Gobernanza china. Tyra Diez Ruiz. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Tyra Diez Ruiz
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9786078704293
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nuestro Partido, constituyendo una sólida tradición y un estilo forjado a lo largo de su lucha revolucionaria.

[«La competencia básica de los cuadros del PCCh: mantener estrechos lazos con la gente» (enero de 1989), del libro Sacudirse la pobreza.]

       Comentario

      En vísperas de la victoria de la Guerra de Resistencia contra Japón, Mao Zedong tuvo una conversación con Huang Yanpei de tal trascendencia que es popularmente conocida como el «Diálogo de Yan’An», una historia sobre la comunicación entre el PCCh y los partidos democráticos que se ha contado en muchas ocasiones. Huang Yanpei fue un famoso pedagogo y activista social, que dedicó su vida a la defensa de la educación profesionalizada como salvavidas nacional. Tras el estallido de la Guerra de Resistencia contra Japón, Huang se involucró en el movimiento de resistencia contra ese país junto al Consejo Político Nacional (CPN), convirtiéndose en un miembro destacado de los grupos prodemocráticos. En julio de 1945, para consolidar la unidad democrática y facilitar la negociación entre el KMT y el PCCh, Huang y otros seis miembros del CPN visitaron Yan’an, base de las tropas revolucionarias. El clima amigable y democrático que se respiraba en el lugar, así como la sosegada actitud de los líderes comunistas, lo conmovieron profundamente. Más tarde diría que lo que allí vio durante aquellos cinco días «estaba ciertamente muy cerca de mi ideal».

      Fue durante aquella visita cuando se produjo el diálogo que refiere Xi Jinping entre Huang Yanpei y Mao Zedong. Al preguntarle Mao sobre sus impresiones, Huang contestó con franqueza:

      —Durante mis sesenta años de vida he oído muchas cosas, pero lo que he visto con mis propios ojos se ajusta al dicho «lo que pronto surge pronto decae», pues pocas personas, familias, grupos, regiones o incluso naciones enteras han poseído la fuerza requerida para escapar de los ciclos históricos... Así nos lo prueba la historia con innumerables ejemplos: un gobierno indolente tomado por eunucos, un imperio extinto tras la muerte de su fundador, una ambición gloriosa tornada en humillación. Ninguno logró escapar de este patrón histórico.

      A lo que Mao respondió decididamente:

      —Nosotros hemos encontrado un nuevo camino y podemos romper este ciclo: se llama democracia. Tan solo cuando se permite al pueblo controlar al gobierno, este no osa relajarse. Solo si todos y cada uno asumen su responsabilidad en el sistema, este no perecerá en caso de que un gobernante muera.

      —Tus palabras —observó Huang Yanpei— me parecen acertadas, ya que solamente si las personas están facultadas para participar en la administración del lugar donde viven, es posible asignarles el desempeño de la función que mejor les corresponda, haciendo a todos responsables. Así pues, romper el patrón aplicando la democracia podría ser tremendamente efectivo.

      El «Diálogo de Yan’an» posee una gran importancia tanto en la historia de nuestro Partido como de nuestro país. Constituye un buen retrato de la sincera disposición del PCCh con los partidos democráticos, evidenciando al mismo tiempo su exploración de la democracia popular y la aspiración por el bienestar de la gente.

      Poco después del XVIII Congreso Nacional del PCCh, Xi Jinping visitó los comités centrales de los ocho partidos democráticos, así como las federaciones de industria y comercio de toda China. En sus charlas informales, recurrió al diálogo mantenido en las grutas de Yan’an como fuente vigente de inspiración y coraje para el Partido. Recordó la advertencia sobre el ascenso y caída de los regímenes, trajo a colación la exhortación de las «Dos obligaciones» y citó la historia de Adiós a mi concubina sobre el estilo de trabajo, con la intención de remarcar que todo ello hacía referencia en realidad a un solo propósito, a saber, la necesidad de «preservar siempre el espíritu de lucha que caracterizó al PCCh desde su fundación, así como la devoción por nuestro pueblo». Llevar al pueblo en nuestro corazón y luchar por y para él constituye la valiosa riqueza que nuestro Partido ha acumulado a lo largo de sus noventa años de vicisitudes históricas. Tal como Xi Jinping declaró en la Ceremonia del 95 Aniversario de la Fundación del PCCh, no importa qué tan lejos avancemos, nunca hemos de olvidar el por qué nos embarcamos en este viaje.

