Los animales nos enseñan…. Vanessa Méndez Villalobos. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Vanessa Méndez Villalobos
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Книги для детей: прочее
Год издания: 0
isbn: 9789877984620
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dime qué hacen! –interrumpió Wendy con desesperación.

      –La abeja reina es grande, es la mamá de toda la colmena; dirige la pro­ducción de miel. En cambio, las abejas obreras son pequeñas, son hembras y su trabajo es el de mantener en perfecta limpieza el panal…

      –¿Qué limpian? –volvió a interrumpir Wendy.

      –Limpian las capitas de suciedad que hay dentro de las celdas de los pa­nales, porque pueden dañar el desarrollo de las crías. También se encargan de darles calor y de alimentarlas con una sustancia que lleva miel, diluida con agua y polen. Son tan trabajadoras que además fabrican cera, almacenan el néctar que otras abejas traen al panal, defienden su colmena contra otras abe­jas y animales que quieran robarles su miel, y cuidan a la reina.

      –¡Yo también hago muchas cosas, tía Adri! Limpio mi cuarto, hago mi tarea muy bonita, cuido a mi hermanita… Aunque me canso, sé que Jesús me da fuerzas para ayudar a mami en casa.

      –¡Sí, Wendy! Jesús está listo para ayudarte siempre que se lo pidas.

      Oremos: “Querido Jesús, ayúdame a ser limpia y a ayudar siem­pre a mamá. Amén”.

      Tu Biblia dice: “Él, en el momento preciso, todo lo hizo hermoso”. Eclesiastés 3:11.

      –¡Ayer estuve muy feliz, tía, porque aprendí de las abejas! Pero recuerdo que solo vimos dos tipos de abejas: la reina y las obreras. Tú me dijiste que eran tres. Dime cómo se llama el último, por favor, tía.

      –El último grupo de abejas son los zánganos. Podríamos decir que es el papá de todas las abejas de la colmena –explicó la tía Adri.

      –Entonces, ¿cuida a las crías y a todo el panal? –preguntó Wendy.

      –No, Wendy; no es como tu papá, que cuida de ustedes, les da alimen­to y las defiende. Los zánganos tienen una función muy diferente. Como ellos deben ser fuertes, entonces se de­dican a comer lo que producen diariamente seis abejas.

      –¡Sí que comen mucho! –expresó Wendy–. Entonces, ¿son más grandes en tamaño?

      –No, al contario; su tamaño es menor que el de la reina, pero sí están gorditos, lo que hace que su vuelo sea ruidoso. Sus ojos son más grandes que los de las demás y su lengüita es corta. Por eso las obreras lo alimentan.

      Wendy abre sus hermosos ojos.

      –¡Ah! ¡Nada más se la pasa comiendo! No hace nada esa abeja. Es floja –exclama.

      –Jesús la hizo así, Wendy. Cada ser que Jesús creó fue diseñado con caracte­rísticas especiales; así como tú eres diferente de tu hermanita, y tus papis las aman a las dos.

      Oremos: “Gracias, querido Jesús, porque aunque somos diferen­tes tú nos amas. Ayúdame a aceptar las diferencias. Amén”.

      Tu Biblia dice: “Los planes bien meditados dan buen resultado”. Proverbios 21:5.

      Te daré algunas pistas para que adivines de qué animal hablaremos hoy. Vuelan en todas direcciones. Son muy activos, por eso comen mu­cho. Son aves muy pequeñas pero muy trabajadoras, ya que contribuyen con la reproducción de muchas plantas. Estoy segura de que has visto un colibrí rondando tu casa o algún parque.

      Hay niños que se parecen al colibrí. Son pequeños pero muy diligentes en su casa, en la escuela y en la igle­sia. Son serviciales aun cuando ya terminaron sus de­beres. Un ejemplo de esto fue Samuel. ¿Lo recuerdas?

      Este niño llegó con aproximadamente tres años de edad al templo en Silo, para ayudar al Sumo Sacerdote Elí con los trabajos del santuario. Era tan diligente en lo que le tocaba hacer, que Elí lo llegó a querer como a un hijo; y, más tarde, Dios lo escogió para ser Sumo Sacerdote, juez y profeta del pueblo de Israel.

      Amiguito, si eres muy pequeñito, ayuda a mamá o a la maestra en lo que puedas y hazlo con diligencia. ¿Qué es ser diligente? Es ser una perso­na que se interesa, se esmera y es rápida al hacer un trabajo o deber.

      La próxima vez que recojas tus juguetes, que ayudes a mamá o que estés en la escuela, hazlo de manera diligente. No importa si aún eres muy pequeño.

      Oremos: “Querido Jesús, ayúdame a hacer todas las cosas con diligencia. Amén”.

      Tu Biblia dice: “Alégrense siempre en el Señor”. Filipenses 4:4.

      ¿Puedes hacerme una carita feliz? (Espere a que su hijo la haga. Usted también puede hacerla al mismo tiempo que él.) Hoy te voy a contar sobre una araña que es muy feliz.

      Vive en Hawái y en las islas cercanas. Es muy pequeña; mide unos cinco mi­límetros de largo. Sus patas son muy largas en comparación con su cuerpo. Como le encanta vivir debajo de las hojitas de las plantas, su telaraña es pequeña.

      Una característica de este arácnido es que posee una carita dibujada en su cuerpo. Algunas tienen caras sonrientes, otras tienen caritas como las de los payasos, y otras no tienen el dibujo de una cara. Por lo general, el cuerpo de esta arañita “Carita feliz” es de color amarillo.

      Algunos científicos creen que los dibujos de esta araña sirven pa­ra confundir a los depredadores. Sin embargo, a pesar de su carita y de sus colores extraños, esta arañita es inofensiva para el hombre.

      ¿No te parece que debemos aprender de la apariencia de este arácnido? ¿Te das cuenta de que Jesús desea verte siempre feliz? Así que, cuando te levantes por la mañana o realices algún trabajo que a lo me­jor no es de tu agrado, ¡sonríe! Recuerda que Jesús te ama.

      Oremos: “Querido Jesús, ayúdame a ser feliz en todo momento. En tu nombre, amén”.

      Tu Biblia dice: “[…] Es maravilloso lo que has hecho. ¡De ello estoy bien convencido!” Salmo 139:14.

      ¿Te gusta tu nariz? A mí me agrada la que tengo; no porque sea bonita, sino porque Jesús la formó así. Hoy te contaré de un animalito que tiene una nariz muy especial. Se llama “topo nariz de estrella”.

      Se alimenta de lombrices de tierra, de insectos, de gusanos, de peces peque­ños, de crustáceos, etc. Come tan rápido que debe consumir una cantidad semejante a la de su peso. ¡No te asustes! Pesa unos 55 gramos y mide entre 15 y 20 centímetros de largo.

      Como no goza de buena visión, su oído y su olfato están bien desarrollados. Es precisamente de este último órgano del sentido que quie­ro hablarte.

      Su nariz no es como la de los demás animales. Su nariz parece una estrella: tiene 22 tentáculos rosados que utiliza para manipular su alimento. En ellos tiene muchas terminaciones nerviosas; por eso, este órgano sensorial es el más importante para él. Es por esto que se considera uno de los animales más extraños que existen. Tal vez no te guste el aspecto de este pequeño animalito, pero gracias a su nariz perfecta puede sobrevivir en su medio.

      ¿Te gusta tu nariz? ¿Te gustan tus ojos? ¿Te gusta el color de tu piel? ¿Te gustan tus dientes? ¿Te gustan tus manos? Recuerda siempre que Jesús te hizo perfecto, hermoso y especial.