Detrás de la máscara. Vol I. XPM. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: XPM
Издательство: Bookwire
Серия: Detrás de la máscara
Жанр произведения: Языкознание
Год издания: 0
isbn: 9788418911897
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ya no cabe más desesperación, aniquilar a cualquiera sin miramientos no era una opción, sino una obligación para obtener beneficios y poder optar al líquido, la violencia cada vez era más desgarradora y desmesurada, la piedad no cabía en aquellos días.

      Por el contrario, para los que tenían el control del mercado a distintos niveles, la delincuencia no era un problema, era la realidad del día a día y la solución a la inminente extinción de todos los seres del planeta, solo debían esperar pacientemente a que «el problema» se resolviera por sí solo. Lo que no calcularon es que las personas encargadas de protegerles, sus salvadores en incontables ocasiones, al final se convertirían en sus verdugos.

       Miles de lugares secretos llenos de diferentes líquidos quedaron en el olvido, las enfermedades lo asolaron todo, ningún ser tenía mejor suerte, los que no morían rápidamente, eran aniquilados para sustento o comercio.

       La raza humana se auto exterminó a pasos agigantados, aproximadamente solo un diez por ciento de población sobrevivió, tal vez algo más, no existe una contabilización certera.

       El problema añadido para la proliferación de la especie, era que quienes no habían muerto, lo hacían lentamente y de paso, mataban a todo lo que se encontraran en su camino, la violencia había llegado a su punto álgido y no parecía que fuera a retornar.

       Sobre la tierra quedaba ya menos vida casi que bajo ella, la falta de mantenimiento en las centrales energéticas provocó que los aparatos desintegradores de moléculas (los cuales necesitaban una enorme cantidad de la misma), no funcionaran correctamente, volviéndose paulatinamente al antiguo método enterrando los cadáveres o casi cadáveres (a los moribundos en fase final se les enterraba de igual modo), esta ardua tarea, cada vez era más difícil terminarla debido a que había que emplear un elevado gasto energético humano, sumado a las altas temperaturas y al peligro que en sí existía, mientras se estaba distraído con el cometido, quedando con frecuencia, los moribundos y cadáveres sobre la superficie, expuestos a las condiciones climáticas.

       Todo ello contribuyó a la proliferación de numerosas enfermedades que se sumaban así a la exterminación de los seres vivos que quedaban.

      En un intento desesperado para la reconstrucción del planeta, UGSO («Unified Goverment in the Search for Solutions»), creando la mayor campaña de márquetin de la historia, «rogaron» (por decirlo de alguna manera), a la población viva que se inscribiera en un registro y expusiera las cualidades y conocimientos que cada individuo poseía, a cambio de promesas garantizando seguridad y esperanza de vida.

      Las personas comenzaron a salir de sus escondites, UGSO, enfundaba valor y protección, garantizaron el fin de la violencia, víveres y un nuevo comienzo, todo esto hizo que la gente colaborara activamente en las inscripciones masivas, lo que quedaba del mundo se volcó en ayudar a un fin común: renacer.

       Como la mayoría de utopías, esta duró poco, ya que conforme avanzaba el tiempo, el hambre y sobre todo la sed, hicieron que afloraran de nuevo poco a poco los más bajos instintos del ser humano.

       Lo que en un primer momento fue una colaboración conjunta para la supervivencia, se convirtió en una lucha entre los diferentes grupos repartidos por el mundo.

      Los supervivientes eran confinados en «campos» cercados por «su seguridad», organizados en base a la funcionalidad de cada individuo.

       Áridas extensiones de tierra, donde se construyeron grandes cabañas, sub-búnkeres subterráneos con capacidad para un número ilimitado de personas, en los que las condiciones de vida distaban mucho de ser dignas.

       Además, por cada campo había un búnker, donde vivían los líderes con sus familias, un sistema cerrado de comunidad, aislado y altamente protegido.

