La espiritualidad puritana y reformada. Joel Beeke. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Joel Beeke
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Философия
Год издания: 0
isbn: 9781629461557
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según los pastores, consistía en “hacer avanzar el conocimiento del evangelio en Francia, como ordena nuestro Señor”, tuvo éxito. La predicación evangelizadora reformada produjo un avivamiento notable. En 1555, sólo había una iglesia reformada plenamente organizada en Francia. Siete años más tarde, había cerca de 2.000.

      Los pastores reformados franceses fueron quemados para Dios y, a pesar de la persecución masiva, Dios usó su obra para convertir a miles. Éste es uno de los ejemplos más notables de una efectiva obra misionera interior en la historia del protestantismo, y uno de los avivamientos más asombrosos en la historia de la Iglesia.

      Algunas de las congregaciones reformadas francesas se hicieron muy grandes. Por ejemplo, Pierre Viret pastoreó una iglesia de 8.000 comulgantes en Nimes. Más del diez por ciento de la población francesa en los años 60 del siglo XVI –hasta tres millones– pertenecía a estas iglesias.

      Durante la masacre del día de san Bartolomé de 1572, 70.000 protestantes fueron muertos. No obstante, la Iglesia continuó. La persecución al final hizo salir a muchos de los protestantes franceses, conocidos como los hugonotes. Abandonaron Francia para ir a muchas naciones diferentes, enriqueciendo la Iglesia por dondequiera que iban.

      No todos los pastores refugiados fueron enviados a iglesias francesas. Algunos fueron al norte de Italia, otros a Antwerp, Londres y otras ciudades de Europa. Algunos fueron incluso más allá de Europa, a Brasil. Independientemente de adónde fueran, su predicación era fuerte y poderosa, y Dios con frecuencia bendijo su obra.

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      Farel predicando en el mercado de Neuchâtel

      Evangelización en Brasil

      Calvino sabía que había naciones y gente que aún no habían oído el evangelio, y sentía la carga intensamente. Aunque no queda registrado que llegara a contactar con el recién descubierto mundo del paganismo asiático y africano, Calvino se implicó con los indios de Sudamérica a través de la misión ginebrina en Brasil.

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      Retrato del líder francés calvinista Gaspard de Coligny

      Con la ayuda de Gaspard de Coligny, un simpatizante hugonote, y el apoyo de Enrique II, Nicolas Durand (también llamado Villegagnon) condujo una expedición a Brasil en 1555 para establecer allí una colonia. Los colonos incluían antiguos prisioneros, algunos de los cuales eran hugonotes. Cuando surgieron los problemas en la nueva colonia cerca de Río de Janeiro, Villegagnon pensó en los hugonotes de Francia, pidiendo mejores colonos. Apeló a Coligny, así como a Calvino y la iglesia de Ginebra. La carta no se preservó, y tan sólo en el acta de la Compañía de Pastores hay un breve resumen de lo que ocurrió.

      No obstante, tenemos alguna luz de aquellos sucesos a partir de lo que Jean de Lery, un zapatero y estudiante de teología en Ginebra, que pronto se incorporaría a la colonia brasileña, registró en su diario personal. Escribió: “La carta pedía que la iglesia de Ginebra enviara a Villegagnon de inmediato a ministros de la Palabra de Dios y, con ellos, a otras muchas personas ‘bien instruidas en la religión cristiana’para mejor reformarle a él y a su pueblo, y ‘llevar a los salvajes al conocimiento de la salvación’”.311 La responsabilidad de la evangelización de los paganos, así pues, fue llanamente puesta a los pies de la iglesia de Ginebra.

      La reacción de la iglesia, según Jean de Lery, fue ésta: “Al recibir estas cartas y oír esta noticia, la iglesia de Ginebra en seguida dio gracias a Dios por la extensión del reino de Jesucristo en un país tan distante y a la vez tan extraño, y entre una nación sin conocimiento alguno del Dios verdadero”.312

      La Compañía de Pastores escogió a dos ministros para enviarlos a Brasil. El registro, sucintamente, reza: “El martes 25 de agosto (1556), en respuesta a una carta pidiendo a esta iglesia enviar misioneros a las nuevas islas (Brasil), que los franceses conquistaron, fueron elegidos el Sr. Pierre Richer y el Sr. Guillaume Charretier. Ambos fueron, subsiguientemente, encomendados al cuidado del Señor, y enviados con una carta de esta iglesia”.313Once laicos fueron también reclutados para la colonia, incluyendo a Jean de Lery.

