Gente de tango. Carlos Federico Torres. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Carlos Federico Torres
Издательство: Bookwire
Серия: Cultura
Жанр произведения: Философия
Год издания: 0
isbn: 9789508441522
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le pertenece la melodía de Al mundo le falta un tornillo, con discepolianos versos de Enrique Cadícamo, cuyo registro discográfico por parte de Julio Sosa acompañado por la orquesta de Leopoldo Federico se constituyó en un recordado éxito.

      Son muy destacados además sus valses Manuelita con José Macías hijo; Aromas del Cairo, Mala suerte y Cuando miran tus ojos, y sus composiciones de música criolla, entre las que se encuentran la zamba Las madreselvas y el estilo Ofrenda gaucha, entre los más populares.

      Promediando el mes de noviembre de 1951, frente a la Plaza Pueyrredón en el barrio de Flores en Buenos Aires, fue atropellado por un automóvil, accidente que le produjo la fractura de una pierna.

      Internado en el Hospital Álvarez, sorpresivamente falleció de un edema pulmonar el día 21 de ese mismo mes. Tenía entonces 60 años de edad y habían transcurrido dieciséis desde el accidente que se había llevado a Gardel y al resto de su comitiva.

      6. Aguirre, Carlos

      Cantor nacido en Buenos Aires el 18 de mayo de 1938.

      Su verdadero nombre es José Roberto Goldfinger Balagula, hijo de judíos polacos que en la década del 30 emigraron a la Argentina ante el advenimiento del nazismo.

      Se inició cantando junto a Argentino Ledesma, vocalista que fue quien le propuso el seudónimo de Carlos Aguirre, personaje de la película El asalto en la que Ledesma había intervenido como cantor.

      Su debut con el ya reconocido cantor santiagueño se produjo en el local nocturno Maipo Pigall, siendo acompañados ambos por el pianista Jorge Dragone.

      Luego de un año de actuaciones con Dragone y Ledesma, el compositor Mápera lo presentó a Aquiles Roggero, quien lo incorporó a la Orquesta Símbolo Osmar Maderna, con la que en el año 1960 grabó la milonga Papá Baltasar, inolvidable creación de Sebastián Piana y Homero Manzi, realizando al año siguiente un segundo registro discográfico, el tango Te llaman malevo, perteneciente a Aníbal Troilo y Cátulo Castillo.

      En 1962 se incorporó a la orquesta La Guardia Nueva del Tango, dirigida por el violinista Dante Yanel. En este conjunto estaban José Colángelo como pianista y Mauricio Marcelli como violinista, entre otros músicos que luego adquirirían importante nombradía.

      Esta orquesta realizó una gran cantidad de actuaciones en Radio El Mundo y en diversos locales en los años 1962 y 1963, año este último en el que la formación animó los bailes de carnaval en La Sociedad Rural de Buenos Aires, pero no llegó a grabar.

      En 1964 Aguirre se incorporó como cantor de la orquesta de Alfredo De Ángelis, en la que permaneció hasta 1979. De ese modo, tuvo la oportunidad de protagonizar los tres últimos años del Glostora Tango Club, recordada audición radial que dejó de irradiarse en 1967.

      Los quince años de permanencia en esta formación lo convirtieron en el cantor que más tiempo estuvo en ella, superando en ese aspecto a Carlos Dante, quien estuvo en ella durante algo menos de trece años, si bien no alcanzó a igualar la cantidad de grabaciones realizadas por este emblemático cantor.

      En 1979 De Ángelis disolvió su orquesta, en la que aún permanecían músicos de la época de su debut en 1941, agrupación que sin embargo relanzó poco tiempo después, pero ya totalmente renovada en su integración.

      Durante su actuación en la orquesta de De Ángelis, Aguirre grabó cerca de un centenar de temas, entre ellos varios a dúo con Alberto Cuello primero y con Julián Rosales después.

      El primero de esos registros fue Amor de verano, tango de Luis Stazo y Federico Silva, al que siguió Decime Dios donde estás. El último, realizado en el año 1977, fue el tango Pero no viene, incluido en el último disco larga duración de la orquesta editado por el sello Odeon en ese mismo año.

      Entre ambos quedaron, entre otras, versiones de Evocación de París en 1965, El ciruja en 1966, una reedición poco difundida de Volvamos a empezar, el éxito de Oscar Larroca, en 1967, Y dicen que no es amor y Sabor de adiós en 1970, Las cuarenta en 1971, Paciencia en 1972, y De puro curda en 1974.

