La orquesta Rostan actuó durante tres años en Radio Sudamérica, para pasar luego a la radio loy, en la que permaneció también por un período similar.
Invitado posteriormente para integrar la orquesta de Julio De Caro, viajó durante tres temporadas consecutivas a Brasil, donde actuaron en los clubes nocturnos Copacabana y Gloria, además de grabar algunos discos para la sucursal del sello Odeon en Rio de Janeiro, dado que Arcieri aprovechó para formar allí la primera orquesta bajo su dirección, integrada por Luís Visca en piano, Fortunato y Caruso en bandoneón y Abrunese y el propio director como violinistas.
Si bien originalmente esta orquesta había sido contratada para realizar una temporada de pocos meses en Rio de Janeiro, el éxito obtenido obligó a prolongar la misma por un tiempo más, además de reiterar sus actuaciones luego durante dos temporadas más.
De regreso de Brasil, abandonó la actividad musical durante un par de años, tiempo en el que constituyó una empresa fabricante de discos que sin embargo no resultó viable económicamente, consumiendo los ahorros del frustrado empresario.
Producido su retorno a la actividad musical, integró la típica Los Matreros, que acababa de formar Raúl Sánchez Reynoso, su ex compañero en la orquesta Rostan. Con la típica Los Matreros actuó en lr3 Radio Nacional, luego Radio Belgrano, con señalado suceso, al punto de constituirse en una de las audiciones radiales más esperadas por el público aficionado.
En 1931 Arcieri se presentó en Radio Fénix al frente de una pequeña agrupación, con la que también actuó en el Teatro París.
De regreso a la ya ahora Radio Belgrano, fue incorporado como uno de los intérpretes en un concurso donde los aficionados debían identificar la orquesta que estaba tocando y dado que muchos reconocieron a la misma por su estilo, la emisora lo contrató por un lapso de seis meses. Entre los cantores con los que Arcieri contaba por entonces en su orquesta estuvo Jorge Ortiz, quien luego fuera celebrado vocalista de Miguel Caló y de Roberto Biaggi.
En los años cuarenta se presentó al frente de su orquesta en localidades del interior del país, recordándose una actuación en las Termas de Río Hondo en la que trabó contacto con Argentino Ledesma, quien trabajaba en el correo de esa localidad antes de encarar la que luego sería una exitosa carrera de cantor en Buenos Aires. Obviamente el por entonces ignoto vocalista prestó su concurso a la formación que visitaba la localidad durante sus actuaciones en ella.
Luego de su primera composición, a la que ya hicieramos referencia, hacia fines de la década de los años treinta Arcieri compuso el tango Derrotado, con letra de José Demetrio Terragno.
El tango careció de difusión en sus orígenes, pero años más tarde el compositor panameño Carlos Almarán firmó el bolero titulado Historia de un amor, inmediatamente popularizado en México a través de la interpretación de Libertad Lamarque en la película Dímelo al oido, estrenada en Buenos Aires en mayo de 1956.
Adaptado el bolero a ritmo de tango, fue grabado por Héctor Varela, quizás la orquesta más escuchada por esos años, difundiéndose así en Argentina con un éxito fulminante el tema firmado por Almarán.
Grabaciones de Alfredo Gobbi, Edgardo Donato y Francisco Canaro contribuyeron a este éxito, advirtiéndose de inmediato la notable similitud de su melodía con aquella del tango de Arcieri.
Éste había fallecido cuatro años antes, el 5 de mayo de 1952, a los 42 años de edad, como consecuencia de una afección pulmonar, por lo que el litigio fue encarado por su viuda, la señora Benita Olga Bianchi de Arcieri, quien respaldó su reclamo en las grabaciones del tango plagiado que generosamente y con el fin de apoyar sus derechos, realizaron la orquesta de Carlos Di Sarli con la voz de Roberto Florio y de Enrique Rodríguez con la de Carlos Galán. Pese a estas evidencias, el fallo que se demoró hasta el año 1968, fue favorable a Carlos Almarán.
