Descripcion é historia del castillo de la aljafería sito extramuros de la ciudad de Zaragoza. Mariano Nougués Secall. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Mariano Nougués Secall
Издательство: Bookwire
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Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 4057664187512
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fachadas de norte y sud; la primera de ciento trece varas de longitud, y de ciento catorce la segunda; sobre la altura ó lado perpendicular se eleva la fachada de occidente en longitud de cien varas, y en todo el oblicuo restante apoya la fachada principal al oriente, formando con la del sud ángulo de noventa y siete grados.

      Su grande distribucion interior está iluminada y ventilada por cinco patios descubiertos y diferentes patinejos sin simetria en su colocacion unos respecto de otros, aunque tienen sus plantas bastante regulares. Los tres mas espaciosos son: el primero entrando por la puerta del principal y á las veinte y cinco varas de la misma, que es el de la iglesia, cuadrado de diez y ocho varas de lado. Por éste y enfilando con la puerta de poniente se comunica al 2.º, que es el del centro ó de Santa Isabel, rectángulo de diez y ocho varas de este á oeste por treinta y dos de norte á sud. Comunica con el 3.º, (el de poniente ó de la maestranza,) trapécio prolongado de norte á sud de cincuenta y seis varas de longitud proporcional por veinte y ocho de latitud ó altura. Este gran patio da entrada á otro situado al sud, rectángulo de diez y seis varas de longitud de este á oeste por ocho de latitud. El último se halla comprendido entre las crugías dobles del ángulo obtuso, ó sea el que forman las fachadas de sud y este: es un rectángulo de treinta y dos varas de longitud de norte á sud por diez y ocho de latitud, aumentado su lado del sud hasta veinte, y cinco varas hácia el oeste por la escuadría que forma en su ángulo entrante á las veinte y dos varas de su longitud, siendo esto cuanto comprende en globo la ignografía del edificio habitable.

       Índice

      DIVERSIDAD DE SU ARQUITECTURA

      y épocas

      de la misma: fortificacion &c.

      En este edificio se dejan ver cuatro clases de fábrica distintas, que denotan las principales alteraciones que ha sufrido ya por reparos, ya por modificaciones, ya finalmente por aumentos hechos en él, llevando cada una marcado el sello de la época en que se verificó. La mas antigua corresponde á la dominacion sarracena y se advierte en un local que indudablemente fué mezquita ú oratorio de sus soberanos, y en los restos de tres arcos que se conservan en la parte del sud del patio llamado de Santa Isabel.

      A la época que medió desde que los reyes de Aragon se apoderaron de este alcázar hasta los Reyes Católicos, debe pertenecer lo que ocupa el cuerpo de artilleria en el patio de Santa Isabel para almacenes y las columnas ó pilares ochavados que se hallan en el lado del norte.

      Al reinado de los reyes católicos D. Fernando y Doña Isabel corresponden la escalera de la habitacion régia, su entrada, los salones artesonados y demás dependencias.

      El resto del edificio se advierte ser del tiempo de Felipe V. en adelante, cuyo reinado está mas espresivamente marcado en los trofeos militares de alto relieve, que se dejan ver sobre la entrada de la parte baja del almacen de artilleria número 4, descendiendo desde aquí hasta la grande renovacion que fué sufriendo sucesivamente, y que se completó en 1772[2], de cuya época son todos los ornatos del exterior, los pabellones del lado del este, la sala de armas y los cuarteles de oeste, norte y sud. La torre ó campanario parece ser aun mas moderna, y á la iglesia no se le puede asignar época fija por participar de caractéres diferentes.

      Los límites de este edificio en lo antiguo debieron ser menos estensos que en el dia, y el aumento que recibió últimamente en la renovacion de 1772 fué, segun parece, por el lado del este el fondo de los pabellones, por el oeste, norte y sud los cuarteles de estos tres lados: y así nos lo hace presumir con sobrado fundamento un muro de bastante espesor, que corre generalmente por el interior en la longitud de los mencionados cuarteles, con un torreon circular de alto en bajo del edificio en el del norte, otro en el del oeste, otro en el del sud, y otro en el ángulo que forma el del norte con el del oeste, quedando todos cuatro ocultos en el interior del edificio.

      Lam. 2.ª

      

Lil. de L. Jayma, Zaragoza Vista geometrica de la fachada pral de Castillo de la Aljaferia en Zaragoza.

