Hechizo digital. Tony Reinke. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Tony Reinke
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9781629461717
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movimiento – cuando somos casi adictos a un constante estimulo visual? ¿Qué es lo que esto está haciendo con nosotros? Esa es la gran pregunta”8.

      Wells está en lo correcto – nuestros teléfonos son inestables, siempre están cambiando y siempre están moldeando nuevos comportamientos en nosotros. Hace muchos años, Jacques Ellul (1912–1994) proféticamente nos advirtió acerca de este peligro en la era digital escribiendo que “la impredecibilidad es una de las características generales del progreso tecnológico”9. La impredecibilidad de la era tecnológica lleva consigo un cierto nivel de inseguridad constante que nos empuja aún más lejos de la respuesta a la pregunta de Wells. No sabemos qué es lo que nuestros teléfonos inteligentes nos están haciendo, pero estamos siendo transformados, eso es evidente.

      Posteriormente le envié un correo electrónico al consumado especialista en ética, escocés, cristiano, de setenta y un años Oliver O’Donovan (1945 -), para preguntarle si los cristianos deberíamos sentirnos incómodos acerca del aumento en las tecnologías de comunicación digital. “Las comunicaciones electrónicas son una pregunta para las nuevas generaciones más que para la mía”, admitió. “Son ellos los que realmente deben aprender a comprender los poderes y amenazas que representan, por una parte, a través de prueba y error, pero también, y principalmente, a través de recordar qué es aquello que tenía gran importancia antes de que la revolución en la comunicación comenzara”.

      “Nadie ha tenido que aprender esto antes”, dijo acerca de las preguntas a las que ahora nos enfrentamos. ”Nadie puede enseñarle a la siguiente generación como aprender esto. Es un reto masivo a la inteligencia y a la conciencia, exclusivo para ellos. El peligro que enfrentan, por supuesto, es que las herramientas determinan la agenda. Una herramienta de comunicación es una herramienta para comunicar algo”. Luego hizo eco a la pregunta de Wells: “Los medios de comunicación no están tendidos por ahí pasivamente, esperando a que nosotros lleguemos y los encontremos útiles para algún proyecto que tenemos en mente. Ellos nos dicen qué debemos hacer y, más significativamente, qué queremos hacer. Existe una corriente en el canal, y si no sabemos nadar, seremos llevados por ella. Veo a alguien haciendo algo y yo también quiero hacerlo. Entonces me olvido de aquello que pensé que quería hacer”.

      O’Donovan concluyó la entrevista con una advertencia notable: “Esta generación tiene asignada la singular tarea de discernir para qué son realmente buenos los nuevos medios de comunicación, y eso implica también, para qué no son buenos. Si lo hacen de forma superficial, las generaciones después de ellos pagarán el precio”10.

      MIS PREOCUPACIONES

      Quería escribir este libro en conversación con los ancianos de la iglesia, pero mis preguntas a Wells y O’Donovan me regresaron la pregunta como un boomerang: ¿Cómo es que nosotros, los que estamos más familiarizados con nuestros teléfonos inteligentes, podemos hacer lo mejor posible para esclarecer las consecuencias?

      También me encuentro a mí mismo en una posición difícil – haciendo preguntas críticas acerca de cómo mi teléfono me está cambiando mientras trabajo de tiempo completo en línea y trato de elevar mis habilidades y mis experiencias para captar la atención de una audiencia virtual. A medida que el mundo en línea crece globalmente y de forma móvil, también se están abriendo nuevas oportunidades para el evangelio.

      Hablando de forma general, el poder de la era digital para almacenar inteligencia humana e información objetiva no tiene precedentes (Wikipedia es tan solo un ejemplo de lo que está por venir). Cada cristiano tiene ahora oportunidades inigualables para ministrar en línea. El día de hoy, nuestros predicadores más prominentes pueden alcanzar a cientos de miles de personas a través de las redes sociales. Incluso el cristiano promedio puede hablar inmediatamente con una audiencia de doscientos a trescientos amigos en Facebook, un alcance que no tiene paralelo en la historia de la humanidad.

      Así que siento el apretón de este Catch-22. Quiero volverme hábil en ganar la atención en línea (para Cristo), pero también quiero hacer preguntas críticas acerca de mi propio teléfono y de mis impulsos, mis hábitos y de mis presuposiciones.

