La Unión Europea reconoce que
no todos los territorios europeos cuentan con las mismas condiciones de partida, lo que complica el fortalecimiento de la cohesión económica y social de la UE. Por eso es tan importante procurar el logro paulatino de un equilibrio territorial con el objetivo de llegar a un crecimiento mejor repartido geográficamente por todo el territorio de la UE (objetivo de cohesión).
Sin duda, entre las principales preocupaciones de la Unión Europea se encuentran las disparidades regionales, por lo que busca que los proyectos regionales, nacionales o comunitarios realizados en un Estado, puedan tener gran influencia sobre la estructura territorial de otros Estados miembros, como parte de la integración económica y social que se pretende. Además, se piensa que las diferencias regionales de productividad no podrán seguirse compensando mediante modificaciones nacionales de los tipos de cambio, por lo que se señala que la ordenación del territorio puede contribuir a evitar el incremento de dichas disparidades regionales (Comisión Europea, 1999).
Con la Estrategia Territorial Europea se pretende que los proyectos de desarrollo de los distintos Estados miembros se orienten hacia los objetivos de desarrollo territorial establecidos en común. La Comisión Europea señala que las políticas sectoriales de los Estados requieren orientaciones de desarrollo que sobrepasen las delimitaciones territoriales. Sin embargo, la propia Comisión enfatiza que la diversidad cultural de los territorios que ahora forman parte de ella constituye uno de los principales factores potenciales de desarrollo de la Unión Europea, por lo cual no puede perderse, de ahí su interés en que las políticas implementadas –que repercuten en las estructuras territoriales– no deben uniformizar las identidades locales y regionales (Comisión Europea, 2009, p. 7).
Sin lugar a duda, la Unión Europea coloca precisamente al “territorio” como centro y objeto de acción del desarrollo, y considera varios principios y planteamientos del enfoque territorial, entre los principales se encuentran:
Consideración del contexto mundial de desarrollo de la economía y la tecnología (tendencias generales de evolución demográfica, social y ambiental)
Armonizar las exigencias sociales y económicas del desarrollo con las funciones ecológicas y culturales del territorio y contribuir de esta forma a un desarrollo sostenible y equilibrado a gran escala.
Combinación de los objetivos de desarrollo equilibrado y conservación
Estructura equilibrada del territorio
Ordenación del territorio
La transformación institucional, al crear un nuevo sistema jurídico-político y diferentes instituciones
Colaboración de los diferentes niveles de gobierno y administración
Creciente importancia de autoridades regionales y locales
Participación de las ciudades y regiones en el desarrollo territorial
Superación de la perspectiva de las políticas sectoriales (nuevas formas de cooperación)
Desarrollo de un sistema equilibrado y policéntrico de ciudades y una nueva relación campo-ciudad
Crecimiento económico “visible” para los ciudadanos en forma de más puestos de trabajo (lucha contra el elevado desempleo)
Conservación del patrimonio natural y cultural
Garantía de acceso equivalente a las infraestructuras y al conocimiento
Convergencia de condiciones de vida y de trabajo
Cabe señalar que, para la aplicación de la Estrategia Territorial Europea con base en los objetivos que esta estrategia propone, se establecen políticas comunes a seguir por los Estados miembros de la UE, para realizarse de manera paulatina, lo que, a su vez, da lugar a la elaboración y ejecución de diversos proyectos territoriales. Entre las principales políticas que desarrolla la Comisión Europea se aprecian las siguientes:
La política comunitaria de competencia
Las redes transeuropeas (RTE)
Los fondos estructurales
La política agrícola común (PAC)
La política de medio ambiente
La política de investigación y desarrollo tecnológico (I+D)
Las actividades de préstamo del Banco Europeode Inversiones (BEI)
Ahora bien, como parte de la Política Agrícola Común (PAC) la Comisión Europea adopta el Enfoque Liason entre actions de développment rural (Leader) y crea el Observatorio Europeo Leader, para promover el desarrollo sostenible en las zonas rurales europeas, ya que más de la mitad de la población de la UE vive en zonas rurales, las cuales representan el 90% del territorio de la UE (Observatorio Europeo Leader, 1999, p. 5). El enfoque Leader se centra en la perspectiva territorial del desarrollo y con él se llevan a cabo varios proyectos e iniciativas con financiamiento de la UE.
Entre las actividades realizadas por el Observatorio Europeo Leader, se encuentra la publicación de varios cuadernos y revistas, en las que se expone el propio enfoque territorial del desarrollo y se realizan aportaciones importantes sobre el mismo, también se presentan algunos proyectos ejecutados por Leader. Se menciona este Observatorio y sus publicaciones por sus contribuciones al desarrollo del propio enfoque territorial, entre las que destaca la construcción del nuevo concepto, el de Capital Territorial, y su relevancia para el desarrollo regional, concepto que abordaremos a continuación.
El capital territorial
Justamente en el marco del enfoque de desarrollo territorial y de la ponderación que se hace del desarrollo endógeno, el Observatorio Europeo Leader (en 1999) define al “Capital Territorial” como aquello que hace referencia a la dotación de elementos a disposición del territorio, de carácter material como inmaterial, que pueden constituir, de cierto modo, activos, y de otro, dificultades (Observatorio Europeo Leader, 1999, p. 19). Señala que se trata de la riqueza que tiene cada territorio, esto es, de los bienes de diversa clase con los que cuenta, a saber: recursos naturales, paisajes, patrimonio, conocimientos técnicos, edificaciones, infraestructura, historia, recursos humanos y sus capacidades, organización, identidad, valorización del territorio.
Para el análisis del capital territorial, el Observatorio Europeo Leader, propone una clasificación de una serie de sus componentes, que permitan establecer una visión global. Establece ocho componentes a saber:
Los recursos físicos y su gestión, en particular los recursos naturales (relieve, subsuelo, suelo, vegetación y fauna, recursos hidráulicos, atmósfera), los equipamientos e infraestructuras, el patrimonio histórico y arquitectónico.
La cultura y la identidad del territorio, los valores comúnmente compartidos por los agentes del territorio, sus intereses, su mentalidad, sus formas de reconocimiento, etc.
Los recursos humanos, los hombres y las mujeres que viven en el territorio, los que acuden a vivir y los que se van, las características demográficas de la población y su estructuración social.
Los conocimientos técnicos implícitos/explícitos y las competencias, así como el control de las tecnologías y la capacidad de Investigación y Desarrollo.
Las instituciones y administraciones locales, las reglas de juego político, los colectivos, y, más en general, lo que se llama hoy la “gobernación” del territorio; en este componente se incluyen también los