      Científicos, médicos y demás gremios que pudieran aportar calidad de vida a los líderes del UGSO, se encontraban concentrados en los sub-búnkers, situados normalmente en la parte oeste del campo, semienterrados, sometidos a presiones constantes para servir fielmente a los «intereses comunes y al bien de la humanidad», ya fuera creando tecnología, avanzando en la medicina, etc. Siendo el precio, a veces, demasiado alto para los que aún poseían moral.

      Las personas constructoras, encargadas de ser la mano de obra para el levantamiento de edificaciones, paulatinamente, sin darse cuenta, pasaron a ser los esclavos de los dirigentes y su peculiar «sistema de reconstrucción de la humanidad».

      Los elegidos como «soldados», adiestrados a conciencia, poseían las armas con las que exterminaban a quien no fuera funcional en los propósitos establecidos, quien discrepara en las actuaciones del UGSO o produjera algún altercado.

      Los niños que no eran «aprobados» por los dirigentes del UGSO, así como enfermos, ancianos y personas con minusvalías eran una fuente de pérdidas que en un principio «desaparecían», siendo supuestamente reubicados en otros campos; se sabía que realmente seguían el «modelo espartano», utilizando un abismo oceánico seco para la «optimización de los recursos», aunque eso nunca pudo demostrarse.

       Solo los aptos y obedientes para los trabajos eran conservados en los campos, el poder terminar el día vivo se convirtió en una pericia digna de premiar con el don del sueño (dormir era un don, puesto que la mayoría nunca lo hacía).

      Sin duda, la mayor aberración que se produjo en estos lugares fueron los vulgarmente llamados «criaderos», cuya misión era repoblar la especie, apartaban mujeres fértiles para la procreación, encerradas, en condiciones infrahumanas, cometiendo contra ellas abusos innombrables con la excusa de la proliferación de la raza al servicio de los líderes del UGSO, puesto que solo su prole era la idónea para la repoblación.

       Cabe mencionar que la que no era fértil o dejaba de serlo, era abandonada a la muerte, fuera del campo, sin fuerzas, sin comida, con diversas enfermedades, sumando que muchas de ellas desarrollaban ceguera, causada por el confinamiento en la oscuridad, sin ninguna oportunidad.

      Con este sistema de «eliminación discriminada para la mejora», contribuyeron activamente a exterminar a la gran parte de población que aún quedaba sobre la tierra.

      Estos lugares semejantes al más aterrador de los infiernos que pueda existir en cualquier pesadilla, se bautizaron como: «Bgul», que significaba «Better than Gulaj», reproduciendo fielmente o mejor dicho recrudeciendo aún más, las duras condiciones y el trato a los «trabajadores» de los campos originales rusos, se ubicaban en distintas partes de Europa, donde la concentración de población viva se estimaba más alta, aunque personas de todas partes del mundo alertadas por la llamada, acudían con cuentagotas dándose de bruces con la realidad; la mayoría, desesperadas, preferían experimentar el horror que desconocían a enfrentarse al camino de vuelta que seguro les llevaría a la muerte.

       Un orden mundial perfecto, una raza joven, enérgica, donde los que sobrevivieran serían los más fuertes, más inteligentes y además previamente sometidos y amedrentados psicológicamente para no revolucionarse, un nuevo mundo creado de las cenizas del antiguo que avanzaba con rapidez, con conocimientos de sobra para formar un renovado período en la historia de la humanidad, no habrían de pasar por ninguna época pasada, serían los nuevos dioses, crearían un todo de la nada.

       La idea era extraordinaria para los líderes, dueños de este mundo fetén, todo reportaría beneficios, no había cabida para el error, nada podía fallar…

       Pero como toda idea basada en la opresión y el maltrato hacia sus iguales, los planes se verían truncados por la selección natural y como desde las antiguas épocas, por la repetitiva avaricia humana…

       Poco a poco los campos fueron un cultivo de nuevas enfermedades,