Creados para el reino. Paul David Tripp. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Paul David Tripp
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9781646911585
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cosa menos que eso sería una existencia subhumana.

      Piensa en lo que esto significa para todos nosotros, los hijos de Adán y Eva. Tú y yo fuimos creados para más que solamente llenar nuestros horarios con la búsqueda autosatisfactoria del placer personal. Fuimos diseñados para hacer más que asegurarnos de que todas nuestras necesidades estén cubiertas y todos nuestros deseos, saciados. Nunca estuvimos predestinados a enfocarnos en nosotros mismos como si fuéramos reyecitos gobernando minúsculos reinitos que tienen una población de uno. Claro, es lo correcto que cuides de tu salud, tu trabajo, tu casa, tus inversiones, tu familia y tus amigos. Sería irresponsable actuar como si ninguna de esas cosas fuera importante. Sin embargo, es una práctica de la tragedia humana vivir solamente para eso. Es una negación fundamental de tu humanidad reducir tu vida al tamaño de tu propia existencia, porque como ser humano fuiste creado para ir “por encima y por más”. Fuiste diseñado para ser trascendente.

      Jim estaba sentado frente a mí, su cuerpo encorvado era evidencia de la depresión que lo tenía atrapado. Él dijo que unos meses antes se había dado cuenta de que no había nadie a quien le importara si había despertado esa mañana. A nadie le interesaba si estaba bien o estaba enfermo. A nadie le preocupaba si estaba alegre o triste. Él dijo: “Me levanto en la mañana y me pongo buena ropa, salgo de mi condominio hermoso y moderno, me subo a mi vehículo de lujo y conduzco a mi trabajo, por el que me pagan muy bien, solo para regresar a mi hermoso condominio al final del día y volver a empezar al día siguiente con lo mismo. Podría morir hoy, y nadie lo notaría. Lo tengo todo. ¿Por qué no puedo ser feliz?”. Jim lo tenía todo; sin embargo, al tenerlo todo, había negado su propia humanidad. En su búsqueda de todo, Jim había pasado por alto aquello que lo separaba de todo lo demás que Dios hizo. Jim había construido su propio reino con disciplina y éxito, pero descubrió que ese era un reino vacío, y él, un rey vacío. No era que Jim hubiera tratado de alcanzar demasiado. La tragedia era que él se había conformado con demasiado poco, y eso es exactamente lo que obtuvo.

      ¿Qué hay de ti? ¿Cuál es la gran visión por la que te estás esforzando? ¿Cuál es el gran sueño en el que estás invirtiendo? ¿Cuál es tu definición de la “buena vida”? ¿Cuándo sabrás que has alcanzado el éxito? Si lo tuvieras “todo”, ¿cómo sería ese “todo”? Me temo que hay muchos creyentes que van a la iglesia cada semana, dan regularmente a la obra de Dios, conocen la Biblia bastante bien y no llevan una vida abiertamente mala; sin embargo, se han conformado con “por debajo y menos” cuando fueron creados para “por encima y más”.

      El error que han cometido es que han encogido su cristianismo al tamaño de su propia vida. Ellos han tomado la gracia y la sabiduría de Dios como una invitación a un matrimonio mejor, a una relación mejor con sus hijos, a una vida mejor con sus familiares, mejor éxito laboral, etc. Pero este es el punto de este libro: Dios te invita a ¡muchísimo más! La gracia de Dios te invita a ser parte de algo mucho más grande que tu sueño más audaz y más caro. Su gracia abre un agujero en la prisión que construiste para ti mismo y te invita a entrar en algo tan enorme, tan relevante que solo una palabra en la Biblia puede describirlo adecuadamente. Esa palabra es gloria.

      DISEÑADOS PARA LA GLORIA

      Admítelo. Eres un adicto a la gloria. Por eso, te gusta ese tiro certero a la canasta, cuando el jugador da una vuelta de 360° y tiene la pelota entre las piernas.; o ese vestido de noche, maravilloso, con pedrería bordada a mano; o el pastel mousse de triple chocolate, hecho de siete capas. Por eso, te atrae la enormidad de la cordillera o el esplendor de múltiples tonalidades del atardecer. Tu Creador te diseñó para tener inclinación a la gloria. Es ineludible. Está en tus genes. Las marmotas no compiten para ver quién ha formado la guarida subterránea más gloriosa. O, como dice mi hermano Tedd, los pingüinos no se califican entre sí cuando saltan del hielo al mar frío. No hay ningún pingüino anunciando: “Ese fue un 9.3, tenía un mérito técnico alto, pero le faltó creatividad artística”. Sino que nosotros somos distintos. Acudimos en manada al museo para ver las obras maestras de Salvador Dalí. Hacemos cola durante noventa minutos para subirnos a la mejor montaña rusa. Soñamos durante varios días sobre la gloria del próximo banquete en el Día de Acción de Gracias. Trabajamos como locos para alcanzar un momento de gloria en algún área de nuestra vida. Sencillamente, fuimos hechos para la gloria, pero no solo para las sombras de gloria del mundo creado. Fuimos hechos para la única gloria trascendente: la gloria de Dios. Cuando entiendes esto, tu vida empieza a marcar la diferencia.