      En la historia china hay numerosos modelos de oficiales honestos y trabajadores. Por ejemplo, Zhuge Liang, consejero del emperador Liu Bei, quien afirmaba «dedicarse en cuerpo y alma a su deber, aunque la muerte le costase», y quien se hizo célebre por «no adquirir más riquezas ni dentro ni fuera de casa que las necesarias para subsistir». O el historiador de la dinastía Song, Sima Guang, que «deseaba sacrificarse por su país y atender personalmente cualquier asunto público, trabajando día y noche», y era «indiferente a las cosas materiales», por lo que «fue frugal y vistió pobremente hasta el fin de sus días». Y si oficiales de tiempos feudales fueron capaces de actuar así, ¿quién podría decir que nuestros cuadros proletarios no son capaces? Nuestros predecesores proletarios, la generación de revolucionarios que encabezó el presidente Mao, fueron modelos de honestidad y diligencia. Todos los miembros y cuadros del PCCh deben inspirarse en ellos y esforzarse por «ser incorruptibles y diligentes sin quejarse de la pobreza o las dificultades». Así, siempre mantendremos nuestras bases entre la gente.

[«La competencia básica de los cuadros del PCCh: mantener estrechos lazos con la gente» (enero de 1989), del libro Sacudirse la pobreza.]

       Comentario

      En las puertas de la oficina gubernamental del condado de Neixiang, en la provincia de Henan, hay colgado un pareado de grandes caracteres, cuya primera línea dice: «La honestidad no habla de pobreza, la dili­gencia no menciona la dificultad», y su segunda: «respetar lo escuchado, actuar con conciencia». La primera línea significa que un cargo de verdad incorruptible no se quejaría de su pobreza, ni uno verdaderamente diligente de sus dificultades. La segunda aconseja escuchar las voces del pueblo y esforzarse por actuar según lo aprendido. En este discurso, Xi Jinping recurrió a la primera línea del pareado porque hace tiempo que se convirtió en una máxima popular referida al buen gobernante, y por tanto aún connota un gran valor en la construcción de un gobierno limpio por parte del PCCh.

      Zhuge Liang, primer ministro del estado de Shu durante el periodo de los Tres Reinos, se hizo célebre por su férrea autodisciplina y frugalidad. Comenzó su carrera pública a los 27 años, asistiendo concienzuda y diligentemente a los reyes Liu Bei y Liu Shan durante casi tres décadas, hasta que murió por enfermedad a la edad de 53 años en Wuzhangyuan. Su máxima «dedicarse en cuerpo y alma a su deber, aunque la muerte le costase» sentó un modelo de conducta. Según los registros, Zhuge Liang escribió Memorias al rey Liu Shan antes de morir, donde declaraba: «Mi familia tiene 800 moreras y quince acres de tierras de cultivo en Chengdu, suficientes para costear la vida de mis hijos y hermanos. Yo en calidad de ministro poseo ropa y alimento suficiente, de forma que me limito a ejercer mi función sin acometer ninguna otra empresa que aumente mi patrimonio. Cuando yo muera, por tanto, Su Majestad no habrá de cargar por mí ni un rollo de seda de más ni riqueza alguna que exceda sus expectativas».

      Sima Guang, por su parte, letrado y oficial de la dinastía Song del Norte, es famoso por su gran audacia y valentía, tal y como ilustra esa bonita anécdota suya de infancia que cuenta cómo salvó a un compañero de morir ahogado en una tina. Muy trabajador y diligente, al que para trabajar «no bastaba el día y robaba horas a la noche», dedicó parte de su vida a los registros históricos y la vida política. A él debemos los primeros anales de nuestra historia escritos en clave analítica, Lecciones de gobierno, que fueron compilados bajo su dirección. Se mantuvo incorruptible durante sus cuarenta años de servicio, desde sus primeros años como oficial del gobierno local hasta que fue ascendido a puestos de más alto rango, «sin atreverse a comer carne apenas, ni vestir seda pura». Hacia el final de su vida, le dedicó a su hijo Sima Kang un escrito que se hizo célebre por sus sabias enseñanzas, Lecciones sobre la sana frugalidad, de donde podemos aún hoy extraer algunas lecciones significativas para la actualidad, tales como «acostumbrarse al lujo desde la mesura es sencillo, pero abandonar los excesos en pos de la frugalidad