– En la oscuridad de la capilla, vi algo muy especial y mágico que no puedo describir con palabras. La mujer era como esas imágenes sagradas que se ven en las ventanas de colores en las iglesias. Su rostro era suave y tenía una expresión tranquila y triste[15]. Su piel era muy pálida y su figura delgada y elegante[16]. Vestía un hermoso vestido blanco y parecía flotar en el aire. Me hizo recordar a las mujeres de mis sueños de cuando era niño, seres divinos y puros que solo existen en mi imaginación. Me creo juguete de una alucinación y, sin apartar los ojos, ni siquiera respirar, temiendo que un soplo desvanezca el encanto. Ella permanece inmóvil. Al verla tan brillante y luminosa, me parece que no es una persona normal, sino un espíritu que ha tomado forma humana por un instante. Parecía que el rayo de la luna ha dejado una estela en el aire, que desciende verticalmente desde la ventana alta hasta el suelo, rompiendo la oscuridad del lugar misterioso[17].
– Pero… – exclama interrumpiendo un camarada de colegio, quien comienza bromeando acerca de la historia y termina interesándose por su relato. – ¿Cómo estuvo allí esa mujer?[18] ¿No le dijiste nada? ¿No te explicó su presencia en ese lugar?
– No me decido a hablarle porque estoy seguro de que no me contestará, ni me verá ni me escuchará.
– ¿Es sorda? ¿Es ciega? ¿Es muda?[19] – exclaman al mismo tiempo tres o cuatro de los que escuchan la narración.
– Es todo eso a la vez, – exclama finalmente el capitán después de un momento de pausa, – porque es… de mármol[20].
Al escuchar el sorprendente desenlace de tan extraña aventura, todos los presentes en el grupo estallan en una risotada ruidosa, mientras uno de ellos le dice al narrador de la historia singular, quien es el único que permanece en silencio y con una actitud seria:
– ¡Por fin lo concluyes! Yo tengo más de un millar de ese tipo, un auténtico harén en San Juan de los Reyes[21]. Un harén que desde ahora pongo a tu disposición, ya que al parecer tanto te da una mujer de carne como de piedra.
– Oh, no… – continúa el capitán sin alterarse en lo más mínimo por las carcajadas de sus compañeros. – Estoy seguro de que no pueden ser como la mía. La mía es una verdadera dama castellana que, por un milagro de la escultura, parece que no ha sido enterrada en su sepulcro[22]. Ella aún permanece de rodillas sobre la losa que la cubre, inmóvil, con las manos juntas en un gesto suplicante, sumergida en un éxtasis de amor místico.
– Te explicas de tal modo que acabas por probar la verosimilitud de la fábula de Galatea.
– Por mi parte, puedo decir que siempre creo que es una locura, pero desde anoche comienzo a comprender la pasión del escultor griego.
– Dadas las especiales condiciones de tu nueva dama, creo que no tienes inconveniente en presentárnosla[23]. De mí puedo decir que ya no vivo, hasta ver esa maravilla. Pero… ¿qué te pasa?.. diríase que esquivas la presentación. ¡Já! ¡Já! ¡Já! ¡Bonito fuera que ya nos tienes hasta celosos!
– Celoso, debo admitirlo, celoso… no de los hombres, sino… mirad hasta dónde llega mi extravagancia. Junto a la imagen de esa mujer, también de mármol, hay un guerrero… su esposo, supongo…[24] Bueno… lo diré todo, aunque se rían de mí… Si no temiera que piensen que estoy loco, creo que lo he imaginado cientos de veces hecho pedazos.
Una nueva, y aún más ruidosa carcajada de los oficiales, saluda esta original revelación del estrambótico enamorado de la dama de piedra.
– Nada, nada, es preciso que la veamos – dicen unos.
– Sí, sí, es preciso saber si el objeto corresponde a tan alta pasión – añaden los otros.
– ¿Cuándo nos reunimos a echar un trago en la iglesia en que te alojas?[25] – exclaman los demás.
– Cuando mejor os parece: esta misma noche si queréis, respondo, recobrando mi habitual sonrisa, disipada un instante por aquel relámpago de celos. A propósito. Con los bagajes he traído hasta un par de docenas de botellas de Champagne; verdadero Champagne, restos de un regalo hecho a nuestro general de brigada, que, como sabéis, es algo pariente[26].
– ¡Bravo! ¡Bravo! – exclaman los oficiales a una voz, prorumpiendo en alegres exclamaciones.
– Se bebe vino del país.
– Y cantamos una canción de Ronsard.
– Y hablamos de mujeres, a propósito de la dama del Anfitrión.
– Conque… ¡hasta la noche!
– Hasta la noche.
1. Используйте форму инфинитива в следующих предложениях. Запомните устойчивые выражения с инфинитивом:
1. Me gusta ____________________ (bailar) en las fiestas.
2. Necesito ____________________ (estudiar) para el examen de mañana.
3. A ellos les encanta ____________________ (viajar) por el mundo.
4. ¿Quieres ____________________ (comer) en ese restaurante nuevo?
5. Mi hermano sabe ____________________ (tocar) la guitarra muy bien.
6. Es importante ____________________ (hablar) varios idiomas en el mundo actual.
7. Prefiero ____________________ (leer) libros en lugar de ver la televisión.
8. ¡Vamos a ____________________ (jugar) al fútbol en el parque!
9. Mi mamá suele ____________________ (cocinar) comidas deliciosas.
10. Me gustaría ____________________ (aprender) a bailar salsa.
2. Переведите на русский язык предложения из предыдущего упражнения:
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3. Вставьте глагол ser в нужной форме в Presente de Indicativo:
1. Yo ____________________ estudiante.
2. Tú ____________________ muy inteligente.
3. Él ____________________ médico.
4. Ella ____________________ amable.
5. Nosotros ____________________ deportistas.
6. Vosotros ____________________ estudiantes de español.
7. Ellos ____________________ simpáticos.
8. Ellas ____________________ artistas.
1.
1. Me gusta bailar en las fiestas.
2. Necesito estudiar para el examen de mañana.
3. A ellos les encanta viajar por el mundo.
4. ¿Quieres comer en ese restaurante nuevo?
5. Mi hermano sabe tocar la guitarra