      MI INTENCIÓN

      Este libro acerca de los teléfonos puede hacerse más grueso que una guía telefónica, así que para mantenerlo simple, debo de tratar solo lo esencial y navegar con precaución y brevedad. Mientras que algunos escritores dicen que nuestros teléfonos nos están haciendo cognitivamente más inteligentes y relacionalmente más conscientes11, otros advierten que nuestros teléfonos nos están haciendo superficiales, tontos y menos competentes en el mundo real12. En ocasiones, ambos argumentos suenan verdaderos, pero “en gran medida las redes sociales son lo que hacemos con ellas – rutas de escape o herramientas de transformación dependiendo de lo que esperamos de ellas y cómo las usamos”13. La pregunta de este libro es sencilla: ¿En la juventud de mi vida, cuál es el mejor uso para mi teléfono inteligente?

      Para alcanzar este objetivo mi propósito es evitar ambos extremos: el optimismo utópico del amor a la tecnología y la distopia pesimista del miedo a la tecnología. O’Donovan está en lo correcto cuando dice que nuestra tentación es ver a alguien hacer algo y después simplemente copiar el comportamiento y perder de vista nuestro llamado personal y nuestras metas personales. En otras palabras, debemos preguntarnos: ¿Cuáles tecnologías ayudan a mis propósitos? ¿Y cuáles son mis propósitos en primer lugar? Sin una respuesta clara no podemos realizar ningún progreso de pensar en los pros y los contras del teléfono inteligente como cristianos.

      Sin embargo, si tú tienes un teléfono inteligente, probablemente has abusado de él. Tal abuso es el producto de un sinnúmero de promocionales en revistas, libros de lamentos y poderosos videos que revelan cuán negativamente influye en nuestras vidas el uso excesivo de los teléfonos inteligentes. Un momento de culpa puede ser un fuerte motivador, pero no durará. Mientras el tiempo pasa y la culpa retrocede, regresamos a nuestros viejos hábitos. Esto sucede porque nuestras convicciones fundamentales son demasiado endebles para sustentar nuevos patrones de comportamiento, entonces lo que en ese momento parece “correcto” (apagar nuestros teléfonos) no es más que el producto de un momento de vergüenza. Lo que necesitamos es una nueva disciplina arraigada en un nuevo conjunto de prioridades para la vida, y empoderada por nuestra nueva vida de libertad en Jesucristo. Así que no puedo decirte que guardes tu teléfono, que lo regales, o que lo vuelvas a tomar después de una temporada de agotamiento. Mi propósito es explorar por qué te gustaría considerar estas acciones en primer lugar.

      LAS LETRAS PEQUEÑAS

      Aquí hay un montón de notas para mantener en mente mientras empezamos.

      Primero, este libro fue escrito para mí tanto como fue escrito por mí. No solo necesito este mensaje, cargo con su gran peso. Si el título parece suponer que te estoy predicando, no lo estoy haciendo. Me estoy predicando a mí mismo. No muchos de ustedes deberían de convertirse en autores, porque nosotros los que escribimos libros de ética nos regimos por nuestras palabras más estrictamente que el resto.

      Segundo, para mantener el título de este libro corto, he supuesto que todo en este libro es relevante para cada lector individual. En verdad, nunca había sido más consciente de la variedad de comportamientos con los teléfonos inteligentes. Tomamos nuestros teléfonos como creadores de contenido o como consumidores de contenido y nos enfocamos en contenido ilimitado o en contenido limitado. De igual forma, las relaciones con nuestros teléfonos inteligentes siguen tendencias hacia ciertas direcciones: como parte de comunidades virtuales o como complementos a nuestras relaciones cara a cara. Y constantemente esas conversaciones van desde edificación hasta pláticas triviales (ver figura 1). Todos nosotros nos estamos deslizando constantemente alrededor de estas redes, y cada tendencia tiene sus fortalezas y trampas para ser tratadas en las siguientes páginas. Pero ninguno de nosotros podemos situarnos exactamente en el mismo punto. Menciono esto al principio del libro como una forma de pedir paciencia cuando discutamos comportamientos que pueden no aplicar para ti inmediatamente.

      Figura