Género, cuerpo y psicoanálisis. Gustavo Dessal. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Gustavo Dessal
Издательство: Bookwire
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Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789878372341
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poder definir estas cantidades? Es decir, la cantidad de masculinidad o femineidad en alguien. Stoller sostiene que se trata de una sustancia cuantificable.

      En Stoller, el sexo es cuantificable y la identidad de género comienza a partir del conocimiento y la percepción, ya sea consciente o inconsciente, de que se pertenece a un sexo y no a otro.

      La referencia principal de Stoller es entonces la conciencia íntima del sujeto de pertenecer a un sexo y no a otro. El género es la identidad de género y la identidad de género es la conciencia de pertenecer a un sexo.

      Esta identidad se construye antes de los tres años considerando que la misma sería asignada por sus padres.

      Lacan nos habla de una elección de sexo, de una identificación sexual más que de una identificación sexuada.

      En los años 70 Lacan hace un corte entre lo que es el ser humano “Parlêtre” y el animal por fuera del lenguaje.

      ¿Parlêtre? Es el ser que habla, el ser parlante, es el ser que tiene su ser justamente por el hecho de hablar. Entonces Lacan nos precisa este corte entre el animal, fuera del lenguaje, y el Parletre, dentro del lenguaje.

      Para Lacan, el sexo y la diferencia de los sexos están ligados a la lógica aristotélica, es decir a una lógica de clases. Utiliza, lo que él llamó las fórmulas de la sexuación.

      En los años 70, Lacan es radical en su formación y sostiene que la relación sexual que la biología escribe en el animal, no existe para los seres parlantes. Esto no quiere decir que no hay acoplamiento entre los sexos humanos.

      El acto sexual en los seres humanos no responde como en el campo animal “a cada una su cada uno” donde prima lo instintual sino que responde a algo totalmente distinto.

      Y con relación a esto Lacan formula su tesis donde sostiene que el ser parlante ha perdido su relación sexual. Pero justamente lo que sí tiene es un goce privilegiado, que no tienen los animales y es lo que llama muchas veces goce sexual ligado al acto sexual y coordinado a un significante único que es el falo.

      Esto nos lleva directamente a preguntarnos sobre lo que es el cuerpo en el ser parlante.

      El cuerpo imaginario es en principio una envoltura, en el sentido de una bolsa. Es una imagen llamada “imagen del cuerpo” que figura como una unidad. Cuando el ser parlante se mira al espejo el cuerpo parece uno, esto responde a un momento llamado de unificación que se produce en el estadio del espejo.

      La tesis de Lacan, muy precoz en su enseñanza, es lo que le da unidad al cuerpo en ese momento electivo del estadio del espejo donde el sujeto se identifica a una imagen, la imagen de otro, que no es él pero que le da la posibilidad de parecer uno en el espejo.

      Esto se vuelve posible a partir de la intervención de un tercero. Este momento del estadio del espejo estructura el cuerpo como forma imaginaria.

      En la misma época Lacan afirmaba que no tenemos un cuerpo, sino que nos es otorgado por el lenguaje. El cuerpo simbólico sería esta incorporación del lenguaje en el cuerpo. Y tenemos el cuerpo real, que es en principio el cuerpo que goza. Un goce que no entra en ninguna normalidad. El género que se tiene en la mirada del otro no remite a ninguna naturaleza ni a nada del orden convencional. Es una cuestión de un deseo de ser o no ser, pero también de goce que pone en juego el cuerpo.

      A partir de estas primeras nociones y distinciones podremos ir metiéndonos de a poco en el tema que nos convoca: el transexualismo.

      Lacan en su seminario “De un discurso que no sería del semblante” comenta el libro de Stoller del que ya hemos hablado “Sexo y género”.

      Es un libro que nos interesa por la casuística que aporte sobre el transexualismo e incluso sobre los casos llamados intersexuados que son casos de personas anatómicamente no definidas por razones biológicas.

      Stoller parte de que el sexo toma una definición biológica. Sin embargo, los casos de transexuales que dicen ser de un sexo opuesto al anatómico producen escollos en la teoría del clínico. Va a tener sujetos en los cuales el género está de acuerdo con el sexo y otros en los cuales el género difiere del sexo.

