Cuando en los años veinte la novela policíaca inglesa tomó el rumbo para acercarse, en su forma literaria, a la verdadera novela, Dorothy L. Sayers fue una de las escritoras que contribuyeron con más entusiasmo y decisión a que ese rumbo llegara a buen término.
Dorothy Leigh Sayers, nacida en Eastern England el año 1893, era hija del reverendo H. Sayers, durante algún tiempo director de los coros escolares de la catedral de Oxford, y de Helen May (Leigh) Sayers, sobrina nieta de Percival Leingh, el “Profesor” de la revista Punch.
Dorothy L. Sayers fue una de las primeras mujeres que obtuvo título universitario en Oxford, el año 1915, en el Somerville College, consiguiendo los máximos honores en la especialidad de literatura medieval.
Somerville le proporcionó el escenario para su novela Gaudy Night, publicada en 1934 con resonante éxito, de la misma forma que para su otra novela titulada Murder Must Advertise se lo proporcionó una agencia de anuncios inglesa en la que estuvo colocada durante algún tiempo.
Como el escaso sueldo que ganaba con su colocación apenas le daba para vivir, se dedicó en sus ratos libres a escribir relatos policíacos, cuyos protagonistas poseían la fuerza de que ella carecía y tanto envidiaba.
Así fue como engendró ese maravilloso personaje que bautizó con el nombre de lord Peter Wimsey, creando a su alrededor todos los satélites que le siguieron en sus diversas novelas.
El primer libro con que empezó su larga carrera de novelista, y cuyo protagonista era lord Peter Wimsey, fue el titulado Whose Body? que apareció el año 1923. Anteriormente a esta publicación, había escrito un libro de poesías y otro de cuentos católicos.
El lord Peter Wimsey que aparecía en Whose Body? era una vaga sombra, una caricatura afectada, del Wimsey conocido hoy por millones de personas. Pero el personaje era original. Se salía de todas las normas establecidas hasta el momento para los detectives de novelas. En esta obra también hacían su aparición Bunter, el criado de Wimsey, de arrebatadora personalidad, y el inspector Parker, de Scotland Yard, que con el tiempo se convertiría en cuñado del protagonista. Parker tenía mucho de criatura “watsoniana”.
A esta novela siguieron otras varias de buena calidad literaria, con cierta influencia de Dickens, que interrumpieron por el momento la serie del detective lord Peter Wimsey, de la casa ducal de Denver.
Miss Sayers contrajo matrimonio el año 1926 con el capitán Oswald Atherton Fleming, famoso corresponsal de guerra, publicando el mismo año de su boda, con su nombre de soltera, El misterio de Riddlesdale Lodge, novela apasionante, cuya acción se desarrolla en la casa solariega de Wimsey y que tiene por protagonista al propio hermano de lord Peter, el duque de Denver. Wimsey, mezclado en un caso de asesinato cuyos indicios señalan claramente hacia su hermano, tiene que emplear toda su astucia para desenredar un embrollo que está a punto de llevar a la horca al heredero de la casa ducal de Denver. Pero al final consigue, con su acostumbrada pericia, llevar a buen puerto un barco que estaba a punto de naufragar. En esta novela, donde se encuentran por primera vez lady Mary Wimsey, hermana de lord Peter, y el inspector Parker, es el preludio de un idilio que termina en boda.
El misterio de Riddlesdale Lodge alcanzó un considerable éxito de crítica y público, y puede decirse que fue la novela que hizo subir a miss Sayers los primeros escalones de la fama.
En 1927, se publicó Unnatural Death; en 1928, The Unpleasantness at the Bellona Club y Lord Peter descubre el delito, una colección de cuentos en los que se nota la mano maestra de Dorothy Sayers. En todos ellos interviene nuestro protagonista lord Peter, y a cada uno de ellos sabe darle el final apetecido. Estos relatos son verdaderas joyas dentro del género policíaco.
Strong Poison, publicado en 1930, dio comienzo a una serie de novelas protagonizadas por Harriet Vane, novelista policíaca. En ella empieza la devoción de lord Peter hacia esta mujer, acusada del asesinato de su prometido, acusación que tira por tierra el simpático detective aristócrata. Lord Peter, que durante años requeriría de amores a Harriet, termina por casarse con ella en la novela Busman's Honeymoon, después de siete años de sitiar la plaza.
