Mejor que decir es hacer, mejor que prometer es realizar. Horacio Gaggero. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Horacio Gaggero
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9789507867453
Скачать книгу
clase de bienes, títulos, créditos acciones o derechos; constituir o aceptar sobre ellos prendas e hipotecas; almacenar toda clase de bienes en depósitos propios o de terceros; intervenir en el transporte de mercaderías mediante la celebración de convenios con empresas de transporte de todo tipo.[58] Todas las negociaciones o compras que dispusiese el Poder Ejecutivo, debían hacerse a través del organismo.[59]

      Una nueva reforma ministerial realizada en 1952, lo puso bajo la órbita del Ministerio de Comercio Exterior, momento en el que se produjo una reorganización funcional y administrativa, que tenía por objetivo fortalecer la eficiencia del organismo, afectado por la caída del precio internacional de los productos agrarios, que produjo una fuerte caída de la rentabilidad del IAPI.

      Pero el Estado peronista manejó otras herramientas con el objetivo para dirigir la economía. Perón los llamó en alguna oportunidad “el sistema nervioso de la economía”, se refería a los servicios públicos que, nacionalizados a partir de 1947, servirían para poner al Estado nacional al servicio del modelo de desarrollo económico.

      En general, las propias compañías estaban interesadas en desprenderse de sus activos, porque percibían que su ciclo estaba cumplido, y hacía largo tiempo habían dejado de invertir.

      El primer caso había sido la nacionalización de la distribución de gas, ya que entre 1945 y 1948 se nacionalizó la distribución de gas en la Capital, y se adquirieron algunas empresas en la provincia de Buenos Aires, lo que permitió extender la red con nuevos centros de distribución, construir un gasoducto entre Comodoro Rivadavia y la Capital con capacidad para transportar un millón de metros cúbicos diarios, y rebajar las tarifas en un 30%.

      Un convenio firmado en 1946 permitió adquirir The United River Plate Telephone Company Ltd. empresa telefónica subsidiaria de la ITT, que se transformó por diez años en proveedora de material y asistencia técnica, convenio que tuvo que ser revisado pocos años después.

      De este proceso surgieron nuevas empresas estatales que impulsaron la inversión pública como la Empresa Nacional de Energía que construyó en pocos años treinta y siete plantas hidroeléctricas, mientras que la Dirección General de Combustibles Sólidos y Minerales empezó la prospección de la zona de Río Turbio, donde halló carbón suficiente como para sustituir importaciones del combustible desde Gran Bretaña. Para poder explotar el mineral, fue necesario construir un ferrocarril hasta el puerto de Río Gallegos, mientras que YPF renovó su flota de buques tanques y emprendió nuevas exploraciones en Mendoza, Neuquén, Comodoro Rivadavia y Tierra del Fuego, pero no emprendió la explotación de los nuevos hallazgos. Además hubo inversiones en comunicaciones y material ferroviario, y se dio impulso a la construcción de caminos, que en algunos sectores no alcanzaron a compensar la depreciación del capital ya instalado ni a satisfacer la creciente demanda de infraestructura.

      Curiosamente, y pese a las consideraciones de Perón citadas más arriba, el Primer Plan Quinquenal (que había sido elaborado antes de que se produjeran las nacionalizaciones), no las tiene en cuenta, ni las prevé, lo que da cuenta del carácter improvisado y oportunista de esta proceso.

      El Estado tuvo también participación en el proceso productivo a través de las empresas públicas como YPF (1927), la Fábrica Militar de Aviones (1927), Fabricaciones Militares (1941), La Dirección Nacional de Industrias del Estado (DINIE, 1947) y Astilleros y Fábricas Navales del Estado (1953).