      Su fábrica es de ladrillo á cara vista en sus paredes exteriores, y aun en muchas de las de adentro, aunque en lo interior se notan tambien algunas de tierra y grava, que demuestran las diversas épocas de la construccion de este alcázar: su arquitectura es sencillísima, pues la decoracion general consiste en fajas perpendiculares á imitacion de pilastras entre sus vanos, interrumpidas horizontalmente por otras estrechas, ó sean listeles que corren todo el edificio manifestando la division de sus pisos. Las ventanas son de una proporcion séria, y no llevan otro adorno que un marco sencillo sin moldura alguna, á excepcion de la fachada principal, en cuya crugía se hallan distribuidos los pabellones de gefes y oficiales con balcones adornados de marcos con molduras y frontispicios, cuya arquitectura puede corresponder al siglo diez y ocho, y seguramente será en el último atendida la renovacion que se hizo de este edificio en 1772 segun se ha manifestado, en cuyo año se le dió la planta que hoy conserva, habiendo quedado muy poco del tiempo de los moros y del de los reyes de Aragon. Su vista es elegante y graciosa por la parte de la ciudad y no deja de realzarla extraordinariamente la torre de la iglesia. La estampa número 2.º presenta su imágen con semejanza por su frente ó fachada principal.

      Su fortificacion actual seria insignificante sino le defendiese su gran foso, pues solo consiste en sus cuatro cortinas construidas á barbeta sobre el muro de la escarpa, que avanza del edificio cinco varas, formando un camino cubierto y paseo que corre por todo el perímetro. Los baluartes de los cuatro ángulos fueron destruidos en 1813 y 14: el que dá frente al cuartel de caballeria, se voló en 1813 cuando el ejército español sitiaba este castillo, en el que el general París habia dejado una corta guarnicion: un comandante francés de artilleria, segun oí, disparó un pistoletazo sobre las municiones, y saltó hecho trozos aquel rebellin: los restantes fueron deshechos y terraplenado parte del foso por una órden que expidió el general Wellington para que se destruyesen los fuertes que ocuparon los franceses.

      Su entrada única era antes un puente de ladrillo y en la actualidad otro fijo de madera, que ha sido reparado por reclamacion directa al ministerio del Excelentisimo señor general D. Manuel Breton. La cabeza cerrada por un rastrillo se halla defendida por un rediente aspillerado para fusileria, donde hay un cuerpo de guardia para una avanzadilla, y á derecha é izquierda dos rastrillos en las dos rampas suaves que en latitud de cinco varas conducen al foso.

      Éste es bueno y tiene de anchura de veinte y seis á veinte y siete varas en toda la circunferencia, excepto en la fachada principal que cuenta unas veinte y ocho: su profundidad es de unas ocho varas próximamente: perpendiculares la escarpa y contraescarpa; la primera de buena fábrica de ladrillo y mamposteria, y la segunda revestida y revocada ha muy pocos años. La construccion del foso no data sino de la época del señor D. Felipe V que convirtió este edificio en fortaleza. De contado esta defensa no existia en tiempo de Felipe II aun cuando existiese muro[3], del que se encuentran vestigios, como se ha manifestado, pues cuando se alborotó el pueblo de Zaragoza con motivo de la traslacion de Antonio Perez desde la cárcel de manifestados al Castillo de la Aljaferia, le pusieron fuego por todas partes, rodeándolo mas de tres mil hombres que gritaban, que allí moririan abrasados los inquisidores.[4] Lo cierto es que, segun me han manifestado los ingenieros, en algunas partes del edificio se descubren vestigios de incendio, y se nota el empleo de diversa clase de maderas que las que se usaron en su primitiva construccion.

      Mr. Mignet de la Academia francesa en la historia que ha publicado recientemente de Antonio Perez y Felipe II no expresa la circunstancia de que se hubiese incendiado el Castillo, refiriendo tan solo que D. Pedro Sesé habia hecho conducir muchas carretadas de leña con el intento de pegar fuego á la aljaferia[5]. Tampoco Lupercio Leonardo de Argensola en su informacion sobre estos sucesos hace mérito de esta particularidad.

      Por un cálculo me parece que éste edificio podra contener ó alojar unas tres mil personas.

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