Cuando Josef menciona “El Campo”, está describiendo el campo consciente de energía- pensamiento del que nosotros, como espíritus en la Tierra, estamos rodeados y en el que vivimos. En cada segundo de nuestras vidas proyectamos nuestros pensamientos y creencias sobre la naturaleza de la realidad, hacia este campo de energía. En realidad “El Campo” es creado y mantenido por nosotros, pero hemos olvidado este hecho. Como resultado de este olvido -que es producto de “La Caída” (ver más abajo)-, el Campo no está funcionando como originalmente se pretendía que lo hiciera. Estaba supuesto a ayudarnos, pero la realidad es que en estos momentos somos nosotros quienes le servimos. El Campo presenta y busca perpetuar en nosotros una carga y punto de vista negativo; como consecuencia de esto y de su desconexión de la Luz Divina, se mantiene a sí mismo y a nosotros a través de una cantidad de energía disminuida y finita. El Campo en su estado actual y por lo tanto también nosotros como seres humanos que existimos dentro de él, no podemos durar mucho más. Josef nos urge a re-energizar el Campo con Luz Divina para transformarlo y volver a tomar el control sobre él para el mejoramiento y la continuación de la humanidad y el planeta.
La Caída
...es un término que Josef usa para referirse a una compleja decisión y acción que tomaron las almas humanas hace millones de años atrás. Esto resultó en un catastrófico cambio de vibración que hundió a la Tierra en la oscuridad de la que aún nosotros y el planeta estamos sufriendo y sintiendo sus efectos. Este cambio de vibración nos separó en pensamiento consciente de nuestra herencia Divina y resultó en el mundo negativo, violento, ansioso de poder y en la sociedad en la que actualmente vivimos. La Caída es un tema vasto, fascinante y el cuarto libro de Josef describe exactamente lo que sucedió, en el momento en el que este evento tuvo lugar y sus consecuencias.
Capítulo 1
Su Naturaleza Cíclica y la del Universo
Observaciones de Michael: Como lo expliqué en la introducción, el segundo volumen de Josef comenzó a desarrollarse en un momento de gran transición espiritual para mí. El primer capítulo fue entregado a nuestro pequeño grupo de la forma usual, en que nos juntábamos para contactar a Josef por medio de la vía mediúmnica clauriaudiente tradicional que había usado para entregar el primer libro –Revelación: ¿Quién es Usted?; ¿Por qué está aquí? A fines del mes en que este libro fue dictado yo debía realizar mi primera demostración pública de trance mediúmnico y había sido cuidadosamente preparado para ello en privado por uno de mis guías. Cuando comencé a trabajar abiertamente como médium de trance, la rutina establecida de nuestro grupo para contactar a Josef era por medio de la clauriaudiencia que eventualmente fue reemplazada por un trance al que yo entraba en forma regular para entregar los capítulos de este libro y permitiendo que Josef, en vez de dictarme las palabras, me sometiera (como un eclipse) para tomar posesión de mis facultades físicas y mentales durante el tiempo que deseaba hablarnos. Este nuevo método de comunicación permitió que se extendiera la duración de las reuniones en que yo podía trabajar con Josef y a que una mayor cantidad de información fuera entregada en cada sesión; también al desafortunado efecto post reunión en que yo no había estado presente sino como un caparazón físico vacío para recibir a Josef y en la que yo tenía poco o ningún recuerdo de lo que se había dicho. Nos equiparamos mejor para estar absolutamente seguros que las palabras de Josef fueran grabadas y guardadas en la mayor cantidad de equipos posibles para que las posibilidades de perder esta información fueran casi inexistentes. Sin embargo, para este capítulo la comunicación se hizo a través de la clauriaudiencia al igual como se recibió el contenido del primer libro...
La primera sesión comienza conmigo entregando la información que Josef me está comunicando; yo actúo como repetidor de las palabras que recibo en forma clauriaudiente. Gradualmente él toma posesión de la comunicación y de mi persona, me eclipsa
Michael: ¿Por dónde quieres comenzar Josef?
