Directoras de cine colombianas. Natalia Campo Castro. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Natalia Campo Castro
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789586190862
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Home, el país de la ilusión (Josephine Landertinger Forero); La mujer de los siete nombres (Daniela Castro y Nicolás Ordóñez); Mujeres en la resistencia (Marcela Lizcano y Lavina Fiori); Migración (Marcela Gómez); y Sueños en el desierto (Angélica Valverde). Estos cinco productos tienen un común denominador: la migración y, en ciertos casos, el desplazamiento, temas que las directoras abordan con sus propias miradas, dotando a sus creaciones de aspectos diferenciales en el tratamiento que pudieran hacer los hombres cuando se aproximan a estos temas desde el cine documental. Reconocer cómo las directoras construyen sus miradas, se relacionan con sus personajes (en mayor o menor medida, se verá a lo largo del trabajo), o se autorreferencian: tales son los elementos que validan este estudio a nivel epistémico, social, político y, desde la trayectoria de los estudios del cine en Colombia.

      Los intereses personales para desarrollar este trabajo apuntan a una cercanía con el tema de migración y desplazamiento de las mujeres, representados en la figura de mi abuela paterna quien tuvo que migrar por razones políticas en la década del cincuenta desde Chile para refugiarse en Colombia, sola con sus hijos, en busca de proteger a su familia; el desarraigo y despojo de este proceso se cierra de manera desafortunada con el asesinato del menor de sus hijos y el posterior regreso a su patria a finales de los noventa. El dolor de sus relatos sobre su viaje y sus incertidumbres marcaron en mí una afinidad con el tema de los migrantes y desplazados que posteriormente se configura en un interés académico dentro del campo cinematográfico.

      La experiencia de la migración también fue parte de mi vida cuando viajé a México para estudiar.

      El presente análisis se sustenta en tres grandes categorías: roles, prácticas y relaciones, las cuales se entrecruzan y a la vez permiten el despliegue de otras dimensiones que nutren el modelo de análisis. De esta manera, se diseña a partir del modelo mixto y abierto de análisis de fotografías, elaborado por Javier Marzal (2007) y del modelo de análisis pragmático de María Victoria Escandell (1993). A partir de estos dos referentes, se desarrolla una orientación integral desde los estudios de género basados en los aportes conceptuales de Gabriela Castellanos Llanos (2003, 2006, 2010); Teresa de Lauretis (1987); Kaja Silverman (1988); Anneke Smelik (1998); Barbara Zecchi (2014); Juana Suárez (2009) y Laura Mulvey (1998), en relación con cine y género. Asimismo, es crucial el aporte de Donny Meertens (2000, 2011) en relación con migración y género. Ahora bien, como quiera que otro concepto transversal es la mirada, se considera como punto de partida algunos planteamientos de la obra de John Berger (1972, 1985) en la convergencia con el arte.

      Asumidas desde la conceptualización de Género.

      Así, quien se acerque al presente estudio encontrará una propuesta de análisis dividida en dos partes: la primera analiza el espectro teórico que la sustenta y realiza un rastreo de antecedentes que permite delimitarla. La segunda es la descripción del proceso metodológico, criterios de escogencia de obras y directoras, la exposición minuciosa del modelo de análisis y el correspondiente estudio de los documentales, la aplicación de los componentes de dicho modelo, y finaliza con los resultados y hallazgos. Esta invitación a lectoras y lectores también implica una convocatoria a discutir el modelo, tal como se realizó en su momento, cuando un grupo interdisciplinario de docentes de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Autónoma de Occidente participó en una dinámica de grupo focal cuyo objetivo era dar a conocer el modelo para que ellos lo debatieran y nutrieran a partir de sus diversas experiencias. Así, cada eslabón se fue cualificando hasta quedar disponible para su aplicación.

      Se le propone al lector/a adecuar el modelo a su manera de ver el cine.

