La crisis bancaria se extendió y se convirtió en crisis de crédito cuando los bancos preocupados por la salud financiera de otros bancos elevan el costo del crédito entre ellos y como consecuencia se eleva el costo del crédito en general. La elevación de las tasas de interés reduce el consumo y caen los precios de los mercados inmobiliarios, así como los precios en la bolsa de valores, profundizando la crisis y extendiéndola a otros países cuyas bolsas de valores colapsan, se elevan las tasas de interés y el consumo decrece y la recesión estadounidense se convierte en global. La responsabilidad de la crisis se atribuye a las autoridades monetarias estadounidenses, al no intervenir oportunamente para evitar que la crisis bancaria, provocada por las agencias gubernamentales de crédito, junto con los bancos, se convierta en crisis de crédito. Barak Obama presidente electo en ese entonces se compromete a castigar a los responsables, pero sorpresivamente los ratifica en sus cargos cuando toma el poder (Obregón, 2011)
En este punto vale la pena aclarar que la economía de un país crece con la inversión y su consecuencia natural: el empleo. Adicionalmente es importante mencionar, que hay dos clases de inversión: la productiva y la especulativa, la primera es la que crea riqueza genuina (bienes y servicios) que permea a la sociedad vía empleo y consumo, consiste en poner en movimiento maquinaria, equipo y conocimiento para producir bienes así como construir infraestructura (carreteras, comunicaciones, etc.); la especulativa es la financiera y la inmobiliaria sobre todo cuando su crecimiento se logra comerciando en la bolsa de valores y en el caso de los inmuebles, cuando su valor comercial aumenta sólo con el paso del tiempo. La riqueza que se genera mediante la inversión especulativa no tiene un impacto social, es ilusoria, es hacer dinero con el dinero, su aumento proviene de la perdida que registran otros individuos, generando concentración del ingreso en pocas personas.
La inversión especulativa propició la crisis del 2008 antes mencionada y la concentración del ingreso ha tomado tal fuerza que en las economías capitalistas que se ha acuñado el termino “financierizacion” , como se comentó en el capitulo 1, para señalar el elevado costo de la intermediación financiera y lo insano que un medio como es el dinero, se convierta en un fin en sí mismo, adquiriendo una elevada prioridad en las decisiones de inversión pública y privada, al grado que esta deteniendo el crecimiento de las economías capitalistas. Thomas Piketty, es un economista francés que en 2013 demuestra y denuncia esta tendencia en un libro que concentra estudios de largo aliento sobre el ingreso, el capital y el trabajo en un grupo de países capitalistas de Europa y América (Piketty, 2014).
Según Pikety (2014) no se cumplió el pronostico de Marx relativo al fin del capitalismo por la concentración del capital por sus crecientes utilidades a costa de la explotación del trabajo, que terminaría reduciendo a un mínimo la rentabilidad del capital al pulverizar el mercado; la presión de los sindicatos, la tecnología y los flujos de conocimiento contribuyeron a la postre, a un mejor equilibrio entre capital y trabajo. Pero, por otro lado, el autor pone al descubierto que, al interior de las clases capitalistas, a lo largo del siglo XX, la desigualdad ha aumentado, lo que explica el bajo crecimiento de las economías globalizadas. Así en 2010 la clase dominante, es decir el 1% de la población, concentró en Europa el 25% del capital total2, en Estados Unidos el 35 %, estimándose que, de seguir la tendencia, la clase dominante estadounidense acaparará el 50% en 2030. Los países escandinavos son mas igualitarios, su clase dominante concentró entre 1970-1980, el 20% del capital total, se caracterizan por la presencia de un Estado fuerte que sustituye al mercado en áreas claves y lo regula en otras. Quizás por ello, la salida, dice Piketty (2014), consiste en un Estado Social que mediante un impuesto progresivo a las ganancias del capital y sobre todo a la herencia, recupere el equilibrio en la distribución del ingreso y restablezca el crecimiento y bienestar.
Economistas norteamericanos ganadores de sendos premios nobel de economía como Stiglitz (2012) y Krugman ( 2009) estuvieron de acuerdo, en lo general, con la tesis Piketty (2014) especialmente en lo que a la economía estadounidense se refiere. Otro economista estadounidense, Robert Reich, quien fue Secretario de Trabajo en el gobierno de W. Clinton, no concuerda del todo con Piketty, demuestra que en los Estados Unidos no solo hay gran concentración del capital y bajo crecimiento económico, sino que la brecha entre los ingresos del capital y el trabajo continua ensanchándose, la explicación que aventura Reich (2015) de este desequilibrio, reside en que los poderosos capitalistas manipulan las reglas del mercado a su favor; conforme ingreso y riqueza se concentra en pocas manos, se gana también el poder político, con el poder se influye en los mecanismos de mercado de manera que la mano invisible del mercado esta finalmente conectada al brazo musculoso de los ricos.
Conforme a su razonamiento Reich (2015) propone salvar al capitalismo para las mayorías, esto es, actualizar las reglas básicas del mercado y adaptarlas a las nuevas condiciones, porque para este autor el mercado es una institución3, un mito racionalizado4, una creencia acerca de que es la mejor forma de decidir qué producir y para quien, por lo tanto, el gobierno cuando regula al mercado no lo invade, porque es él quien a nombre de la sociedad lo ha creado. En seguida se amplían las ideas de Reich sobre el mercado (2015).
Según Reich (2015), contar con libre mercado significa decidir acerca de cinco grandes temas que son la base del capitalismo: i) propiedad: qué puede ser poseído; ii) monopolio: cuanto de poder de mercado es permisible; iii) contrato: qué puede ser comprado y vendido y en que términos; iv) quiebra: qué sucede cuando los compradores no pueden pagar; v) procuración: cómo asegurarse que no haya engaño en la aplicación de las reglas anteriores. Lo que se busca cuando se decide acerca de estos temas puede ser: eficiencia y crecimiento y en el fondo quien será el beneficiado o perjudicado; o bien equidad en los términos de las normas que perfilan lo que es equitativo y justo; o simplemente maximizar las utilidades de las grandes empresas y bancos y con ello aumentar la riqueza de los que ya son ricos. Ahora, de acuerdo con Reich (2015), es imperativo revisar y ajustar esas reglas buscando equidad y con ello salvar al capitalismo para las mayorías. Por razones de espacio a continuación sólo se ampliarán los comentarios de los dos primeros temas.
•Propiedad:
Lo que puede ser poseído, las condiciones y la duración de los derechos ha variado, hubo un tiempo que se podían poseer personas y que la propiedad de tierra era lo mas valioso; las reglas que justificaron esto en su momento, son morales y políticas. Ahora las empresas son propiedad de los accionistas y lo legal es procurar maximizar el valor de sus inversiones, aunque reciben presiones para ser socialmente responsables con aquellos que tienen interés legitimo en ellas, como trabajadores, consumidores, proveedores, etc.
En general las reglas que gobiernan la propiedad privada son constantemente cuestionadas y adaptadas, a veces de manera notable como en el caso de las expropiaciones, privatizaciones en materia energética o las regulaciones en materia del espacio aéreo y las telecomunicaciones, otras veces de manera discreta y solo percibidas por los directamente afectados, como las patentes de invenciones y registros de marcas, sobre todo las que implican material genético, software, información e ideas. Contar con derechos de propiedad claros y duraderos incentiva la inversión y la innovación, pero también eleva el precio de los productos y servicios para los consumidores.
El caso de la industria farmacéutica y los abusos que comete al amparo de las patentes y marcas