      A partir de su desvinculación de la orquesta de De Ángelis, sólo efectuó algunas grabaciones con un sexteto conducido por Pascual Mamone y con un conjunto dirigido por el pianista Oscar Martínez con quien en 1987 grabó tres cassettes, los que se completaron con temas cantados por él y por sus colegas Juan Carlos Cobos, Oscar Ferrari y Osvaldo Ribó.

      Por entonces, comenzó su actividad de corredor de ropas para bebés y niños, tarea a la que con el tiempo dedicó muchas horas diarias de trabajo, por lo que sus presentaciones como cantor pasaron a ser cada vez más esporádicas.

      De todos modos, aún hoy realiza algunas actuaciones, al menos, como él lo ha manifiestado, para mantener vigente su vocación y antiguo oficio de cantor.

      7. Ahumada, Julio

      Bandoneonísta y compositor nacido en Rosario el 12 de mayo de 1916.

      En su ciudad natal estudio el bandoneón con Abel Bedrune y en 1937 se radicó en Buenos Aires, integrando las orquestas de Roberto Zerrillo, Miguel Caló, Alberto Soifer, Nicolás Vacaro y Lucio Demare. Hacia fines de 1943 se incorporó como primer bandoneón de la orquesta que formó Emilio Balcarce para acompañar a Alberto Castillo.

      En la década del cuarenta formó parte también de la orquesta estable de Radio El Mundo, en la que integró la línea bandoneones con Miguel Bonano.

      Ya en los años cincuenta estuvo en las orquestas de José Basso, Joaquín Do Reyes y Enrique Mario Francini, en carácter de primer bandoneón en cada una de ellas.

      También fue solista de la orquesta de Héctor María Artola, tanto en presentaciones radiales como en grabaciones de discos.

      En 1954 Ahumada formó el conjunto Cuatro para el tango, en el que los acompañaban el contrabajista Eugenio Pro y los guitarristas Marsilio Robles y el santafesino Juan Poroto Mehaudy, formación con la que realizó varias grabaciones para el sello Spacial.

      Dos años más tarde Ahumada integró un dúo con el contrabajista Hamlet Greco, presentándose en el Teatro Apolo, que se ubicaba en la galería del mismo nombre en la Avenida Corrientes 1386. Este dúo, transformado en cuarteto con la incorporación del pianista Carlos Parodi y el violinista Aquiles Aguilar, ex integrante de la orquesta de Francini y Pontier durante toda la trayectoria de ésta, concretó una interesante serie de grabaciones para el sello Tini.

      Entre 1958 y 1959 se desempeñó como único intérprete del bandoneón de aquel célebre noneto que bajo la denominación de Los Astros del Tango, dirigiera y arreglara Galván, en el que éste dio absoluta preeminencia a las cuerdas.

      Poco después tuvo destacada participación, entre otros cuarenta y dos músicos de primera línea, en las grabaciones para el sello Music Hall de la recordada producción del doctor Luis Adolfo Sierra titulada La historia de la orquesta típica, cuyos arreglos estaban también en este caso a cargo de Argentino Galván.

      Apenas terminada esta tarea, Galván, notable orquestador del género, lo convocó para integrar una orquesta que bajo su dirección se presentó en el Teatro Ópera, grabando además un disco en el que Ahumada se destacó en un solo de bandoneón registrado en el tango Nunca tuvo novio.

      Al fallecer Galván en forma repentina al poco tiempo, el nuevo proyecto que incluía un viaje a Japón, se frustró definitivamente.

      En 1967 Ahumada codirigió una orquesta con el también bandoneonísta Miguel Bonano, con la que actuaron en Radio El Mundo y grabaron cuatro temas para el sello Odeon: el 6 de noviembre de dicho año los instrumentales Milonguero triste, tango que Aníbal Troilo dedicara a Alfredo Gobbi y Pa’ mama, del propio Ahumada, y el 5 de julio de 1968 Nostalgias, la célebre composición de Cobian y Cadícamo, también en versión puramente instrumental y el tango de Armando Pontier y Federico Silva Donde quiera que estés, única de las grabaciones cantadas que realizó esta orquesta, contando para ello con el aporte del vocalista Carlos Solari.

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