Las azulejerías de la Habana. Inocencio V. Pérez Guillén. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Inocencio V. Pérez Guillén
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9788437094229
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AA / B / C / D

      Hay algún ejemplo de arrimadero que añade unas tiras verticales (D) de azulejos diferenciados en el cuerpo como el de San Ignacio 214, muy tardío y de un eclecticismo de dudoso gusto (cfr. 289, 290 y 298).

      Arrimaderos AAA / B / C

      Los rodapiés más amplios llegaron a poseer hasta tres hileras de azulejos; así el del ingreso de la casa de Simón Bolívar en Mercaderes 158-160, donde se emplearon jaspes verde oscuro que contrastan vivamente con el predominio del blanco estamnífero de las piezas de cenefa y cuerpo, con lo que su protagonismo es más patente hasta dar la sensación de tratarse de un doble chapado: el bajo con la función práctica de protección efectiva del muro y el superior (cfr. 249 y 250) muy amplio (siete hileras) más bien decorativo.

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      Arrimaderos A / B / A

      Colocan como rodapié los mismos azulejos de la cenefa de remate con lo que estéticamente se consigue un efecto irreprochable de regularidad. Así es el arrimadero exterior (pero en el muro interior del pórtico columnado) de la villa llamada Quinta de San José, en Calzada del Cerro 1220, con azulejos neoárabes sobre un pavimento de losas de mármol blanco y entre carpinterías con marcos de vanos en forma de clasicistas pilastras acanaladas sobre plintos, con lo que el eclecticismo del conjunto es completo, cfr. 319.

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      Arrimaderos A C / B / C

      Repite la fórmula estructural precedente y la mezcla ecléctica de estilos pero añade un rodapié de jaspes; eso sucede en el arrimadero del ingreso de Lealdad 611 (293 –neogóticos– para el cuerpo y 320 –neoárabes– para la cenefa de remate e inferior).

      Arrimaderos A / A / B

      Algunos arrimaderos tienden a simplificar la fórmula general suprimiendo alguna de sus partes; así el de Obrapía 204, muy alto con ocho hileras de azulejos tiene un rodapié doble blanco (funcionalmente mal elegido aunque armonice con el color predominante en el chapado) cuya hilera inferior es sólo residual y se instalaría –como en otros casos– para nivelar el conjunto; el resto es una retícula homogénea (cfr. 93) sin más aditamentos.

      Arrimaderos / B /

      Cuentan sólo con la red formada por un único modelo de azulejo seriado con lo que simplifican al máximo la estructura y los problemas de elección de modelos complementarios, etc. Así son los extensos chapados conservados en el que fue ingreso y patio interior de la derruida casa de O’Reilly 311 (cfr. 91), aunque el estado del edificio no permite asegurarlo. También sigue esta fórmula el del ingreso de la casa de San Ignacio, 162-A (cfr. 196).

      Arrimaderos / A /

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      Son los rodapiés; utilizados siempre en zonas privadas de las viviendas en planta baja, como es el caso de las alcobas de casa Inestrillo donde se resuelve con jaspe verde de vetas blancas (345c); igualmente aparece en dependencias de viviendas en planta alta; así sucede en la casa de Compostela 818 donde salones y alcobas con pavimentos de losetas de mármol blanco de excelente calidad tienen un discreto rodapié en el que predomina el fondo estamnífero blanquecino y se decoran con una amplia cinta con ondulaciones asimétricas (61)o enroscada en un cilindro florido (72); en Salud 208 hay igualmente un rodapié en el atrio y pasillos en torno al patio del primer piso (181). En escaleras de viviendas unifamiliares hav también muchas veces una única hilera de azulejos como chapado protector, pero colocada oblicuamente, necesita el complemento de jaspes o azulejos lisos recortados para chapar los espacios triangulares que se originan entre escalones tal como afirmamos antes; en la casa de Compostela 818 se usaron para la escalera azulejos de cenefa con severos meandros rectilíneos (283); pero en la de Manrique 621, posterior, son azulejos modernistas (351) los utilizados con una instalación similar.

