Y va a caer... como decíamos ayer. Tomo 1: Informes mensuales de coyuntura política 1980-1984. Rodrigo Baño Ahumada. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Rodrigo Baño Ahumada
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9789560013354
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democratización y que han creído que cuenta con algunos «contactos» de alto nivel que lo hacen factible, vacilarían en su apoyo si ven que esa finalidad requiere de una vigorosa movilización popular.

      En cuanto a la izquierda política y a los sectores sociales que se suelen orientar por ella en este país, la unidad con la DC tiene vigencia en el corto plazo ante la expectativa de lograr cambios significativos en la situación política.

      Desde el momento en que la DC demuestre no tener capacidad para negociar cambios desde arriba, y que la vía de la participación política aparezca cerrada, es posible que abandone su adhesión a la unidad con la DC en condiciones desmedradas.

      Como ya ha sido señalado por muchos, no sería extraño que en la izquierda adquirieran cierta vigencia procedimientos de acción política en que la violencia no esté excluida. Naturalmente que los resultados de tal tipo de acción parecen actualmente inciertos.

       ¿CUÁNTOS VOTOS TIENE USTED?

      El plebiscito se planificó y realizó de acuerdo a las condiciones que el Gobierno impuso.

      Los resultados de la votación publicados favorecieron al Gobierno en una proporción que corresponde exactamente a lo que este requería: suficientemente alta como para resultar aplastante, pero no demasiado como para resultar inverosímil.

      Ahora bien, dados los planteamientos enfrentados respecto a la validez del plebiscito, resultaba lógico esperar que, una vez conocidos los resultados, el Gobierno los presentara como intachables y la oposición denunciara el fraude.

      También era de esperar que, en los sectores de la oposición, el peso de la tradición electoral provocara un sentimental desaliento por la «derrota», no obstante se hubiera denunciado previamente al acto como una maniobra fraudulenta cuyos resultados estaban predeterminados.

      Lo que sí pudiera parecer extraño es que en torno al resultado se produjeran dudas o debate, entre los personeros políticos de la oposición y los intelectuales, respecto a si la distorsión de ellos corresponde a un fraude electoral directo o es la consecuencia de la manipulación ideológica que puede hacer un gobierno autoritario que cuenta con todos los medios adecuados.

      En términos generales, tal discusión no afecta a la descalificación del acto que hace la oposición. Sin embargo, puede tener enorme importancia respecto a la planificación de la acción política de esta.

      Por cierto que la demostración de uno u otro argumento, como decisivo en el resultado electoral, resulta actualmente imposible. De todas maneras, es lícito señalar los antecedentes que hacen más plausible alguno de ellos y que a la larga pueden imponerse en la conciencia opositora.

      Al respecto, quizás, lo más importante consista en señalar que el NO al plebiscito se constituyó socialmente antes de su realización. Lo que se quiere indicar con esto no es sólo el consenso político opositor en torno a una iniciativa, sino el apoyo que ella encontró en diversos sectores sociales (agrupaciones sindicales de mayor importancia, iglesia, organizaciones estudiantiles, personalidades, etc.).

      A su vez, el apoyo al proyecto gubernamental aparece bastante débil, incluso desminuido frente a otras oportunidades en que el Gobierno solicitó la adhesión ciudadana.

      Esta situación se revela incluso en la orientación de la campaña publicitaria del Gobierno, que pone énfasis en que lo apoyará «el hombre solo, enfrentado a su conciencia en el secreto acto de marcar el voto».

      Talvez el peso de la argumentación de los que piensan que fue primordial la «manipulación de las conciencias», radica en la «fuerza de los hechos». Vale decir, el Gobierno desafió e incitó a la oposición a ir a ver el recuento de votos, y los que fueron contaron sólo un poco menos que los que publicó el Gobierno; sólo parecería alegable el fraude no decisivo.

      Lo que es de una importancia crucial es que la aceptación de estos hechos implica considerar que el Gobierno del general Pinochet asumió realmente el riesgo de perder la elección, estuvo dispuesto a irse si perdía el juego, un juego en que, por muchas encuestas que haya hecho, no podía predecir el resultado.

      En todo caso, mientras se mantenga la creencia de que el Gobierno tiene capacidad de «manipular» un apoyo mayoritario, aumentarán las dificultades para impulsar una movilización opositora unida, puesto que no se vislumbrarían posibilidades de éxito en el corto plazo.

       DEFINICIONES EN COMPÁS DE ESPERA

      El plebiscito, no obstante las grandes decisiones que se supone significa, no logra aún cristalizar en opciones políticas claras tanto en el Gobierno como en la oposición. Por el contrario, en el período que nos ocupa parecen subsistir variadas expectativas.

      En cuanto al esquema de Gobierno, lo que se plantea es fundamentalmente su prolongación sin mayores alteraciones, salvo el señalar plazos que por su extensión no tienen una incidencia inmediata.

      La proposición de un vago programa de Gobierno, que sólo proyecta el actual modelo económico y no define aún el esquema político social que se pretende institucionalizar, parece dejar las cosas en el lugar que estaban.

      Por su parte, la oposición, a pesar de haber intentado trazar una línea alternativa al proyecto que el Gobierno ratifica en el plebiscito, encuentra crecientes dificultades en mantener no sólo la unidad política difícilmente alcanzada, sino que no logra implementar una línea alternativa en la medida que encuentra problemas para articularse con los sectores sociales que supuestamente representa.

      En términos gruesos, se podría afirmar que durante el período se produce un triple triunfo del Gobierno en relación a la oposición: logra hacer participar a la oposición en la votación del plebiscito; logra que la oposición entre en la campaña electoral; logra introducir dudas en la veracidad del fraude electoral masivo, relegándola a la discusión del pequeño fraude.

      Este triple triunfo tiene importancia en la medida que sirve de base para plantear la legitimidad del período gubernamental que se inicia.

      El costo es la unidad de la oposición que, aún vacilante, pudiera comenzar a impulsar con más fuerza un proyecto alternativo al vigente. Además, corre el riesgo, talvez calculado, de empujar a sectores sociales y políticos hacia la desesperación.

       INFORME MENSUAL DE COYUNTURA POLÍTICA Nº 5

      Santiago, noviembre de 1980

       SABOREANDO EL TRIUNFO Y LA DERROTA

      Como suele suceder, después de un período de fuerte activación política, se entibia la leche y se acomodan las sillas. En el caso, el Gobierno definió los plazos y los procedimientos del llamado período de transición y pretende que se acepte que ello ha quedado definitivamente ratificado con el plebiscito. Para la oposición pública, esto es un dato que no se puede eludir. Y la calma se extiende como la mantequilla en el pan. Para los grupos en el poder es la solidez y confianza; para los opositores, un desencanto y golpearse el pecho con duras realidades.

      Es el momento, después de la arremetida opositora contra el régimen, el plebiscito, el general Pinochet y todo; antes que se produzcan definiciones maduras respecto al futuro de la acción política. Podría decirse que subsiste y se ensancha aquella sensación de derrota que provocó en la oposición la publicación de los resultados electorales por el Gobierno. En efecto, a medida que han transcurrido los días, los personeros políticos e intelectuales de la oposición han llegado a aceptar, casi unánimemente, que el resultado electoral oficial corresponde al que la ciudadanía emitió el 11 de septiembre. En esta visión, las inconexiones o fraudes que pudieran haberse cometido no alterarían sustancialmente el resultado.

      En el informe anterior se hizo un análisis más extenso de este problema. Si se vuelve a él, es por la fundamental incidencia que está mostrando en términos de proyecciones