      LA GLORIA QUE TRASCIENDE

      Ahora bien, quiero hablar durante un minuto acerca del propósito. De alguna manera, este libro se trata de vivir con un propósito. Sin embargo, se trata de mucho más que eso. Hay muchas personas que han vivido con un propósito que no marcaron realmente una diferencia. La vida de cada persona tiene propósito porque todo ser humano vive en la búsqueda de algo. Así que no es suficiente tomar la decisión de tener un propósito. Quiero afirmarlo de esta manera: Tener un propósito es algo bueno; sin embargo, si tu propósito no está ligado a la gloria, todavía sigue negando tu humanidad.

       TENER UN PROPÓSITO ES ALGO BUENO; SIN EMBARGO, SI TU PROPÓSITO NO ESTÁ LIGADO A LA GLORIA, TODAVÍA SIGUE NEGANDO TU HUMANIDAD.

      Analicemos el enfoque de gloria de Génesis 1 y 2. Hay cuatro glorias trascendentes que fueron creadas para ser el centro de cada ser humano. La primera, es la gloria por la cual todo ser humano debe vivir, y las siguientes tres, son las glorias que surgen de la primera. Cada una de esas nos llama a salir de los confines estrechos de una existencia bajo nuestra propia orientación a algo fundamentalmente por encima y más allá. Las presentaremos aquí y hablaremos más en detalle de cada uno a lo largo del libro.

      La gloria de Dios. Fuimos hechos para estar más conectados a lo que está por encima de nosotros que a lo que está por debajo de nosotros. Para decirlo de otra manera, nuestra vida fue diseñada para ser moldeada más por nuestro apego al Creador que a la creación. Fuimos hechos para experimentar, para ser parte de algo, para ser consumidos por algo y para vivir en busca de la única gloria que es verdaderamente gloriosa: la gloria de Dios. Se espera que el compás de nuestra vida sea la búsqueda de esta gloria, una búsqueda voraz y difícil de satisfacer. En Génesis 1, Dios entra en escena al minuto en que Adán y Evan respiran por primera vez. Él está allí para mandar su lealtad. Está allí para ser el centro de todo lo que ellos piensen, deseen, digan y hagan; cuando Él está presente, la vida de cada uno de ellos tiene un significado trascendente y un propósito. Esto es lo que eso significa. La gloria trascendente que todo ser humano busca, independientemente de si lo sabe o no, no es una cosa; es una persona, y su nombre es Dios. La gente es trascendente porque fue hecha para Él. Es solamente en comunión con Él y en someter todas las otras formas de gloria a la gloria de Dios que yo podré alguna vez encontrar el “por encima y más” que busca mi corazón. La presencia inmediata de Dios en la vida de Adán y de Eva es un llamado a la máxima trascendencia. Ellos debían vivir por Aquel quien es la gloria. Y ellos nunca debían encoger el tamaño de su enfoque de gloria al tamaño de las glorias estrechas de su pequeña vida.

      La gloria de la mayordomía. Cuando lees la historia de la creación, es sorprendente ver que Dios construyó cuidadosamente su mundo y luego lo puso en manos de las personas. Dios les dio a Adán y a Eva la responsabilidad de ser mayordomos buenos y fieles de todo lo que Él había hecho. En efecto, ellos fueron designados para ser los “administradores residentes” de Dios. Se esperaba que su visión de propósito personal fuera tan amplio como el universo que Dios había creado. Fueron hechos para hacer más que solo cuidarse a sí mismos; fueron llamados a cuidar de una amplia variedad de cosas sorprendentes que Dios había hecho a propósito para que fueran reflejos de su gloria. La trascendencia de los seres humanos se expresa a medida que las personas reflejan la gloria de Dios por medio de su gobierno y mayordomía sobre el mundo creado que los rodea. Este llamado a administrar el orden creado fue un llamado divino a la trascendencia. Era un llamado para que Adán y Eva nunca encogieran el tamaño del cuidado de Dios para preocuparse por sí mismos.

      La gloria comunitaria. Tú y yo fuimos hechos para relacionarnos con los demás. Adán no fue hecho para vivir solo. No se suponía que Adán fuera el mejor amigo de Adán.