Escuchar ambas melodías, la del tango original y la supuestamente compuesta por Almarán revela, aún para el más neófito de los oídos, la similitud existente entre ellas. Puede decirse, sin temor a equívocos, que Almarán se limitó a idear una nueva letra en reemplazo de la que originalmente había escrito Terragno.
Otras composiciones de Arcieri fueron Delirando, Campanario, Pinta orillera, recordado tango que tiene versos de Domingo Farina y fue grabado por la orquesta de Rodolfo Biaggi con el cantor Jorge Ortíz, y Belgrano, que unidos a Cachivache, grabado por Carlos Di Sarli, Boca perfumada, Una tardecita en el suburbio y Tendrás que llorar, compuestos durante su estadía en Rio de Janeiro, completan la producción de este músico cuyo temprano fallecimiento impidió el desarrollo de una trayectoria que seguramente hubiese sido mucho más trascendente dadas las condiciones con las que estaba dotado.
12. Arenas, Alberto
Cantor nacido el 25 de septiembre de 1910. Su verdadero nombre era Tomás Guida.
Debutó como cantor solista en el año 1935 en Radio La Nación, para hacerlo luego en ls4 Radio Porteña y al año siguiente, en Radio Callao, pero ya en esta oportunidad como cantor de la orquesta de Alberto Pugliese, hermano de Osvaldo, quien actuaba como pianista de la agrupación.
Por entonces utilizada el nombre artístico de Alberto Guida, es decir que modificó su nombre de pila pero no su apellido.
En 1939, siempre como Alberto Guida, fue vocalista de la orquesta de Mario Rocha, agrupación que tenía un estilo similar al que adoptara Rodolfo Biaggi, contando como pianista con José Basso.
En ese año la orquesta se presentó en Radio Belgrano y al año siguiente Guida actuó también en la orquesta típica de Antonio Cacase (hijo) y en la orquesta característica de Alfredo Sixto, sin dejar la agrupación de Rocha, en la que permaneció hasta 1944, año en el que con acompañamiento de guitarras actuó durante unos meses en un restaurante situado en la calle Paraná que era propiedad de Juan D’Arienzo.
Precisamente allí lo conoció Francisco Canaro, quien en 1945 lo incorporó a su orquesta, debutando en la obra El tango en París, estrenada en el Teatro Presidente Alvear el 11 de agosto de 1945, en cuyo noveno cuadro dio a conocer el tango de Canaro y el pianista de la orquesta Mariano Mores, Adios Pampa mía.
En esa obra actuaba aún bajo el nombre de Alberto Guida, pero al poco tiempo el propio Canaro lo rebautizó como Alberto Arenas, en obvia referencia a aquel personaje del tango A la luz del candil.
El 24 de agosto de ese mismo año, es decir pocos días después del estreno de esa exitosa obra, Arenas con su nuevo nombre artístico realizó para el sello Odeon su primera grabación con la orquesta de Pirincho, la que como no podia ser de otro modo fue precisamente Adios Pampa mía, el tango campero que acababan de estrenar.
Posteriormente actuó en otras de las recordadas comedias musicales que por entonces Canaro estrenaba anualmente. Así, en la temporada de 1946 participó de la obra La canción de los barrios, estrenada el 5 de julio de ese año en el Teatro Presidente Alvear, en el que también se estrenó el 9 de abril del año siguiente Luna de miel para tres, nuevamente con la participación de Arenas como cantor, rol que reiteró en la obra Con la música en el alma, estrenada el 10 de junio de 1949 en el Teatro Casino, ubicado en la calle Maipú al 300.
Arenas permaneció en la orquesta de Canaro hasta fines de julio de 1957, grabando en ese lapso, siempre para el sello Odeon, un total de setenta y nueve temas, el último de ellos, la plegaria Divina María, el día 28 de junio de ese año.
Además, debe considerarse la grabación particular, también con la orquesta, de la marcha Canto a Mendoza, realizada para el mismo sello Odeon, en el