158 Ibíd., p. 440. Zwinglio también reconoció el sábado como instituido en la Creación, destinado a servir como tipo del sábado eterno y a proporcionar tiempo para “considerar con agradecimiento las mercedes divinas, escuchar su Ley y su palabra, alabarlo, servirlo y beneficiar al prójimo” (H. Zwinglis Camtliche Werke. Corpus Reformatorum, 1905-1953, 13:16, 395). Ver Edwin Kunzli, “Zwingli als Ausleger von Genesis und Exodus”, Tesis doctoral, Zurich, 1951, p. 123.
159 Juan Calvino, Institutes of the Christian Religion, trad. Henry Beveridge, 1972, 1, p. 341.
160 Juan Calvino, p. 106.
161 Ibíd.
162 Juan Calvino, p. 343.
163 Ibíd. Calvino resume la diferencia entre los aspectos ceremonial y moral del sábado diciendo: “Podemos resumirlo todo con estas palabras: Así como la verdad fue confiada de un modo figurado a los judíos, a nosotros nos ha sido impartida sin figura; en primer lugar, para que durante toda nuestra vida anhelemos constantemente el descansar de nuestros trabajos, y el Señor pueda actuar en nosotros mediante su Espíritu; en segundo lugar, para que cada hombre, según sus oportunidades, pueda dedicarse en privado a la meditación piadosa de las obras de Dios, y al mismo tiempo, para que todos puedan observar las legítimas normas establecidas por la iglesia para la predicación de la palabra, la administración de los sacramentos y la oración pública; y en tercer lugar, para evitar que oprimamos a los que están sujetos a nosotros” (ibíd.).
164 Juan Calvino, pp. 435, 436.
165 Zacharias Ursinus, The Summe of Christian Religion, Oxford, 1587, p. 955.
166 Acerca de la enorme influencia del libro de Nicolas Bownde, The Doctrine of the Sabbath, ver Winton U. Solberg, pp. 55-58. El libro fue revisado y ampliado en 1606. Bownde insiste en el origen edénico del sábado, lo que convierte el cuarto Mandamiento en un precepto que obliga tanto a judíos como a cristianos. Los últimos deben observar el domingo tan cuidadosamente como los judíos guardaban el sábado.
167 En la 163a sesión del Sínodo de Dort (1619), una comisión de teólogos holandeses aprobó un documento en el que se presentaban seis puntos distintivos entre los aspectos ceremonial y moral. Los primeros cuatro puntos son los siguientes: “1. En el cuarto mandamiento de la Ley de Dios, hay algo ceremonial y algo moral. 2. El descanso en el séptimo día (según la Creación), y su estricta observancia, que fueron impuestas al pueblo judío, constituyen los aspectos ceremoniales de la Ley. 3. Pero la parte moral es que debe fijarse un día y dedicarse al servicio de Dios, al descanso necesario y a la meditación en la cosas de Dios. 4. Habiendo sido abolido el sábado judío, los cristianos están obligados solemnemente a santificar el Día del Señor” (Gerard Brandt, The History of the Reformation and Other Ecclesiastical Transsactions in and about the Low Countries, Londres, 1722, 3:320; cf. pp. 28, 29, 289, 290).
168 La Confesión de Westminster, en su capítulo 21, artículo 7, dice: “Como es de ley natural que, en general, una debida proporción de tiempo se dedique al culto divino, del mismo modo, en su Palabra, por medio de un mandamiento concreto, moral y perpetuo, que obliga a todos los hombres de todos los tiempos, él ha designado específicamente un día de cada siete para que le sea santificado como sábado: el cual, desde el principio del mundo hasta la resurrección de Cristo, era el último día de la semana, y a partir de la resurrección de Cristo fue cambiado por el primer día de la semana” (Philip Schaff, The Creeds of Christendom, 1919, 3, pp. 648, 649).
169 R. J. Bauckham, “Sabbath and Sunday in the Protestant Tradition”, p. 510 del manuscrito.
170 Willem Teellinck, De Rusttijdt: Ofte Tractaet van d’onderhoudinge des Christelijken Rust Dachs [Tiempo de reposo: Tratado sobre la observancia del sábado cristiano], Rotterdam, 1622. William Ames, Medulla Theologica, Amsterdam, 1623, presenta una base teórica para la observancia del domingo. Antonio Walaeus, Dissertatio de Sabbatho seu Vero Sensu atque Usu Quarti Praecepti [Disertación sobre el sábado o sentido y uso verdaderos del cuarto Mandamiento], Leiden, 1628. Este trabajo representa la mejor defensa literaria del origen edénico del sábado y su aplicación a la observancia del domingo.
171 Uno de los primeros tratados contra el sabatismo fue el de Jacobus Burs, Threnos, o Lamentación mostrando las causas de la deplorable condición del país y la transgresión del sábado, Tholen, 1627. Andreas Rivetus, en sus Praelectiones (1632), refutó el postulado de Gomarus de que el sábado es una observancia mosaica abrogada por Cristo. Gomarus respondió con su voluminosa Defensio Investigationis Originis Sabbathi [Defensa de la investigación sobre los orígenes del sábado], Gronigen, 1632. Rivetus contraatacó con su Dissertatio de Origine Sabbathi [Disertación sobre el origen del sábado], Leyden, 1633.
172 La controversia surgió de nuevo en Holanda en los años 1650. Gisbertus Voetius y Johannes Cocceius fueron los antagonistas en este nuevo combate. Winton U. Solberg, p. 200, presenta en un excelente informe la controversia sobre el sábado en la Inglaterra del siglo XVII (pp. 27-85) y especialmente en las primeras colonias norteamericanas (pp. 82-282).
173 La obra de Willy Rordorf fue publicada por primera vez en 1962 en alemán. Posteriormente ha sido traducida al francés, al inglés y al español. Su influencia se hace ver en los numerosos y diversos comentarios que ha suscitado.
174 Roger T. Beckwith y Wilfrid Stott, This is the Day, The Biblical Doctrine of the Christian Sunday, Londres, 1978.
175 Rordorf rechaza cualquier relación entre el domingo y el cuarto Mandamiento, siguiendo así en la línea de una larga historia de teólogos antisabatarios, entre los que se encuentran: Lutero; William Tyndale, An Answer to Sir Thomas More’s Dialogue (1531), ed. Henry Walter, Cambridge, 1850, pp. 97, 98; las fórmulas de fe de la Iglesia de Inglaterra tales como The Institution of a Christian Man (1537); Francisco Gomarus; Francis White, A Treatise of the Sabbath-Day: Concerning a Defense of the Orthodox Doctrine of the Church of England against Sabbatarian Novelty (Londres, 1635); Peter Heylyn, The History of the Sabbath (Londres, 1636); James A. Hessey, Sunday: Its Origin, History, and Present Obligation (Londres, 1866); Wilhelm Thomas, Der Sonntag im fruhen Mittelater (Gottingen, 1929); C. S. Mosna, Storia della Domenica dalle Origini fino agli Inizi del V Secolo (Roma, 1969); D. A. Carson, ed., From Sabbath to Lord’s Day: A Biblical, Historical and Theological Investigation, 1980.
176 Este riesgo ha sido expresado también por P. Falsioni, en Rivista Pastorale Liturgica (1967), pp. 311, 229, 97, 98; (1966), pp. 549-551. En términos semejantes, Beckwith y Stott declaran: “Es extremadamente dudoso que el domingo cristiano hubiese sobrevivido hasta hoy si la actitud actual