23. Sobre la actriz pueden consultarse los libros de Antonina Rodrigo, Margarita Xirgu, Madrid, Aguilar, 1988, segunda edición, con prólogo de Ricard Salvat, y de Alberto M. Oteiza, Margarita Xirgu en el entorno de Federico García Lorca, Buenos Aires, Ediciones Olimpo, 1990.
24. «La caída de Gijón enfría los entusiasmos rojos de Margarita Xirgu», Bandera Argentina, 23 de octubre de 1937, apud Nel Diago, «La guerra civil española (1936-1939) en el teatro argentino de la época», op. cit., p. 207.
25. Una extensa crónica de José Bianco en la revista Sur contrasta radicalmente con la ya citada de Assaf en Criterio: «Margarita Xirgu, la noche de la presentación, encontró un público entusiasta y perspicaz, devoto del poeta muerto, particularmente apto para que sobre él se operase la virtud unitiva del teatro. (...) Oleadas de efusiva admiración vinculaban al auditorio y en los intervalos se oían cálidos elogios al poeta y a la actriz» (Sur, 32 (1937), pp. 75-80; apud D. Lagmanovich, op. cit., pp. 201-202). Por su parte, Victoria Ocampo publicó en el número siguiente de la misma revista Sur una «Carta a Federico García Lorca (después del estreno de Doña Rosita la soltera en Buenos Aires)», carta que, según Lagmanovich, «trasunta admiración y amistad por el poeta granadino» (op. cit., p. 202).
26. El 25 de octubre de 1933 la compañía de Lola Membrives representó Bodas de sangre, de Federico García Lorca, en el Teatro Avenida de Buenos Aires. Por su parte, Pablo Medina es autor de Lorca, un andaluz en Buenos Aires, 1933-1934, Buenos Aires, Manrique Zago-León Golstein Editores, 1999.
27. Sobre el tema puede consultarse el estudio de Rosa Peralta Gilalbert, «Gori Muñoz y las compañías teatrales del exilio español de 1939 en Buenos Aires», en AA VV, El exilio teatral republicano de 1939, op. cit., pp. 189-200.
28. Rosa Peralta Gilabert se refiere a esta representación y reproduce un boceto de decorado creado por el artista para ese esperpento valleinclaniano en su libro La escenografía del exilio de Gori Muñoz, op. cit., pp. 39-42.
29. «Mariana Pineda, símbolo de la libertad, aglutinaba a intelectuales exiliados para expresar a través de ella el mensaje de paz y libertad que deseaban para su país en guerra» (Osvaldo Calatayud, «Gori Muñoz: un escenógrafo valenciano que hizo historia en la Argentina», en AA VV, El exilio valenciano en América. Obra y memoria, edición de Albert Girona y María Fernanda Mancebo, Valencia, Universitat de València-Instituto de Cultura Juan Gil-Albert, 1994, p. 226).
30. Nel Diago, «Deseada: un estreno argentino de Max Aub», en AA VV, Max Aub y el laberinto español. Actas del Congreso Internacional (Valencia, 1993), edición al cuidado de Cecilio Alonso, Valencia, Ajuntament de València, 1996, tomo II, pp. 805-810.
31. Sobre sus actividades cinematográficas remito al capítulo «El escenógrafo del cine argentino» y a la «Filmografía de Gori Muñoz» del libro de Rosa Peralta Gilabert (op. cit., pp. 45-86 y 137-154, respectivamente), así como al artículo de la misma investigadora sobre «El cine argentino en la escenografía de Gori Muñoz», Archivos de la Filmoteca de la Generalitat Valenciana, 11 (enero de 1992), pp. 12-19.
32. Francisco Javier, «García Lorca y Alberti estrenan en el Avenida», en AA VV, De Lope de Vega a Roberto Cossa (Teatro español, iberoamericano y argentino), edición de Osvaldo Pellettieri, Buenos Aires, Editorial Galerna-Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, 1994, p. 55. Este investigador argentino afirma que el Teatro Avenida constituye «un recuerdo querido de los teatristas de mi generación» (op. cit., p. 53).
33. Osvaldo Pellettieri analiza el estreno el 4 de mayo de 1949 de El puente, de Carlos Gorostiza, puesta en escena dirigida en el Teatro La Máscara por el autor y por Pedro Doril, en Una historia interrumpida. Teatro argentino moderno (1949-1976), Buenos Aires, Editorial Galerna, 1997, pp. 54-60.
34. A «La recepción del Teatro del Pueblo (1930-1949)» se refiere Pellettieri en Una historia interrumpida, op. cit., pp. 52-54. Por su parte, Nel Diago afirma que Jacinto Grau «se vinculó bien pronto con el Teatro del Pueblo y corrió la misma suerte que la mayor parte de los autores adscritos por entonces al movimiento independiente, es decir: la indiferencia del público mayoritario y el silencio de la prensa» («Buenos Aires: la capital teatral de España (1936-1939)», op. cit., p. 30).
35. «En mi recuerdo de la noche triunfal de El adefesio, Margarita Xirgu entrando a escena, con el rostro cubierto por las barbas cortadas a su hermano muerto, es una imagen-símbolo de la comunión de una parte de aquella España con una parte de la Argentina: el público aplaudió de pie. Con el mismo fervor la recibió en la escena del primer acto de La casa de Bernarda Alba, cuando las mujeres regresaban de la iglesia y da comienzo el drama» (Francisco Javier, op. cit., p. 57).
36. José Luis Alonso de Santos, «Edmundo Barbero. La otra historia del teatro español (entrevista)», Primer Acto, 187 (diciembre de 1980-enero de 1981), pp. 138-143.
37. He analizado la recepción crítica de ese estreno en «Exilio republicano y escena democrática española: el estreno de El adefesio en Madrid (1976)», Revista Canadiense de Estudios Hispánicos, XXIV, 1 (otoño de 1999), pp. 221-235.
38. Datos sobre los estrenos bonaerenses de Casona pueden hallarse en la endeble biografía de Carmen Díaz Castañón, Alejandro Casona, Oviedo, Caja de Ahorros de Asturias, 1990, pp. 132-209.
39. Rosa Peralta Gilabert documenta y analiza las escenografías realizadas por Gori Muñoz para los estrenos de Casona en su estudio monográfico (op. cit., pp. 94-96, 98-101 y 108-109).
40. Santiago Ontañón, con la colaboración de José María Moreiro, es autor de un libro de memorias titulado Unos pocos amigos verdaderos, Madrid, Fundación Banco Exterior, 1988, con prólogo de Rafael Alberti, en donde extrañamente no menciona en ningún momento a Gori Muñoz.
41. Antonina Rodrigo, op. cit., pp. 362-367.
42. José Ricardo Morales, Teatro inicial, Santiago de Chile, Ediciones de la Universidad de Chile, 1976, p. 29. Morales es autor de un texto sobre «Margarita Xirgu en el destierro»,