Y va a caer... como decíamos ayer. Tomo 1: Informes mensuales de coyuntura política 1980-1984. Rodrigo Baño Ahumada. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Rodrigo Baño Ahumada
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9789560013354
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piense que hubo un fraude electoral masivo que alteró sustancialmente las cifras, o que las cifras oficiales son aproximadamente reales, no obstante ellas se hayan logrado a costa de una «manipulación de las conciencias» debido a las circunstancias bajo las cuales se realizó el plebiscito (estado de emergencia, proscripción de partidos, mínimo acceso a los medios de comunicación para la oposición y casi monopolio de ellos para el Gobierno, «campaña del terror», etc.).

      Es sabido que los sujetos orientan su acción según lo que creen que es, independientemente de lo que objetivamente sea. Y lo que importa señalar aquí es que la oposición (al menos los personeros e intelectuales de quienes se tiene noticias) tiende a aceptar el hecho de que, en las circunstancias que se produjo, la ciudadanía apoyó mayoritariamente al Gobierno y su proyecto.

      Lógicamente, los representantes políticos de los grupos en el poder creen aún con mayor firmeza en este apoyo ciudadano. De aquí que el Gobierno exija acatamiento a los opositores si es que pretenden entrar al juego político.

       Y TALVEZ VAYAN A FORMAR PARTIDOS

      Uno de los elementos que mayor fuerza tienen para definir el reciente mes como de reflujo de la lucha política, parece ser la notoria desaparición de la disidencia interna. Que haya «duros» y «blandos» dentro de los grupos en el poder llega a encontrarse, a lo menos, dudoso. Los grupos en el poder parecen haber encontrado la unidad en torno a la figura del general Pinochet y al proyecto de transición y Constitución plebiscitado. El Gobierno se muestra ahora monolítico y se cierran las aparentes fisuras que pudieron llevar la esperanza, a ciertos sectores de la oposición, de que existían aliados potenciales, al interior del régimen, que eventualmente podrían ser favorables a un cambio político. Incluso el planteamiento de Frei, de crear un gobierno de transición cívico-militar, hizo creer a más de alguno que había contactos con grupos en el poder que hacían viable tal planteamiento. La muy publicitada pugna duros-blandos en los meses inmediatamente anteriores presentaba esto como verosímil.

      Después de la definición institucional del 11 de agosto cesó esa pugna o, al menos, sus expresiones visibles. Después del plebiscito del 11 de septiembre duros y blandos aceptaron todas y cada una de las características de la nueva institucionalidad.

      No obstante, las diferencias entre los grupos en el poder no han desaparecido, sino que han cambiado de objetivos. Ya no se trata de las diferencias respecto a la nueva institucionalidad. Ahora de lo que se trata es de prepararse para jugar, dentro de esa institucionalidad, un papel protagónico.

      En tal sentido, los distintos sectores en el poder tienden a la constitución de agrupaciones políticas y, eventualmente, partidos políticos. El tránsito entre duros y blandos se hace cada vez más difícil, en la medida que los grupos logran mayor organicidad. Asimismo, es posible advertir que en cada uno de estos sectores se forman subsectores que entran en la dinámica de la organización política.

      Como ya se ha señalado otras veces, talvez lo más expresivo de esta orientación está en la carrera por el control de medios de comunicación de masas. El alineamiento del diario La Tercera hacia los sectores duros, la reorientación del diario Las Últimas Noticias hacia una posición más popular y con capacidad de una cierta crítica del gobierno. De la misma manera los grupos constituidos alrededor de las revistas Qué Pasa (Cubillos), Realidad (Jaime Guzmán) y Ercilla.

      Naturalmente que estos grupos no se forman este mes, pero sí puede percibirse en este momento una evolución hacia dentro, hasta cierto punto organizacional, realizada teniendo en la perspectiva el proceso de institucionalización ya trazado. Estos movimientos políticos se inscriben dentro de los límites trazados por el Gobierno y su perspectiva apunta a la futura vigencia de una institucionalidad donde pasarían a desempeñar un papel preponderante. Ello en la perspectiva de que el proyecto institucional se siga desarrollando en ese sentido y no se congele en un puro predominio militar que excluya el partidismo político.

