adentro, que llamaban el de la chimenea,[22] estaba tambien todo colgado de tapicería mas fina, y allí habia un rico dosel, y este aposento sirvió para que la reina comiese los dias que duró la fiesta de la coronacion del rey. La sala grande que llaman de los mármoles, estaba de la misma manera entapizada con paños de raz de mas linda estofa, y en medio estaba puesto un dosel mas rico que los demas, y una muy rica silla debajo de él. Dentro de esta sala habia la cuadra que llamaban de los paramentos, y[23] en ella estaba la cama del rey, que tenía las cortinas de terciopelo carmesí con bordadura de oro y con las armas reales, y estaba toda esta pieza con colgadura de tela de oro y de brocado.»
Todavía se encuentran mas pormenores á cerca de la extension del patio, en la relacion que hizo Alvar Garcia de Santamaria, testigo presencial (copiada por el mismo Blancas) de la coronacion de D. Fernando I,[24] en cuya relacion se ven noticias muy curiosas. «En ésta, (la Aljafería) habia un corral que había en luengo 54 pasos é ancho 40 pasos, el cual corral fizo el dicho señor rey cubrir de madera de pino blanco, con teja vana, sin tierra, con sus lumbreras que estaba muy claro, é con este fué fecha una gran sala á maravilla, é estaban todas las paredes cubiertas de paños franceses broflados con oro é sin oro, é asentamientos de muchas mesas, é un asentamiento sobre gradas real, dó comió el rey, dia de su coronacion, segun que adelante oirédes; esta sala estaba el cielo cubierto de piezas de paños de lana, una pieza bermeja, é otra amarilla, é decian que habia en el cielo de la sala mas de setenta piezas de paño, é despues de puestas parecia[25] el cielo armas reales de Aragon.»
Tambien advertimos en la relacion que el mismo Alvar Garcia hace de la coronacion de Fernando I, que se hace mencion del palacio de las Jarras.[26]
Observamos por los trozos que he transcrito de estas relaciones, que habia patios como los hay ahora en la Aljafería, pero á pesar de todo, ¿cómo es posible saber con puntualidad su antiguo estado? Ni memoria se conserva de la capilla de S. Jorge, ni podemos atinar sino por congeturas donde estaba la sala de los mármoles, é ignoramos de todo punto á donde caía el palacio de las Jarras. Tambien Blancas[27] dice que el rey D. Martin fué el lunes á oir misa á la capilla que decian de Santa Maria, la que no podemos adivinar donde existía.
Debemos deplorar que en tiempo de los Reyes Católicos cuando se reparó este edificio, y en las renovaciones posteriores, no se sacase un plano de su situacion y de sus antiguas estancias, ó que á lo menos no se hiciese una descripcion exacta.[28]
Es tanto mas estraño este descuido, cuanto que la fama de este alcázar se halla comprobada con las traducciones de las crónicas caballerescas. En él se supone que estaba encerrada la célebre Melisendra, y por eso Cervantes en la segunda parte del Quijote,[29] pone en boca del muchacho del titerero una historia que, segun decia, era sacada de las crónicas francesas y romances españoles, que andaban en boca de las gentes y muchachos por las calles; la libertad que dió el señor D. Gaiferos á su esposa Melisendra, que estaba cautiva en España en poder de moros, en la ciudad de Sansueña, (que así dice Cervantes se llamaba entonces Zaragoza):[30] y mas adelante continúa el jóven titerero, «vuelvan vuesas mercedes los ojos á aquella torre que allí parece, que se presupone que es una de las torres del alcázar de Zaragoza, que ahora llaman la Aljafería, y aquella dama que en aquel balcon parece vestida á lo moro, es la sin par Melisendra.»
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