Gente de tango. Carlos Federico Torres. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Carlos Federico Torres
Издательство: Bookwire
Серия: Cultura
Жанр произведения: Философия
Год издания: 0
isbn: 9789508441539
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Maldonado y El criollito oriental, entre otros notables registros.

      Luego de su retiro de la orquesta de Laurenz, Podestá retornó una vez más a la de Di Sarli, con la que permaneció hasta fines de ese año. Esta nueva etapa recomenzó el 13 de abril, con la grabación de los tangos Otra noche y Nada y finalizó el 8 de noviembre de ese año con Tú, el cielo y tú, totalizando en esa etapa nueve grabaciones.

      A comienzos de 1945, Podestá actuó como solista con el marco de la orquesta del pianista Héctor Grané, con quien grabó un disco particular para el sello Odeon, incluyendo los temas Pueblo tango y Esta noche al pasar, para luego realizar un breve paso por la orquesta de Edgardo Donato, con la que no realizó grabaciones.

      En septiembre de ese mismo año, ingresó a la flamante agrupación que habían constituido Enrique Mario Francini y Armando Pontier. La orquesta debutó en el disco en los estudios del sello rca Victor, el 29 de enero de 1946 con los tangos Margó y Sirva otra copa, cantados ambos por Podestá, quien en esta primera etapa con los dos maestros registró diez temas, inclusive uno a dúo con Raúl Berón, el tango Adiós marinero, el que junto con Sin palabras, grabados el 16 de enero de 1947, fueron los dos últimos registros de este período.

      Otra de esas grabaciones fue una nueva versión de Alma de bohemio su eterno éxito.

      Alberto regresó luego por cuarta y última vez a la orquesta de Di Sarli, de quien se desvinculó ya definitivamente en 1948, cuando el maestro de Bahía Blanca disolvió transitoriamente su agrupación.

      De este período, quedó un total de seis registros, entre el 29 de abril de 1947, día en el que grabó el tango de José Bohr y José González Castillo, Por el camino, y el 26 de septiembre del año siguiente, fecha a la que corresponden las grabaciones del vals Sin vuelta y del tango La novia del mar.

      En el ínterin, quedaron registrados los temas Déjame, La canción más triste, Soy aquel viajero, y Dinero… dinero, este último, con ilustrativa letra de Cátulo Castillo y música de Enrique Delfino.

      En marzo de 1949, regresó a la orquesta de Francini y Pontier, etapa en la que grabó ocho temas más, entre ellos uno a dúo con Julio Sosa, El hijo triste, debut discográfico de este cantor en Buenos Aires y único dúo en el que el Varón del Tango participó durante toda su trayectoria. De esta etapa, han quedado versiones inolvidables, comenzando con Calesita de mi barrio, con música de Juan José Paz —pianista de la orquesta— y letra de Justo Otero; a la que le siguieron Santa mía, Una historia como tantas, Che bandoneón, Tu piel de jazmín y En la capilla, hermoso tango del violinista de la agrupación Hipólito Aguilar y letra de José María Contursi, en la línea de los versos de Grisel, también pertenecientes a éste. Cerraste los ojos, vals también de Paz y Otero, llevado al disco el 1º de junio de 1950, fue el tema con que finalizó sus grabaciones con Francini–Pontier.

      Además, en este año, orquesta y cantor participaron en una secuencia de la película Los Pérez García, en la que actuaba el inolvidable actor Juan Carlos Altavista.

      En 1951, Podestá se presentó en radio Belgrano, acompañado por la orquesta de Héctor María Artola.

      Al año siguiente, grabó con la orquesta de Edgardo Donato, a dúo con Carlos Almada, el vals Mi serenata.

      Luego, como solista, acompañado por la orquesta dirigida por Juan José Paz editó un disco para el sello Pampa, que contenía los temas En el olvido y una nueva interpretación de Alma de bohemio.

      También como solista, en 1953 registró con acompañamiento de guitarras, y luego al retornar a la orquesta de Miguel Caló en 1954, dejó nuevas versiones grabadas, entre ellas Cómo le digo a la vieja y Noche de locura.

      En 1955, se incorporó a la orquesta de Enrique Mario Francini, constituida tras disolverse la que este director había conformado con Armando Pontier, y comenzó el 3 de noviembre de 1955, la grabación para el sello rca Victor de una serie de siete temas, que se inició con Petit salón, y terminó el 27 de julio del año siguiente, con un gran éxito de la época, el tango de Juan Pablo Marín Fueron tres años.