      Entonces, si bien es cierto que Stoller describe un gran número de casos clínicos muy apasionantes, esta distinción entre género y sexo no es de gran ayuda para nosotros.

      Lacan va a seguir un camino diferente. Parte de los dichos de los transexuales, como lo hace Stoller, pero orientándose hacia lo que él denomina en el Seminario 18 el “error común de los transexuales”.

      Perspectiva psicoanalítica

      Siguiendo la orientación de Francois Ansermet podemos ubicar algunos rasgos que nos orientan en la actualidad de nuestra época. En primer lugar el vértigo que nos producen las modificaciones sobre las diferencias de los sexos que, aunque no es algo nuevo, presentan transformaciones importantes.

      La cuestión del origen implica un enigma para cada quien. Un real difícil de subjetivar. ¿Por qué soy yo y no soy otro? ¿Por qué nací en esta época y no en otra? ¿Por qué nací en un cuerpo de mujer y no en otro?

      Todas estas y otras cuestiones nos dicen de la arbitrariedad del origen.

      Algunos sujetos dicen haber nacido en un cuerpo equivocado. Otros afirman que el cuerpo no es el equivocado. Sin embargo se sienten que pertenecen a otro sexo y no el que sería acorde al cuerpo que tienen.

      ¿De qué se trata todo eso? Seguimos a Ansermet cuando nos dice: “Esta certeza sorprende, intriga precisamente en la medida en que no interroga al sujeto”. ¿De qué se trata? ¿De una convicción? ¿De una creencia? ¿Una creencia en lo que va a ser posible a partir de tener ese otro sexo que no es el suyo?

      Y sin embargo el origen sigue siendo un enigma. Como sostiene Ansermet, en su nuevo posicionamiento frente a la diferencia sexual, lo interesante sería no quedar sometido a un origen que se precipita sobre el sujeto, sino por el contrario, ir hacia un origen reinventado. En estas cuestiones fundamentales se trata de ir, a través de un origen recreado, hacia un nuevo modo de ser en el mundo

      Estamos en la práctica del malentendido y tocar la diferencia sexual es tocar la cuestión del lenguaje. Poder interrogar todo lo que sabemos en psicoanálisis y dejarnos enseñar por aquello que el sujeto inventa.

      Podríamos sostener que hoy se trata de una práctica a partir de lo que cada sujeto construye. La importancia de estar atentos a esas soluciones, puntualizando que la enseñanza de lo transgénero es una clínica de las soluciones originales de cada quien.

      La apuesta central para el psicoanalista es abrirse sin dejarse engañar por el discurso común entrando en la lengua particular de cada uno y siguiendo el camino singular donde cada quien invente su manera de estar en el mundo.

      A continuación presentaré una viñeta clínica a fin de mostrar fenómenos que atañen a la transformación de un muchacho en su devenir mujer.

      Una viñeta clínica: Un femenino original

      La paciente D llega luego de su despido laboral, pidiendo una escucha a su padecimiento que se centraba especialmente en la cuestión que ella consideraba su alejamiento del trabajo como producto de la discriminación.

      En el transcurso de las entrevistas despliega el camino que tomó hasta convertirse en trans. En su infancia su madre le dejó el cabello hasta la cintura en respuesta a una promesa hecha a una virgen para que puedan “mudarse de barrio”.

      Luego recuerda haber escuchado en palabras de su abuela que la madre deseaba una niña y llegó un varón refiriéndose a la paciente. D lo cuenta con una sonrisa y rápidamente se le caen algunas lágrimas. Cuando se le pregunta qué son esas lágrimas responde rápidamente: “Ahora soy una mujer como quería mamá”.

      Apenas asomaba la adolescencia D se convierte en un muchachito gay. Es allí donde comienza su recorrido por la prostitución. Al tiempo prefiere travestirse. Hoy digo trans ya que ella misma dice no ser mujer. Ante mi pregunta por la mujer responde que las mujeres tienen hijos y vagina. Ella no va a desprenderse de su pene. Es de