       LA OPOSICIÓN A SU RINCÓN

      Definida la institucionalidad futura, la oposición tiene que ser ubicada. De acuerdo a lo que se indicaba antes, el hecho de que los personeros políticos de oposición, fundamentalmente demócrata cristianos, tiendan a optar por la idea de la «manipulación de conciencia» antes que por la de «fraude masivo» respecto a los resultados electorales presentados por el Gobierno, implica opciones también determinadas en cuanto a estrategia política.

      Consciente de esto, el Gobierno trata de forzar la decisión de la DC exigiendo acatamiento. El «caso Zaldívar» se explica en este contexto. Lo que al Gobierno le interesa es ratificar su legitimidad, particularmente la legitimidad futura cuyo fundamento estaría en el plebiscito y los resultados que presenta.

      En tanto la DC retrocede aceptando la realidad de los resultados electorales –por mucha «manipulación de conciencia» que haya habido–, el Gobierno le corta espacio, le exige la aceptación de su legitimidad si es que quiere postular a participar en el nuevo juego político como oposición.

      La prohibición de retorno de Zaldívar al país, si bien puede haber sido impulsada por los sectores más duros para quitarle interlocutores a los blandos con la DC, parece ser más bien una política generalizada de los grupos en el poder tendiente a reafirmar el modelo institucional.

      Frente a este hecho, lo que la DC reclama es justamente que se le fijen los límites dentro de los cuales pueda actuar válidamente como oposición.

      Hasta cierto punto, la argumentación sería aproximadamente la siguiente: si los resultados del plebiscito son reales, y si lo fueron en las circunstancias determinadas en que funciona el autoritarismo, entonces la posibilidad de mejorar posiciones radica justamente en lograr la aceptación de la calidad de oposición en el interior del régimen, para tener acceso a los mecanismos que influyen en la conciencia ciudadana. Dicho en otros términos, llegar a ser una especie de partido similar al MDB (el partido opositor en el régimen brasileño).

      Por cierto que esta es una alternativa que aún no se ha constituido, y es difícil pronosticar su éxito. Sin embargo, la actitud que asume la iglesia en el período analizado es significativa al respecto. La asistencia del cardenal a la firma del decreto que promulga la nueva Constitución, y la posterior invitación que le hace al general Pinochet para que asista a la clausura del Congreso Eucarístico, «como representante de la Nación», indican un cambio de actitud en la misma dirección.

       BUSCANDO EL ESLABÓN PERDIDO

      En cuanto a los otros sectores de oposición, tanto social como política, la situación parece diferente. La unidad de la oposición, formada en torno a los planteamientos de la DC frente al plebiscito, se ha ido diluyendo paulatinamente.

      La tendencia de la DC, reseñada previamente, implica un cierto alejamiento de las posiciones izquierdistas, un nuevo intento de mostrarse «limpia» para el Gobierno, depurada de cualquier relación con el sector político que queda definitivamente fuera del régimen. La diferencia es que ahora no pretende entrar en el gobierno o formar alianza con un sector de éste para plantear un proyecto alternativo, sino que tiende al aislamiento para ganar el papel de oposición permitida en el nuevo esquema. El problema radica en que tal actitud podría, eventualmente, acarrearle ciertas dificultades en cuanto al control de los movimientos sociales.

      Por lo pronto se puede señalar que la unidad opositora, que se ha ido constituyendo hace ya tiempo en el ámbito de los movimientos sociales, se sigue mostrando bastante activa.

      En el ámbito universitario se han producido nuevas acciones opositoras unitarias, particularmente en la Universidad de Concepción y la Federico Santa María.

      En el plano sindical, el pronunciamiento en defensa de la nacionalización de las minas por parte de dirigentes del cobre y del petróleo, el unánime movimiento de protesta en Caletones (Cobre) que culminó exitosamente para los trabajadores, así como la persistencia de la huelga legal en PANAL, muestran la vitalidad unitaria