      Aunque Calvino no estaba en Ginebra en este tiempo, se le mantuvo informado de lo que estaba ocurriendo, y ofreció su consejo en cartas que se enviaron a Villegagnon. La obra con los indios en Brasil no fue bien. El pastor Richier escribió a Calvino en abril de 1557 que los salvajes eran increíblemente bárbaros. “El resultado es que nuestra esperanza de revelarles a Cristo se ha frustrado”, dijo.314Richier no quería abandonar la misión, sin embargo. Dijo a Calvino que los misioneros llevarían a cabo la obra por etapas, y esperarían pacientemente a que los seis jóvenes muchachos que fueron colocados con los indios (los Tupinambas) aprendieran su lengua. “Puesto que el Altísimo nos ha dado esta tarea, esperamos que esta Edom llegue a ser una futura posesión de Cristo”, añadió confiadamente. Mientras tanto, confió en que el testimonio de los piadosos y diligentes miembros de la Iglesia reformada de la colonia tendría influencia sobre los indios.

      Richier fue un destacado testigo del énfasis misionero de Calvino en cuatro sentidos:

      1. obediencia a Dios haciendo todo lo posible en una situación difícil,

      2. confianza en que Dios creará oportunidades para un nuevo testimonio,

      3. insistencia en la importancia de las vidas y acciones de los cristianos como un medio de testimonio, y

      4. confianza en que Dios hará avanzar su reino.

      Elrestodelahistoriaestrágica.VillegagnonsedesencantódeCalvinoylosreformadores. El 9 de febrero de 1558, en las inmediaciones de Río de Janeiro, estranguló a tres calvinistas y los arrojó al mar. Los creyentes huyeren para salvar sus vidas. Más tarde, los portugueses atacaron y destruyeron lo que quedaba de la colonia.

      De esta manera acabó la misión para con los indios. No hay evidencias de ningún indio converso. Pero, cuando se publicó un informe de los mártires de Río de Janeiro seis años después, comenzó con estas palabras: “Una tierra bárbara, completamente asombrada de ver morir a los mártires de nuestro Señor Jesucristo, algún día producirá los frutos que esta sangre preciosa ha acostumbrado, en todos los tiempos, a producir”.315Como una vez escribió Tertuliano: “La sangre de los mártires es la semilla de la Iglesia”. Hoy, la fe reformada está creciendo en Brasil entre los presbiterianos conservadores a través de la predicación reformada, el Proyecto puritano y diferentes ministerios que reeditan títulos reformados y puritanos en portugués.

      Claramente, Calvino estaba interesado en extender el evangelio allende los mares, pero este interés se vio limitado por las siguientes realidades del siglo dieciséis:

      1. Limitaciones de tiempo. La Reforma era aún tan nueva en el tiempo de Calvino que tenía que centrarse en construir la verdad en las iglesias. Una iglesia misionera que no está construida sobre la verdad fundamental no está equipada para llevar su mensaje a tierras extranjeras.

      2. Obra en casa. Quienes critican a Calvino, diciendo que su obra evangelizadora dejó de extenderse por el campo de misión extranjero son bastante injustos. ¿No ordenó Cristo a sus discípulos que comenzaran a extender el evangelio por Jerusalén y Judea (misiones interiores) y, entonces, pasar a Samaria y a los confines de la tierra (misiones exteriores)? Obviamente, una iglesia bien constituida debería involucrarse tanto en misiones interiores como exteriores, pero erramos cuando juzgamos una más importante que la otra. Un genuino espíritu de evangelización ve la necesidad por todas partes. No es presa del espíritu mundano de que “cuanto más lejos de casa, mejor”.

      3. Restricciones gubernamentales. La obra misionera allende los mares fue prácticamente imposible para los reformadores, porque la mayoría de los gobiernos de Europa estaban controlados por príncipes, reyes y emperadores católico-romanos. La persecución de los protestantes estaba muy extendida. Como escribió Calvino: “Hoy, cuando Dios desea que su evangelio sea predicado por todo el mundo, para que el mundo sea restaurado de muerte a vida, parece pedir