      CERÁMICA INTEGRANTE DEL PLAN CONSTRUCTIVO DE LA FACHADA

      Son escasos los edificios del periodo que estudiamos cuyo diseño original incluye cerámica en la fachada, exceptuando los arrimaderos exteriores en basamentos (muchas veces añadidos) o chapados de interiores como atrios, escaleras, etc., que sí estuvieron previstos por el constructor.

      Una de estas fachadas ecléctico-modernistas es la de Teniente Rey 366, casa de dos plantas con balcones corridos de enorma vuelo en ambas; las barandillas de hierro forjado y cinta plegada son modernistas; otros elementos como las enormes ménsulas en “S” que sustenta el balcón de la planta baja o el pórtico de doble columna jónica con entablamento que aguanta el de la segunda, son clasicistas, pero se incluyen en los dos niveles bandas de azulejos de un modernismo regularizado, casi decó(cfr. 360), a juego con los herrajes de la doble balconada.

      1. La serie publicada a partir de 1852 se guarda en el Archivo del Ministerio de Hacienda en Madrid (A.M.H.M.), Cuadro General del Comercio Esterior de España con sus posesiones ultramarinas y potencias estrangeras en 1849, formado por la Dirección General de Aduanas y Aranceles, Madrid, Imprenta de José R. Calleja, 1852. Es de publicación anual y de ella proceden los datos que ofrecemos. A lo largo de los años cambia la denominación y sufre diversas modificaciones el criterio con el que se dan las cifras estadísticas, así, Estadística General del Comercio Esterior de España con sus provincias de ultramar y potencias extranjeras en 1877, formada por la Dirección General de Aduanas, Madrid, Imprenta Central a cargo de Víctor Sáiz, 1881.

      2. Un azulejo preindustrial Valeciano de palmo en cuadro (22 × 22 × 2 cm a.) pesa algo más de 1 Kg; los sevillanos de 14 × 14 × 1 cm a., menos de la cuarta parte. Los datos de Aduanas portuarias españolas se ofrecen según periodos, en Kg o en número de piezas.

      3. (A.M.H.M.) Datos tomados de la estadística anual correspondiente. En 1883 se habían exportado a Europa y África 7.750 Kg de azulejos; en 1884, 4.000 Kg con el mismo destino; en 1886, 2.276 Kg de azulejos más 1.810 a América; 1887, 7.500 Kg a Europa y África; 1888, 1.574 Kg en total; 1889, 1.350 Kg; 1890, 11.983 Kg; 1891, 550 Kg; 1892, 14.671 Kg; 1893, 6.538 Kg; 1894, 2.234 Kg; 1895, 2.076 Kg; 1896, 50 Kg; 1897, 55 Kg; 1898, 4.100 Kg; 1899, 3.045 Kg.

      4. Id. En 1885 se exportan por el puerto de Sevilla 9.000 Kg de azulejos destinados a Europa y África; en 1886, 7.205 Kg; 1887, 155 Kg con el mismo destino; 1888, 30.303 Kg en total; 1890, 265 Kg; 1891, 4.385 Kg; 1892, 4.052 Kg; 1893, 3.759 Kg; 1894, 4.686 Kg; 1897, 4.779 Kg; 1898, 7.989 Kg; 1899, 11.837 Kg.

      5. Los estudios sistemáticos sobre la azulejería hispana en América, si exceptuamos los realizados por Alice Wilson Frothingham, Tile panels of Spain, New York, 1969, para el siglo XVI y las publicaciones de Alejandro Artucio sobre todo respecto al Río de la Plata (Uruguay, Argentina) para los siglos XIX y XX, es aún casi inexistente.

      6. Id. El puerto de Málaga exportaba regularmente “barro ordinario vidriado y loza ordinaria”; en 1888 exportó