Mejor que decir es hacer, mejor que prometer es realizar. Horacio Gaggero. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Horacio Gaggero
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9789507867453
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al ser una estructura nueva y de carácter técnico, permitió buscar mecanismos fuera de la vieja burocracia. Para ello se transfirieron a él los cuadros técnicos que habían actuado en el CNPG y en la Dirección de estadísticas de la Secretaría de Trabajo y que habían actuado junto a Figuerola.

      Pero esta intención centralizadora puso de manifiesto fuertes obstáculos originados en las desiguales capacidades de las distintas dependencias, así como los conflictos de poder que colisionaban con la racionalidad técnica que se pretendía.

      Cuando en 1946 se solicitó a los ministerios las propuestas y planes de las áreas a su cargo a los efectos de ser reelaborados, para ser incorporados al Primer Plan Quinquenal, estos respondieron de muy diversa manera, en función de sus capacidades técnicas y las lógicas burocráticas de las que eran herederas, que resultaron ser heterogéneas y muy desiguales.

      Una vez elaborado el plan, se crearon nuevos organismos para su ejecución y control, como los consejos encargados de construir consensos, el primero de los cuales fue el Consejo Económico y Social, que contribuyó a definir las políticas. Mas tarde, sus misiones y funciones fueron asumidas por el Consejo Económico Nacional, ente interministerial encargado de la orientación política y la coordinación de acciones entre las diferentes jurisdicciones (nacionales y provinciales), que permitieron generar los acuerdos previos necesarios para la formulación de acciones que se imponían al conjunto de la sociedad.

      Para enfrentar el panorama institucional desorganizado y heterogéneo, la ST apuntó a la centralización, el mejoramiento de las capacidades institucionales y la competencia técnica de los funcionarios.

      La debilidad institucional constatada a la hora de presentar proyectos por parte de algunos organismos del estado, tuvo como respuesta un intento de fortalecer sus capacidades. Con el objetivo de ordenar al Estado, para conocer la infraestructura existente, los insumos y el personal en servicios, se realizó el primer censo de los bienes del Estado.

      En la presentación ante el Congreso de la Nación del Primer Plan Quinquenal, señalaba Perón:

      Empezamos a estudiar la situación y se presentó el primer inconveniente. Llevamos treinta y tantos años sin censo. No sabemos qué tenemos, donde lo tenemos, ni cómo lo tenemos. Disponemos de una estadística teórica, llena de falacias, incompleta e unilateral; y de pequeños censos de estadística de algunas reparticiones que nos permiten mirar, como a través del ojo de la cerradura una parte del panorama nacional.

      Hemos dado movimiento a la Dirección Nacional de Estadísticas y Censos, fundada hace dos años, con poca fortuna. Esperamos que, Dios mediante, tengamos ahora mejor suerte, porque está más próxima a nosotros y la vigilamos más de cerca.

      Decía Figuerola:

      La primera función que el poder Ejecutivo encara con respecto a la Administración Nacional es la organización de los Ministerios. Pero la proyectada organización administrativa resultaría ineficaz si el Poder Ejecutivo no hubiese tenido la precaución de traer a la consideración del Honorable Congreso un proyecto de ley encaminado a la reorganización de los ministerios. Porque la realidad es que la limitación numérica establecida por la Constitución dificulta el normal desenvolvimiento de todos los servicios del Estado.