6. Nel Diago, «Buenos Aires: la capital teatral de España (1936-1939)», en AA VV, De Lope de Vega a Roberto Cossa. Teatro español, iberoamericano y argentino, edición de Osvaldo Pellettieri, Buenos Aires, Editorial Galerna-Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, 1994, especialmente pp. 17-22.
7. Nel Diago, op. cit., p. 20. Por otra parte, Juan José de Urquizu es autor de El Cervantes en la historia del Teatro Argentino, Buenos Aires, Secretaría de Estado de Cultura y Educación, 1944, donde reconstruye la velada de inauguración, celebrada el 5 de septiembre de 1921, con la representación por la cita compañía Guerrero-Mendoza de La niña boba, de Lope de Vega, op. cit., pp. 68-75.
8. Juan Aguilera Sastre y Manuel Aznar Soler han estudiado su labor como director artístico de la citada compañía en Cipriano de Rivas Cherif y el teatro español de su época (1891-1967), Madrid, Publicaciones de la Asociación de Directores de Escena, 1999, pp. 151-157.
9. Sobre el tema pueden consultarse la colectiva Historia general de la emigración española a Iberoamérica, Madrid, Historia 16-Comisión Nacional del Quinto Centenario, 1992, 2 vols., así como el libro de Blanca Sánchez Alonso, La inmigración española en Argentina. Siglos XXIX y XX, Barcelona, Ediciones Júcar, 1992.
10. Nel Diago, «La guerra civil española (1936-1939) en el teatro argentino de la época», en AAVV, El teatro y los días. Estudios sobre teatro iberoamericano y argentino, edición de Osvaldo Pellettieri, Buenos Aires, Editorial Galerna-Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, 1995, p. 206.
11. Nel Diago, «Buenos Aires: la capital teatral de España (1936-1939)», op. cit., p. 25.
12. Joaquín Linares, «El arte dramático español en los escenarios de Buenos Aires», El Hogar (23 de abril de 1937); apud Nel Diago, «Buenos Aires: la capital teatral de España (1936-1939)», op. cit., pp. 28-29.
13. Nel Diago cita la comedia musical de Francisco Ramos de Castro y Miguel Caro Valero, Una mujer argentina; la sátira burlesca de Julio F. Escobar, García levanta el puño; la obra de Julio A. Burón, El dolor de España; la comedia Llegan parientes de España, de Ivo Pelay, y, finalmente, Un hombre y su vida, de Salvadora Medina –a su juicio la de mayor calidad-, como ejemplos de literatura dramática argentina sobre el tema de la Guerra Civil española («La guerra civil española (1936-1939) en el teatro argentino de la época», op. cit., pp. 209-215). Sobre esta cuestión también puede consultarse «En defensa de la cultura: los intelectuales argentinos y la guerra civil española» de Eleanor Londero, en AA VV, La Spagna degli anni’30 di fronte all’Europa. Politica. Storia. Filosofia. Letteratura. Radio. Cinema. Teatro. Atti del Convegno di Salerno, maggio 1998, a cargo de Francesco Saverio Festa y Rosa Maria Grillo, Roma, Antonio Pellicani Editore, 2002, pp.231-243.
14. Mónica Quijada, Aires de República, aires de Cruzada: la guerra civil española en Argentina, Barcelona, Sendai Ediciones, 1991, especialmente pp. 244-246 por lo que se refiere al teatro. Por su parte, Félix Luna reconstruye la vida cotidiana en «La Argentina del exilio español», Cuadernos Hispanoamericanos, pp. 473-474 (noviembre-diciembre de 1989), pp. 59-62, número monográfico sobre «El exilio español en Hispanoamérica».
15. Mónica Quijada, op. cit., p. 245. La nómina completa de actores españoles simpatizantes del fascismo que nos proporciona la autora es la siguiente: «Lola Membrives, Valeriano León, José García León, Manuel Perales, Luis Calvo, Aurora Redondo, Ernesto Vilches, María Guerrero (sobrina de la afamada actriz del mismo nombre, ya fallecida), Fernando Díaz de Mendoza, Irene López Heredia, Mariano Asquerino, Carlos Díez de Mendoza y la Compañía Alcoriza» (Mónica Quijada, op. cit., p. 248, nota 9). Por su parte, Nel Diago alude también a la creación de una Sociedad de Autores Españoles en Buenos Aires, «reconocida por la Federación Internacional y por el Gobierno de Franco», que estaba compuesta por Eduardo Marquina (presidente), Carlos Arniches (vicepresidente), Caro Valera (secretario) y Antonio Quintero y Francisco Ramos de Castro (vocales), aunque asegura que «sus cuentas estuvieron bloqueadas hasta el fin de la contienda («Buenos Aires: la capital teatral de España (1936-1939)», op. cit., p. 32, nota 15).
16. Luis Jiménez de Asúa a Ministerio de Estado, texto fechado en Buenos Aires el 26 de febrero de 1937, apud Mónica Quijada, op. cit., p. 245.
17. Mónica Quijada, op. cit., p. 245.
18. El testimonio pertenece a un español apellidado Payá, al que la autora entrevistó en Buenos Aires durante el año 1984, en Mónica Quijada, op. cit., pp. 245-246.
19. Nel Diago alude a que las compañías teatrales españolas no necesitaban realizar manifestaciones públicas para expresar sus simpatías políticas: «No las necesitó, por ejemplo, la compañía de Valeriano León y Aurora Redondo: bastó que en 1937 montaran en el Cómico una función de La tonta del bote de Pilar Millán Astray para que aquello se convirtiera en un acto de exaltación falangista» («La guerra civil española (1936-1939) en el teatro argentino de la época», op. cit., p. 207). Según Diago, las adscripciones políticas estaban muy claras: «por un lado, por el republicano, Margarita Xirgu y su compañía; por el otro, por el franquista, todos los demás» («Buenos Aires: la capital teatral de España (1936-1939)», op. cit., p. 31).
20. «Marquina, por su lado, buscó otra forma de halago: escribió una pieza de exaltación nacional, La bandera de San Martín, que sería estrenada por la compañía de María Guerrero en mayo de 1937 y cuyos derechos donaría al Patronato Nacional de Menores tras su regreso definitivo a España» (Nel Diago, «Buenos Aires: la capital teatral de España (1936-1939)», op. cit., p. 25).
21. Lola Membrives, «la actriz argentina que estaba destinada a ser la sucesora de María Guerrero en las preferencias del público porteño» (Nel Diago, «Buenos Aires: la capital teatral de España (1936-1939)», op. cit., p. 21), fracasó en su intento «de traerse a Buenos Aires a su mentor, el Premio Nobel Jacinto Benavente, y tuvo que contentarse con estrenar piezas de José María Pemán y Joaquín Calvo Sotelo, escritores inequívocamente alineados en el bando franquista» (op. cit., p. 30).
22. José E. Assaf, crítico teatral de la revista Criterio, comparaba a Pemán con García Lorca en estos términos: «El divino impaciente de Pemán, uno solo de sus discursos políticos contiene más España, más arte y más meollo –más sangre de la tierra española- que el conjunto íntegro de lo que el poeta gitano haya escrito