Cuadro 2.2
El Shemá
«Escucha, Israel: El SEÑOR nuestro Dios es el único SEÑOR. Ama al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas».
En la época de Jesús, como en la nuestra, el Shemá era la oración central del judaísmo y se recitaba todos los días. Procede de Deuteronomio 6:4-5, aunque las versiones posteriores agregaban un refrán litúrgico y versículos adicionales de Deuteronomio 6:5-9; 11:13-21; Números 15:37-41. Shemá es la palabra hebrea para «¡Escucha!».
Los fariseos también le atribuían una categoría autoritativa a un material oral conocido como «la tradición de los ancianos» (véase Mt. 15:2), que con el tiempo llegó a estar codificado dentro del judaísmo como la Misná (parte del Talmud). Parece que sus interpretaciones de la ley fueron impulsadas por una convicción de que todo el pueblo de Dios debe vivir con una santidad suprema. Exhortaban a los laicos a seguir en sus vidas diarias las mismas reglas de pureza que se esperaban de los sacerdotes que servían en el templo; la idea era que (en cierto sentido) cada casa era un templo, cada mesa era un altar y cada hombre era un sacerdote. Por ejemplo, los fariseos y sus seguidores practicaban el lavamiento de manos que originalmente estaba diseñado para el servicio en el templo, antes de ingerir cualquier comida (véase Mt. 15:2; cf. Mr. 7:3-4).
Misná: colección de discusiones rabínicas en cuanto a la interpretación de la ley de Moisés; la Misná forma una parte importante del Talmud judío.
Talmud: colección de sesenta y tres libros (incluso la Misná) que contiene la ley judía civil y canónica, con base en las interpretaciones de las Escrituras.
Parece que muchos fariseos habían sido escribas, y es posible que algunas referencias del Nuevo Testamento a «los escribas» se refieran a los escribas que eran fariseos (cf. Mr. 2:16; Lc. 5:30; Hch. 23:9). Lo mismo probablemente sea cierto de los «intérpretes de la ley» de quienes nos enteramos de vez en cuando (cf. Mt. 22:35; Lc. 11:45); ellos eran expertos en la ley (es decir, Torá) y de esa manera probablemente fueran fariseos. Muchos fariseos eran líderes de sinagoga, y a algunos se les decía «rabinos», es decir, maestros (cf. Mt. 23:6-8). Jesús (a quien también se le llamaba «rabí») probablemente tuviera más en común con los fariseos que con cualquier otro grupo judío de su época, lo cual podría explicar por qué la mayoría de sus argumentos fueron con ellos: tenían lo suficiente en común como para hacer posible un debate. El apóstol Pablo fue educado como fariseo y siguió considerándose fariseo, incluso después de que llegara a ser misionero para Cristo (véase Fil. 3:5).
ley: «la ley de Moisés» o cualquier regulación que el pueblo judío entendía que delineaba la fidelidad a Dios en relación con el pacto que Dios había hecho con Israel.
Los saduceos
Los saduceos probablemente hayan sido el grupo judío más poderoso de la época. Son menos prominentes en nuestras historias de los Evangelios porque parece que ellos estaban centrados en Jerusalén, y Jesús pasa la mayor parte de su tiempo en Galilea (pero véase Mr. 12:18-23). Parece que ellos controlaban el sistema del templo y frecuentemente dominaban el Sanedrín, el organismo rector judío. El sumo sacerdote y los sacerdotes principales, de quienes nos enteramos en el Nuevo Testamento, probablemente hayan sido saduceos. Los fariseos y los saduceos eran capaces de cooperar entre sí en asuntos de interés común, pero estaban divididos por una variedad de asuntos teológicos y políticos. Por ejemplo, se dice que los saduceos no creían en la vida después de la muerte y que eran escépticos de las historias no bíblicas en cuanto a los ángeles y demonios. Solamente consideraban el Pentateuco (los primeros cinco libros de nuestro Antiguo Testamento) como Escrituras sagradas y veían los demás libros, que los judíos y cristianos ahora consideran Escrituras, simplemente como escritos religiosos.
sacerdotes: en el judaísmo del Segundo Templo, la gente autorizada para supervisar el sistema sacrificial en el templo de Jerusalén; estrechamente relacionados con los saduceos.
En tanto que los fariseos eran maestros que hacían énfasis en la Torá y las sinagogas, parece que los saduceos estaban más dispuestos que los fariseos a acomodarse en cuanto a asuntos políticos, siempre y cuando el templo y el sistema sacrificial pudieran continuar sin cesar. (Para una comparación de los fariseos y los saduceos entre sí, véase el cuadro 2.3; véase también la historia en Hch. 23:6-9.)
Cuadro 2.3
Los fariseos y los saduceos
Fariseos | Saduceos |
Generalmente de clase media | Mayormente de clase superior |
Base de poder fuera de Jerusalén | Base de poder en Jerusalén |
Relacionados estrechamente con la sinagoga | Relacionados estrechamente con el templo |
Principalmente maestros y eruditos | Principalmente sacerdotes |
Comprometidos teológicamente con mantener la relación de Israel con Dios a través de la obediencia a la ley | Comprometidos teológicamente con mantener la relación de Dios a través del sistema de sacrificios |
Aceptaban como Escrituras la mayor parte de lo que los cristianos llaman «Antiguo Testamento» | Aceptaban solamente la Torá (el Pentateuco) como Escrituras |
Creían en la resurrección de los humanos a la vida después de la muerte | No creían en la resurrección a la vida después de la muerte |
Reconocían la existencia de seres espirituales, como los ángeles y demonios | Eran escépticos de las creencias en cuanto a los distintos seres espirituales |
Eran considerados moderados socialmente, que objetaban la imposición de la autoridad romana, pero no abogaban por las revueltas armadas en contra del poder romano | Eran considerados conservadores socialmente, que buscaban la colaboración con las autoridades romanas, de maneras que asegurasen su propio lugar en el statu quo |
Fariseos prominentes: Shammai (interpretaciones estrictas de la ley), Hillel (interpretaciones más indulgentes de la ley) | Saduceos prominentes: Caifás y Anás, identificados como sumos sacerdotes durante la vida de Jesús |
En el Nuevo Testamento, discuten con Jesús por asuntos de la ley, pero se les relaciona solamente de manera periférica con la trama para ejecutar a Jesús | En el Nuevo Testamento, ellos son los principales arquitectos de la trama para ejecutar a Jesús |
Los antepasados principales del judaísmo moderno | Desaparecen de la historia después de la desastrosa guerra judía con Roma 66-73 e. c. |
Los esenios
Los esenios eran separatistas