...Josef dice que quiere comenzar por el principio –por el principio mismo- porque prometió que este segundo libro trataría del potencial humano y quiere empezar el libro hablando del comienzo del universo. Dice que los científicos están en lo correcto –el universo vino de la nada y se produjo de una explosión- una explosión de energía, una explosión de “realidad” que comenzó a expandirse y que todo lo que vemos en este nivel físico está dentro de esa explosión. Dice que el problema es que como almas y como regla general, no podemos ver cómo nació el universo y no podemos ver más allá de ese nivel físico mientras permanezcamos aquí en la Tierra.
Josef: Todo lo que sucede al exterior es un reflejo de lo que sucede al interior de un alma y ese es uno de los dones que Dios nos da. Dios dice: Miren lo que está sucediendo -supuestamente fuera de ustedes- y verán de lo que son capaces en su interior.
El universo provino de un punto; ese punto dentro del círculo. No les entregué el antiguo símbolo del punto dentro del círculo (ver Revelación: ¿Quién es usted?; ¿Por qué está aquí?) sólo con el propósito de entregarles algo, sino que para decirles que todo (como lo he dicho anteriormente) se encuentra contenido dentro del círculo. Por lo tanto, el universo físico es finito en el sentido que se encuentra dentro del círculo. Es posible que se esté expandiendo como una longitud de onda hacia afuera, hacia un punto donde en términos físicos alcanzará las aristas de ese círculo, de esa esfera. Al alcanzar los bordes de esa esfera, comenzará a contraerse y será atraído lenta...lenta...lentamente hacia el punto que está en el centro del círculo. Es así como todo lo que hay en un universo físico está dentro de ese círculo que es Dios y se extiende desde ese punto que también es Dios: Dios expele y absorbe...
...Y este hecho ha ocurrido con anterioridad. Los científicos observan el universo y algunos dicen que el universo es un evento único, que alcanzará una cierta longitud y punto en el tiempo y dejará de existir. Lo que no comprenden es que la manifestación y re-absorción del universo físico es un ciclo repetitivo. Quizás puede parecer demasiado vasto y sólido para ser un ciclo, sin embargo lo es. Puede tomar millones, billones y trillones de años, pero se expande a partir de ese punto para luego regresar al punto. Todo regresa al punto y vuelve a salir como otra expresión física.
Dios no sólo es un círculo (un círculo sin principio ni fin. Dios no tiene principio ni fin, esa es Su naturaleza)... Dios no sólo es el punto dentro del círculo, sino que Dios es un ciclo y su naturaleza también es cíclica. Y el conocimiento que se acumula a medida que el universo se expande es llevado del círculo al punto para que cada ciclo subsiguiente sea mejor, más evolucionado y superior. De esa forma Dios progresa –crece- a través del ciclo, de la longitud de onda que lleva al universo a expandirse para luego retraerse.
Como todo está dentro de Dios, nosotros –que contribuimos al crecimiento de Dios- también somos parte de Él. Dios no depende de los seres humanos – que según la religión y la tradición, son “menos perfectos”- para perfeccionarse, sino que está continuamente creciendo, para que en las futuras expansiones o ciclos, diferentes conceptos puedan ser explorados a través de las experiencias de varias manifestaciones de almas como seres físicos, de almas tanto humanas como animales, en el caso de la Tierra, las que al ser liberadas de la materia y al retornar a los reinos espirituales, regresan a Dios, permitiendo que Éste pueda perfeccionarse aún más y a su vez formular nuevos conceptos.
Y esa es amigos míos, la naturaleza del universo físico. Existen otros universos. Existen universos espirituales que están basados sobre el mismo principio: la expansión de la materia, de la energía, que permite que se produzca la forma y dentro de ella que se produzca la expansión del pensamiento, del concepto y de la comprensión los cuales vuelven al centro para ser creados en forma aun más completa.
Y ustedes se preguntarán, entonces Josef ¿existe algo afuera de Dios? Yo puedo responder dentro de mi experiencia y de todo aquello que he recorrido (y de todo lo que han experimentado aquellos que he encontrado o con los cuales me he contactado de esferas de existencia “superiores” o “inferiores”) todo está dentro de Dios, dentro de la voluntad de Dios, de las vibraciones de Dios. Mi mente-corazón responde