      A fines de 1956, Podestá actuó en carácter de solista acompañado por la orquesta dirigida por Cristóbal Ramos, compositor de Que camine sola, éxito de Héctor Mauré, con quien grabó los tangos Casi caminando y Quiero verte una vez más.

      1958 fue el año de su primera presentación en Colombia, donde actuó en emisora radiales y locales nocturnos de Bogotá y Medellín, acompañado primero por el ya mencionado Ramos y luego por Joaquín Mauricio Mora, pianista y compositor de Margarita Ghautier, entre otros difundidos temas, radicado en ese país.

      Luego de una extensa permanencia en Colombia y de concretar después otra gira por diversos países latinoamericanos, realizó grabaciones como solista para el sello Sondor, en el Uruguay, acompañado por la orquesta dirigida por el excelente pianista de esa nacionalidad César Zagnoli, quien fuera integrante de la primera formación orquestal de Héctor Varela.

      Entre esas grabaciones, se recuerdan especialmente los tangos Yo sé que volverás, cuya música pertenece a Zagnoli y los versos a un letrista montevideano de apellido Ortiz; Traje de novia, perteneciente a los uruguayos Eduardo Lalo Etchegoncelay y Federico Silva, y Bomboncito, de Ceriotti, Romano y Luis Rafael Caruso.

      En 1963, formó parte de una nueva versión de la orquesta de Miguel Caló, con la que este director intentó rearmar su célebre formación de la primera mitad de la década del cuarenta.

      La agrupación, en la que estaban entre otros Armando Pontier, Domingo Federico, Enrique Mario Francini y Orlando Trípodi, además de Raúl Berón formando el rubro de cantores con Podestá, actuó en radio El Mundo durante cuatro meses, como asimismo en el Canal 9 de televisión, además de realizar grabaciones para el sello Odeon.

      Entre las piezas realizadas por Podestá, se recuerdan El mismo final, Carta para René y muy especialmente Qué falta que me hacés, uno de los registros discográficos más exitosos de toda la década.

      Luego de la disolución de este nuevo intento de Caló, Armando Pontier convocó a Podestá como cantor de su orquesta, con la que estuvo entre ese mismo año 1963 y 1965, lapso en el que grabaron para los sellos Serenata, Odeon y Phillips. Entre esas grabaciones se encuentran versiones de Pecado, Quemá esas cartas, nuevamente Qué falta que me hacés, Tarzán Carrizo —homenaje al ya por entonces veterano arquero de River Plate Amadeo Carrizo— y Nuestras cosas.

      Ya en 1972, Miguel Caló fue contratado por el sello Embassy para grabar un disco larga duración, por lo que el director convocó una vez más a Podestá junto con otros dos grandes cantores de su orquesta del cuarenta: Roberto Arrieta y Raúl Iriarte.

      En este disco, Alberto cantó los temas Un alma buena, Así se baila hoy, Cobrate y dame el vuelto, Sobre un mar de azoteas —tema que le pertenece— y Corazón, yo creo en vos.

      La década del setenta lo encontró formando parte del elenco de Caño 14, además de realizar grabaciones en carácter de solista, con el acompañamiento de marcos orquestales dirigidos por directores de primera línea.

      Así en 1973, junto a la orquesta dirigida por Leopoldo Federico, grabó un long play que, bajo el título de Los éxitos de Alberto Podestá, fue editado por el sello Music Hall. Se incluyeron en él catorce temas, con arreglos de Federico, en ocho de ellos, y de Osvaldo Berlingieri, en los seis restantes.

      El disco incluyó el tango Tu amor ha de llegar tema perteneciente al mismo Podestá en colaboración con el bandoneonista Roberto Vallejos, además de Cuando tallan los recuerdos, Al verla pasar, Acordándome de vos —vals de Aníbal Troilo con letra de Enrique Dizeo que Pichuco no grabó—, Lo que me hablaron de vos —cuya melodía pertenece al director acompañante—, La vi llegar y Orquestas de mi ciudad —con letra del poeta uruguayo Erasmo Silva Cabrera, conocido como Avlis y música perteneciente a Aníbal Troilo, aunque éste decidió obsequiarla a Francisco Fiorentino, quien figura entonces como compositor—, entre otros.

      Cabe destacar que el larga duración incluyó el tango Jamás lo debí contar, tema hasta entonces inédito de Alfonso Cassini y Filinto Rebechi, con