      Este documento ya inició su circulación en la comunidad académica especializada y se han ido implementando algunas de sus recomendaciones, sin embargo, aún quedan caminos y líneas por recorrer que no ha sido posible incluir por ahora y se espera que queden reflejados en futuras ediciones. Por tanto, se busca contribuir con el misterioso y atractivo campo del cine a través de esta iniciativa desde la academia para que las películas de cualquier género y formato sean enriquecidas en su análisis, si intentamos verlas con ojos de mujer.

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       Huellas de las mujeres en el cine: construyendo sus enfoques

      En Colombia se está produciendo cine. Las políticas públicas de incentivos y estimulación para la realización de películas en el país, ha permitido que de manera sistemática se haya ingresado al proceso de creación-realización-distribución de películas, dando a conocer diversas maneras de concebir la realidad y la historia de Colombia. Desde hace más de cuatro décadas, el aporte de directoras, productoras o fotógrafas se ha afirmado en el escenario nacional, con narrativas propias, historias que permiten a los espectadores identificar numerosas situaciones por las que mujeres anónimas o reconocidas históricamente han tenido que pasar para agenciar su rol en la sociedad.

      La riqueza que muchas mujeres anónimas u olvidadas aportaron al cine colombiano es invaluable.

      En torno a este panorama histórico encontramos la investigación desarrollada por Paola Arboleda Ríos y Diana Patricia Osorio (2003) con el apoyo del Ministerio de Cultura que se titula La presencia de la mujer en el cine colombiano, la cual hace un recorrido histórico desde la llegada del cine a Colombia en 1897, y donde poco a poco, las mujeres incursionaron en diferentes roles empezando por la actuación hasta llegar a la dirección de Gabriela Samper en 1965 con El páramo de Cumanday, una película de dieciocho minutos.

      Gabriela Samper es la primera realizadora del cine en Colombia y llegó a la dirección después de haber participado en otras actividades culturales como el teatro y la televisión. Su búsqueda cinematográfica se enfocó hacia la divulgación de las tradiciones, a la búsqueda de las raíces culturales propias: eso era lo que había que mostrar, registrar, de lo contrario, se olvidarán. (Arboleda y Osorio, 2003, p. 143)

      Samper ese mismo año había codirigido con Ray Witlin un documental previo llamado Una historia de muchos años, pero la prensa puso en duda el valor de su participación; sin embargo, para una gran mayoría no quedó más remedio que aceptar la presencia de la primera realizadora de cine en Colombia. Desde este momento, las investigadoras hacen un recorrido histórico sobre la vinculación de las mujeres con el cine hasta el año 2000.

      Por su parte, hay que reconocer a Marta Rodríguez como la directora de cine en Colombia con mayor trayectoria, quien desde un enfoque etnológico y político, se ha preocupado por mostrar en sus documentales diversas realidades sociales del país. Su obra, en la que fue acompañada durante mucho tiempo por su compañero Jorge Silva, emerge como una denuncia de las injusticias que padecen numerosos sectores de la población colombiana, entre estas, la situación social de desplazamiento:

      En el 2020, a sus 86 años, estrenó “La Sinfonía de los Andes” su más reciente película documental.

      En la última década, la preocupación de Rodríguez ha sido la cuestión del desplazamiento forzoso. Rodríguez ha mantenido un interés consistente por los conflictos culturales y políticos de las comunidades indígenas y de aquellas de origen africano, en cuanto a la defensa de sus derechos, reclamo de estas comunidades por visibilidad y representación política. (Suárez, 2009, pp. 184-185)

      De igual manera, hay que nombrar a Camila Loboguerrero, la primera mujer que dirigió y estrenó un largometraje de ficción en Colombia: Con su música a otra parte (1984), también realizó una película biográfica sobre la líder obrera colombiana María Cano (1990). Sin embargo, su trabajo no estuvo exento de dificultades, ya que el medio aún no validaba la labor creativa de las mujeres en la dirección cinematográfica: “Fue la primera mujer colombiana que logró convencer a un medio evidentemente machista de que ella tenía el talento, la formación y todas las herramientas necesarias para dirigir un largometraje”.