Los grandes mitos de Occidente. Ana-Grace Avilés Martínez. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Ana-Grace Avilés Martínez
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9788418649806
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lugar en el que vivimos. Se ha podido demostrar a través de estudios antropológicos que después de una catástrofe las víctimas vuelven al lugar del drama o que, inclusive, se quedan allí. Durante una catástrofe y después de que ocurra, la gente busca espontáneamente las maneras de rehacer su mundo, eso sucede de modos muy concretos: construyendo lugares de refugio, buscando alimentos, buscando agua. Se hace mundo cada vez que construimos un sistema en el cual podemos existir. Los seres humanos necesitamos un mundo para existir, si por mundo entendemos el lugar en el cual nos es posible desenvolvernos; hacer mundo significa encontrar maneras para interactuar con la vida, con los seres y las cosas que hacen parte de nuestro entorno. Quienquiera que fuera, en una situación dramática, no se abandona a la suerte, no se deja morir cuando se siente necesario, cuando se siente útil porque sentirse parte de un todo, de un grupo, de un lugar, de un ecosistema, permite retomar aliento para mantenerse en vida.

      La realidad y la memoria

      Nuestros cerebros sintetizan y reconstruyen la información percibida por cada célula de nuestros organismos. Aquello que solemos llamar realidad es algo subjetivo, lo real no son las cosas que percibimos, ni los sucesos que vivimos y que se impregnan en nuestras memorias, porque la experiencia es algo que se construye y reconstruye continuamente. Nuestra realidad es una realidad entre muchas otras; los seres humanos no podemos, por dar un ejemplo, ni ver los rayos ultravioletas, ni escuchar ultrasonidos. En la memoria de cada ser vivo se construye y se reconstruye información, es por eso por lo que cuando los recuerdos vuelven a la consciencia, nunca son lo que fueron. Todo va transformándose, todo está en constante movimiento, así es como toman forma en nuestras mentes uno u otro concepto, así toma forma la realidad que conocemos y que somos capaces de concebir.

      Investigaciones actuales han demostrado que en el interior de un cerebro hay tanta información que se necesitan índices para encontrar lo que se busca; una fotografía, por ejemplo, puede ayudarnos a traer a la memoria consciente un evento remoto que será recordado gracias a las imágenes que se observan. La memoria nos ayuda a conservar recuerdos y a evocarlos, pero sobre todo nos ayuda a sintetizar información porque la memoria es también olvido. Todo organismo vivo se halla expuesto a muchísima información, al sintetizar la información, la memoria guarda solamente una parte, esto sucede de manera inconsciente y constante.

      Para poder recordar es necesario ser capaces de sintetizar información, eso significa que es necesario que la memoria esté en la capacidad de seleccionar tanto eso que será recordado como aquello que deberá olvidarse, tal como se hace con las imágenes tomadas por una cámara fotográfica numérica. Con el fin de conservar el computador en estado eficiente es necesario proceder a una selección, de imágenes en el caso de las fotografías, conservando unas y borrando otras; un exceso de información almacenada hace que el computador deje de funcionar. Ese trabajo de síntesis y de organización es muy útil para poder hacer uso de la información almacenada, tanto en el caso de un computador como en el caso de un cerebro vivo. Sin embargo, antes de la invención y de la fabricación de los computadores, los documentos escritos, los documentos impresos, los libros, las revistas… funcionaron, y todavía funcionan, de la misma manera. Para sintetizar es necesario organizar, la organización implica conservar, pero también conlleva la capacidad de eliminar excesos. Para recordar algo, es necesario olvidar; cuando algo se recuerda, algo más ha debido de quedar en el olvido.

      Las representaciones mentales

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      Interpretar el mundo

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      La sinestesia

      La combinación de sensaciones nos permite sentir emociones complejas, pues los colores se combinan con los sonidos, las formas con los colores, etc. Esos procesos de percepción ponen en marcha un arsenal de recuerdos grabados en nuestras memorias. Nuestra audición, nuestro tacto, nuestro olfato, nuestros ojos, cada una de nuestras células nos permiten vivir experiencias de sinestesia, porque esta ocurre cuando se mezclan entre ellas las sensaciones percibidas gracias a órganos sensoriales diferentes. La sinestesia se parece a la metáfora, porque esta se da cuando se utiliza una palabra, o una frase, con un significado similar, análogo o semejante; la metáfora hace parte esencial del lenguaje humano.

      El modernismo y las vanguardias tratan el término de sinestesia como experiencias multisensoriales; también se habla de sinestesia cuando se mezclan sensaciones con sentimientos como la tristeza, la alegría, etc. Antiguamente la palabra sinestesia significaba «sentir al mismo tiempo», las interpretaciones actuales van más allá de la asociación de sensaciones vividas por una sola persona para transformarlas en sensaciones compartidas, es decir, en experiencias de sinestesia colectivas.

      Las analogías