A Strong Poison siguió The Documents in the Case (1930), en colaboración con Robert Eustace; Cinco pistas falsas (1931), en la que la autora hace un estudio detallado de una ciudad compuesta de pintores y pescadores de caña. El interés y la amenidad de esta novela, unidos al misterio que rodea la muerte de uno de sus personajes, proporcionan al lector unos momentos agradabilísimos. Lord Peter Wimsey tiene en su poder cinco pistas, pero las cinco son falsas. ¿Quién mató, en realidad, a Campbell? ¿Y cómo lo mató?
Dorothy L. Sayers juega en esta novela con todos los triunfos en su mano, y en cada página de ella el misterio crece, haciéndose más insondable. Hasta que lord Peter da con el quid.
En 1932, sale a la luz la segunda novela de la serie de Harriet Vane, titulada El caso del bailarín barbudo, relato extraño, alucinante, que se desarrolla en un ambiente de lujo y de inmoralidad, y en el que concurren una serie de circunstancias que ponen otra vez en duda la honorabilidad de Harriet Vane, que se encuentra de improviso en el escenario del crimen.
Un bailarín ruso aparece asesinado sobre una piedra en la playa. ¿Cómo pudieron matarle, si Harriet llegó a su lado con cinco minutos de diferencia, según los médicos, entre la muerte y su llegada a la peña? Ante su vista, el espacio abierto no dejaba duda: nadie podía esconderse ni escapar sin ser visto. ¿Entonces…? Harriet se ve envuelta en un misterio tan complicado que pone en peligro su libertad. Pero lord Peter acude en su ayuda, y el genial detective consigue desentrañar el caso más complicado de su carrera.
El caso del bailarín barbudo puede considerarse como una obra maestra del género policíaco. El interés de la trama va adobado con los insistentes requerimientos de amores que Peter hace a su casquivana Harriet.
Hangman's Holiday hace su aparición en 1933, y en el mismo año se publica Murder Must Advertise.
Pero es en el año 1934 cuando aparece su famosísima novela Los nueve sastres, que pone a Dorothy L. Sayers en el pináculo de la fama y que ha de considerarse como el ejemplo más elocuente del grado que puede alcanzar una narración policíaca.
Los nueve sastres, por su rica calidad literaria, por su apasionado argumento, por la viveza de sus escenas, es obra que merece los honores de un primer premio literario.
La aparición de un cadáver desconocido en la tumba de una señora recientemente enterrada en Fenchurch St. Paul da lugar a una serie de conflictos que ponen en un aprieto la inteligencia de lord Peter Wimsey, casualmente en aquel lugar. Tal hecho, relacionado con el antiguo robo de un collar de esmeraldas, pone de manifiesto un conjunto de hechos que revolucionan al tranquilo pueblo. La figura digna del rector es un alivio en medio de tantas maldades.
Esta novela tiene un protagonista verdaderamente extraño: las campanas de la iglesia. Alrededor de ellas gira toda la trama.
Lord Peter es testigo de una espantosa inundación debido al desbordamiento de una presa, rota por la crecida de las aguas de un río, así como de otras calamidades; pero todo llega a un buen final con el esclarecimiento de los hechos, y la paz vuelve a reinar en aquel pueblecito turbado momentáneamente por las furias de los elementos y de los hombres.
Los nueve sastres es novela que deja un gran impacto en las almas.
A partir de esta novela, su trabajo como escritora se espació. Sin embargo, publicó a continuación Gaudy Night, Busman's Honeymoon, In the Teeth of the Evidence, etc. También dio a la imprenta varios volúmenes de cuentos y relatos policíacos bajo el título común Great Short Stories of Detective, Mystery and Horror, que tuvieron destacado éxito.
Dorothy L. Sayers es una mujer alegre y sencilla, que vive en la actualidad con su marido en East Anglia, muy cerca del lugar donde pasó su infancia. Su gran afición y distracción es montar en motocicleta y leer las novelas policíacas escritas por otros autores.
Ahora publica menos libros que al principio de su carrera literaria, y su mayor interés está concentrado en los trabajos de investigación relacionados con el drama religioso medieval. Continúa siendo