16. Partes de este capítulo fueron presentadas en las XXVIII Jornadas de la Escuela de la Orientación Lacaniana el 1º de diciembre de 2019; otras, en la sede madrileña de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis, dos semanas después.
17. Cf. Arenas (2020a).
18. Cf. Lacan (1977).
19. Lacan (1976: 131).
20. Miller (2007: 86).
21. Cf. Miller (1998a).
22. Cf. Arenas (2015a).
23. Freud (1900: 153).
24. Ibíd., p. 154.– El subrayado es nuestro.
25. Ibíd., pp. 164, 176.– Volveremos sobre ese sueño infra, pp. 43s.
26. Ibíd., p. 189.– La lengua alemana posibilita aquí un juego de palabras.
27. Ibídem.– El hipotético cumplimiento de deseo se consuma dando un lugar muy comprobable a cierto goce –quizá penoso, pero goce al fin.
28. Ibíd., p. 177.– Causar displacer es el precio pagado por disfrazar el cumplimiento supuestamente placentero, como si disimuláramos la droga que queremos pasar por la frontera mediante un disfraz más caro que la droga misma.
29. Ibíd., pp. 163s, 247.
30. Cf. Lacan (1964b: 42s, 66, 76s; 1969: 182).
31. Freud (1900: 275).
32. Ibíd., p. 504.
33. Ibíd., p. 200n.
34. Lo sugiere, además, el caso de Emma, que Freud (1895: 400-404) presenta como paradigma de la proton pseudos histérica.– Cf. Arenas (2020b: 34-40, 70).
35. Arenas (2012: caps. 22-23).
36. Cf. Arenas (2014b).
37. Cf. Lacan (1958b: 181s).
38. El latín divertere significa “llevar por varios lados”.
39. Freud (1895: 344).
40. Freud (1900: 546, 593, 608).
41. Arenas (2012: cap. 1).
42. Véase infra, cap. 3.
43. Angot (2012).
44. Miller (2013) comenta la tercera.
45. Un deseo no siempre tiene tal poder de conmoción, pero jamás es un instrumento desdeñable.
46. Arenas (2017: 23).
47. Arenas (2020b: 60).
48. Freud (1895: 340).
49. Lacan (1972b: 32s).
50. Cf. Bauman y Dessal (2014), Arenas (2018a).
2
Nace un principio
El “Proyecto de psicología”, velozmente escrito en 1895, no es sólo la base de todos los modelos freudianos, como Lacan dijo alguna vez; es también la cuna del principio de placer, que en sus primeros ocho apartados nace, crece y se consolida. Al revisar cómo luce el aparato propuesto por Freud si suprimimos ese principio, mantendremos la concepción cuantitativa, económica en el sentido de cierta ley de conservación compatible con el flujo de cantidades, no en el sentido de que éstas tiendan a reducirse. Por otro lado, si bien poco después (en La interpretación de los sueños) Freud remplazará las neuronas por representaciones y, en alguna medida, intentará separar su aparato de la supuesta anatomía nerviosa,(51) no olvidaremos que la construcción planteada se apoya por completo en la arquitectura del arco reflejo.
Ahora bien, si no suponemos la obligatoriedad de la descarga como función primaria del aparato, no hay por qué admitir que éste prefiera huir de todo estímulo (la